IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Facies de la Formación Fray Bentos (Oligoceno-Mioceno temprano), Cuenca de Paraná.
Autor/es:
TOFALO, OFELIA RITA; MORRÁS, HÉCTOR
Lugar:
Minas
Reunión:
Congreso; VI Congreso Uruguayo de Geología; 2010
Institución organizadora:
Asociación Uruguaya de Geología
Resumen:
Se reconocen ocho facies: dos silicoclásticas, una pedogénica y cinco de calcretes. La facies silicoclástica más abundante corresponde a limos mantiformes, masivos, cementados por arcillas y óxidos e interpretados como sedimentos loessicos. Depósitos lentiformes de canales, constituyen la segunda facies silicoclástica. Los paleosuelos tienen estructura prismática gruesa, rizolitos y nódulos. Abundan revestimientos arcillosos y carbonáticos de grano y poros y tienen fábrica-b moteada, estriada paralela y poroestriada. En los calcretes nodulares las glébulas (10-70%), son equidimensionales y subredondeadas. Se  originan por concentración de carbonato en el material hospedador.             En los brechosos el carbonato precipita en fisuras, originadas por crecimiento de raíces, humedecimiento y desecamiento alternante y expansión térmica, que rompen y rotan al hospedante (calcretes masivos, paleosuelos). Los tubulares tienen límites ondulados, desarrollo vertical variable (80-350 cm) y sección circular (10 y 30 cm). Pueden estar constituidos por dos niveles y en planta presentan microrrelieve circular o pseudohexagonal tipo “gilgai”. Las características de los paleosuelos indican que eran Vertisoles. Las estructuras tubulares se interpretan como rellenos su patrón de fisuración. Los masivos están formados por yuxtaposición de nódulos o por desplazamiento y reemplazo, debido a evaporación, evapotranspiración y desgasificación. Los laminares presentan bandas de 3 mm a 1.5 cm de espesor, de calcita que alternan con otras formadas por fragmentos de paleosuelos, calcretes y pellets. Su origen está relacionado a raíces horizontales. v  El clima predominante habría sido semiárido, con fases más secas (depósitos de loess) y otras relativamente más húmedas con déficit hídrico estacional, en las que se generaron paleosuelos bien drenados y calcretes pedogénicos.