IDEAN   23403
INSTITUTO DE ESTUDIOS ANDINOS "DON PABLO GROEBER"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Estructura de la cordillera Principal Neuquina entre los 36º y los 38ºS
Autor/es:
ROJAS VERA E. A.; FOLGUERA, A.; ZAMORA VALCARCE, G.; BOTTESI, G.; RAMOS, V.A.
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Resumen:
La cordillera de los Andes desde los 36° hasta los 38°S, constituye la zona de transición entre los Andes centrales y los Andes patagónicos. Se encuentra expuesta en esta zona de deformación la cuenca de Cura Mallín de edad oligo-miocena, que en la vertiente argentina es parcialmente cubierta por las volcanitas plio-cuaternarias de la fosa de Loncopué. Sobre territorio chileno se localiza el arco volcánico cuaternario emplazado sobre: i) intrusivos de edad jurásica a cretácica, y ii) rocas volcánicas de edad miocena. Entre la caldera del Agrio (37°45’S) y la caldera Nuco-Pehuén (38°S), la cordillera Principal está definida por la presencia de aparatos volcánicos y complejos de calderas que poseen edades pliocenas a cuaternarias (Folguera et al., 2004). Este sector está caracterizado por la presencia del sistema de fallas de Liquiñe Ofqui, que sobre territorio chileno controla la posición del arco volcánico actual, mientras que el sector oriental se encuentra afectado por el sistema de fallas de Loncopué Oeste. En superficie este sistema se encuentra afectando a coladas de edad pliocuaternaria a través de fallas de rumbo N-S e inclinación al este. En profundidad este sistema se encuentra ligado a depocentros mesozoicos a terciarios de hasta 6 km (Rojas Vera et al. 2010). A estas latitudes pero sobre el territorio chileno Radic et al. (2010) muestran por debajo del arco volcánico, el desarrollo de una faja plegada y corrida de piel gruesa con estructuras N y NNE, generadas a partir de la inversión de la cuenca de Cura Mallín, con una vergencia oeste. Inmediatamente al norte se desarrolla la cordillera de Mandolegüe, fomada por aparatos volcánicos cuaternarios amalgamados en un cinturón oblicuo respecto al tren andino principal, extendiéndose por más de 80 km. Dicho rasgo morfológico fue planteado como una posible zona de transferencia, la cual divide a la cuenca de Cura Mallín en depocentros aislados según Radic et al. (2001). Inmediatamente al norte de la cordillera de Mandolegüe se desarrolla la faja plegada y corrida Guañacos en secuencias de edad oligo-miocena que son exhumadas por un sistema de corrimientos con vergencia oriental. A la altura del río Lileo e inmediatamente al sur de las lagunas de Eupulafquén, se construyeron secciones estructurales a partir de nuevos datos de superficie. El desarrollo de la faja plegada y corrida de Guañacos se encuentra ligado a la inversión de hemigrábenes oligo-miocenos que generan anticlinales que alcanzan hasta los 8 km de longitud de onda. Estas estructuras poseen una vergencia hacia el oeste en territorio chileno, donde el rumbo de las mismas varía de NNE-SSO a N-S. En territorio argentino se desarrolla una faja plegada y corrida de piel fina con igual rumbo, pero con vergencia contraria. Anticlinales de escasa longitud de onda asociados a sistemas de dúplex definen aquí el frente orogénico que concentra los mayores acortamientos del área. Las reconstrucciones palinspásticas de estos sistemas frontales muestran acortamientos de hasta 12 km. Una faja de deformación cuaternaria se desarrolla en la faja plegada y corrida Guañacos controlada por el sistema de fallas de Antiñir-Copahue (Folguera et al., 2004), integrada por estructuras transpresionales, dextrógiras. Sin embargo, el principal pulso de deformación compresiva que invirtió a la cuenca de Cura Mallín se desarrolló en el Mioceno superior, responsable de la estructuración del sistema frontal asociado a la vertiente oriental de la Cordillera Principal neuquina.et al., 2004). Este sector está caracterizado por la presencia del sistema de fallas de Liquiñe Ofqui, que sobre territorio chileno controla la posición del arco volcánico actual, mientras que el sector oriental se encuentra afectado por el sistema de fallas de Loncopué Oeste. En superficie este sistema se encuentra afectando a coladas de edad pliocuaternaria a través de fallas de rumbo N-S e inclinación al este. En profundidad este sistema se encuentra ligado a depocentros mesozoicos a terciarios de hasta 6 km (Rojas Vera et al. 2010). A estas latitudes pero sobre el territorio chileno Radic et al. (2010) muestran por debajo del arco volcánico, el desarrollo de una faja plegada y corrida de piel gruesa con estructuras N y NNE, generadas a partir de la inversión de la cuenca de Cura Mallín, con una vergencia oeste. Inmediatamente al norte se desarrolla la cordillera de Mandolegüe, fomada por aparatos volcánicos cuaternarios amalgamados en un cinturón oblicuo respecto al tren andino principal, extendiéndose por más de 80 km. Dicho rasgo morfológico fue planteado como una posible zona de transferencia, la cual divide a la cuenca de Cura Mallín en depocentros aislados según Radic et al. (2001). Inmediatamente al norte de la cordillera de Mandolegüe se desarrolla la faja plegada y corrida Guañacos en secuencias de edad oligo-miocena que son exhumadas por un sistema de corrimientos con vergencia oriental. A la altura del río Lileo e inmediatamente al sur de las lagunas de Eupulafquén, se construyeron secciones estructurales a partir de nuevos datos de superficie. El desarrollo de la faja plegada y corrida de Guañacos se encuentra ligado a la inversión de hemigrábenes oligo-miocenos que generan anticlinales que alcanzan hasta los 8 km de longitud de onda. Estas estructuras poseen una vergencia hacia el oeste en territorio chileno, donde el rumbo de las mismas varía de NNE-SSO a N-S. En territorio argentino se desarrolla una faja plegada y corrida de piel fina con igual rumbo, pero con vergencia contraria. Anticlinales de escasa longitud de onda asociados a sistemas de dúplex definen aquí el frente orogénico que concentra los mayores acortamientos del área. Las reconstrucciones palinspásticas de estos sistemas frontales muestran acortamientos de hasta 12 km. Una faja de deformación cuaternaria se desarrolla en la faja plegada y corrida Guañacos controlada por el sistema de fallas de Antiñir-Copahue (Folguera et al., 2004), integrada por estructuras transpresionales, dextrógiras. Sin embargo, el principal pulso de deformación compresiva que invirtió a la cuenca de Cura Mallín se desarrolló en el Mioceno superior, responsable de la estructuración del sistema frontal asociado a la vertiente oriental de la Cordillera Principal neuquina.et al. 2010). A estas latitudes pero sobre el territorio chileno Radic et al. (2010) muestran por debajo del arco volcánico, el desarrollo de una faja plegada y corrida de piel gruesa con estructuras N y NNE, generadas a partir de la inversión de la cuenca de Cura Mallín, con una vergencia oeste. Inmediatamente al norte se desarrolla la cordillera de Mandolegüe, fomada por aparatos volcánicos cuaternarios amalgamados en un cinturón oblicuo respecto al tren andino principal, extendiéndose por más de 80 km. Dicho rasgo morfológico fue planteado como una posible zona de transferencia, la cual divide a la cuenca de Cura Mallín en depocentros aislados según Radic et al. (2001). Inmediatamente al norte de la cordillera de Mandolegüe se desarrolla la faja plegada y corrida Guañacos en secuencias de edad oligo-miocena que son exhumadas por un sistema de corrimientos con vergencia oriental. A la altura del río Lileo e inmediatamente al sur de las lagunas de Eupulafquén, se construyeron secciones estructurales a partir de nuevos datos de superficie. El desarrollo de la faja plegada y corrida de Guañacos se encuentra ligado a la inversión de hemigrábenes oligo-miocenos que generan anticlinales que alcanzan hasta los 8 km de longitud de onda. Estas estructuras poseen una vergencia hacia el oeste en territorio chileno, donde el rumbo de las mismas varía de NNE-SSO a N-S. En territorio argentino se desarrolla una faja plegada y corrida de piel fina con igual rumbo, pero con vergencia contraria. Anticlinales de escasa longitud de onda asociados a sistemas de dúplex definen aquí el frente orogénico que concentra los mayores acortamientos del área. Las reconstrucciones palinspásticas de estos sistemas frontales muestran acortamientos de hasta 12 km. Una faja de deformación cuaternaria se desarrolla en la faja plegada y corrida Guañacos controlada por el sistema de fallas de Antiñir-Copahue (Folguera et al., 2004), integrada por estructuras transpresionales, dextrógiras. Sin embargo, el principal pulso de deformación compresiva que invirtió a la cuenca de Cura Mallín se desarrolló en el Mioceno superior, responsable de la estructuración del sistema frontal asociado a la vertiente oriental de la Cordillera Principal neuquina.et al. (2010) muestran por debajo del arco volcánico, el desarrollo de una faja plegada y corrida de piel gruesa con estructuras N y NNE, generadas a partir de la inversión de la cuenca de Cura Mallín, con una vergencia oeste. Inmediatamente al norte se desarrolla la cordillera de Mandolegüe, fomada por aparatos volcánicos cuaternarios amalgamados en un cinturón oblicuo respecto al tren andino principal, extendiéndose por más de 80 km. Dicho rasgo morfológico fue planteado como una posible zona de transferencia, la cual divide a la cuenca de Cura Mallín en depocentros aislados según Radic et al. (2001). Inmediatamente al norte de la cordillera de Mandolegüe se desarrolla la faja plegada y corrida Guañacos en secuencias de edad oligo-miocena que son exhumadas por un sistema de corrimientos con vergencia oriental. A la altura del río Lileo e inmediatamente al sur de las lagunas de Eupulafquén, se construyeron secciones estructurales a partir de nuevos datos de superficie. El desarrollo de la faja plegada y corrida de Guañacos se encuentra ligado a la inversión de hemigrábenes oligo-miocenos que generan anticlinales que alcanzan hasta los 8 km de longitud de onda. Estas estructuras poseen una vergencia hacia el oeste en territorio chileno, donde el rumbo de las mismas varía de NNE-SSO a N-S. En territorio argentino se desarrolla una faja plegada y corrida de piel fina con igual rumbo, pero con vergencia contraria. Anticlinales de escasa longitud de onda asociados a sistemas de dúplex definen aquí el frente orogénico que concentra los mayores acortamientos del área. Las reconstrucciones palinspásticas de estos sistemas frontales muestran acortamientos de hasta 12 km. Una faja de deformación cuaternaria se desarrolla en la faja plegada y corrida Guañacos controlada por el sistema de fallas de Antiñir-Copahue (Folguera et al., 2004), integrada por estructuras transpresionales, dextrógiras. Sin embargo, el principal pulso de deformación compresiva que invirtió a la cuenca de Cura Mallín se desarrolló en el Mioceno superior, responsable de la estructuración del sistema frontal asociado a la vertiente oriental de la Cordillera Principal neuquina.et al. (2001). Inmediatamente al norte de la cordillera de Mandolegüe se desarrolla la faja plegada y corrida Guañacos en secuencias de edad oligo-miocena que son exhumadas por un sistema de corrimientos con vergencia oriental. A la altura del río Lileo e inmediatamente al sur de las lagunas de Eupulafquén, se construyeron secciones estructurales a partir de nuevos datos de superficie. El desarrollo de la faja plegada y corrida de Guañacos se encuentra ligado a la inversión de hemigrábenes oligo-miocenos que generan anticlinales que alcanzan hasta los 8 km de longitud de onda. Estas estructuras poseen una vergencia hacia el oeste en territorio chileno, donde el rumbo de las mismas varía de NNE-SSO a N-S. En territorio argentino se desarrolla una faja plegada y corrida de piel fina con igual rumbo, pero con vergencia contraria. Anticlinales de escasa longitud de onda asociados a sistemas de dúplex definen aquí el frente orogénico que concentra los mayores acortamientos del área. Las reconstrucciones palinspásticas de estos sistemas frontales muestran acortamientos de hasta 12 km. Una faja de deformación cuaternaria se desarrolla en la faja plegada y corrida Guañacos controlada por el sistema de fallas de Antiñir-Copahue (Folguera et al., 2004), integrada por estructuras transpresionales, dextrógiras. Sin embargo, el principal pulso de deformación compresiva que invirtió a la cuenca de Cura Mallín se desarrolló en el Mioceno superior, responsable de la estructuración del sistema frontal asociado a la vertiente oriental de la Cordillera Principal neuquina.et al., 2004), integrada por estructuras transpresionales, dextrógiras. Sin embargo, el principal pulso de deformación compresiva que invirtió a la cuenca de Cura Mallín se desarrolló en el Mioceno superior, responsable de la estructuración del sistema frontal asociado a la vertiente oriental de la Cordillera Principal neuquina.