INVELEC   23402
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOBRE EL LENGUAJE Y LA CULTURA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Alteridad, subalternidad y representación en "Nosilatiaj, la belleza" de Daniela Seggiaro
Autor/es:
ANA GABRIELA ABAN
Lugar:
Santiago del Estero
Reunión:
Encuentro; Encuentro de Jóvenes Investigadores/15; 2019
Institución organizadora:
INDES-FHCSyS Universidad Nacional de Santiago del Estero/ El Colegio de Santiago
Resumen:
Este trabajo propone indagar en la problemática sobre la representación de la alteridad y la subalternidad en la película ?Nosilatiaj, la belleza? (2012) de Daniela Seggiaro.Filmada en el interior de Salta y protagonizada por una adolescente wichí (Rosmeri Segundo en el papel de Yolanda), Seggiaro construye una trama argumental en la que, diferencias étnicas, culturales y de clase, conducen a reflexionar sobre los complejos modos de colonialismo que aún persisten en las dinámicas sociales, culturales e históricas del noroeste argentino. La película pone en escena a dos grupos sociales diferenciados por categorías étnicas, culturales y de clase. Una familia criolla de clase media emplea a Yolanda para trabajar como empleada doméstica. En un clima de aparente armonía, la adolescente wichí parece integrarse a la dinámica familiar. Sin embargo, a medida que avanza el film, se va develando un entramado de relaciones de poder y dominación que llegan, incluso, a ejercer control sobre el propio cuerpo de la protagonista.Estas páginas se interrogan, entonces, a cerca de las posibilidades de representación de la alteridad y la subalternidad en el seno de una propuesta fílmica que aboga por la visibilización de estos conflictos. ¿Cuál es el lugar que ocupa el sujeto subalterno en el universo fílmico que construye la realizadora? ¿Es posible otorgar la voz a este sujeto subalternizado tanto por su pertenencia étnica y cultural como por su condición de clase y de género?Para ello se analizan, por un lado, el universo ficcional que construye la realizadora, y por otro, el discurso de la propia cineasta en relación con los límites en la representación de un otro subalternizado.Dentro del universo ficcional, se hace hincapié, en primer lugar, en la compleja trama de relaciones que se establecen entre los dos grupos sociales diferenciados que aparecen en la película: la familia que emplea a Yolanda y la cosmovisión de la protagonista que remite permanentemente a los signos ancestrales de la comunidad wichí. En segundo lugar, se analizan las estrategias discursivas y narrativas que utiliza la realizadora para alternar entre el presente de Yolanda trabajando como empleada doméstica en casa de Sara, y el pasado en el seno de su comunidad. Por último, se indaga cómo estas estrategias permiten también alternar entre un registro ficcional, que por momentos roza lo poético, y otro que acerca a la película al documental etnográfico.En cuanto al discurso de la realizadora, se acude a entrevistas publicadas en diversas fuentes en las cuales Seggiaro manifiesta su propia ajenidad respecto de ese otro social al que se busca representar en la película y las dificultades que ello acarreó a la hora de la realización del film, pensando precisamente en los límites en la representación de la alteridad y la subalternidad. En este sentido, la incorporación de la traducción de la lengua wichí al español ?recurso que se utiliza en algunos pasajes de la película?, y su contracara, la imposibilidad de traducir otros, son aspectos sobre los cuales versan también estas páginas en un intento por responder a los interrogantes planteados en un comienzo. Desde el punto de vista teórico, dichos interrogantes dialogan con algunas reflexiones propuestas por el grupo de estudios subalternos del sudeste asiático y el grupo latinoamericano de estudios subalternos, en la medida en que ambos realizan aportes que, desde un enfoque decolonial, implican precisamente la puesta en jaque de las categorías occidentales y colonialistas con las que a menudo se representa a sujetos subalternizados, cuyas realidades necesitan ser pensadas y nombradas a la luz de sus propias visiones de mundo. De ahí la cuestión de los límites en la representación sobre la que se insiste a lo largo de estas páginas. Entre los resultados a los que arriba este trabajo se advierte, en primer lugar, un enfoque no dicotómico de las relaciones entre los sectores sociales que transitan por el universo fílmico de Seggiaro, en el sentido de que las representaciones sobre la alteridad ?pensando aquí en el modo en que la familia criolla percibe a la comunidad wichí? no implican necesariamente una dinámica de oposiciones. Aunque ello no significa la ausencia de conflictos que emanan precisamente de las diferencias étnicas y culturales que caracterizan a cada sector social y de la condición de subalternidad de uno de ellos. En segundo lugar, un espacio de enunciación ?remitiendo ahora a la voz autoral? que apuesta por la focalización desde el punto de vista de la protagonista, en un intento por recuperar los signos ancestrales de su cultura y su identidad. Sin embargo, y como se ha anticipado ya, el intento mismo de recuperar la voz y la mirada de la protagonista supone ciertas limitaciones que se desprenden de la ajenidad de la propia cineasta respecto de ese otro social al que se busca representar. En tercer lugar, es posible entrever un discurso que, acorde a la perspectiva de la realizadora, busca visibilizar las relaciones de poder y dominación que aún hoy ejerce la cultura occidental sobre esos ?otros? históricamente subalternizados en nuestra realidad continental, nacional y regional.Por último, a pesar de las relaciones poder, la subyugación y el control que hasta sobre los cuerpos puedan ejercer el hombre y la mujer blanca de la cultura occidental, ?Nosilatiaj, la belleza? puede leerse también en clave de resistencia de un otro social que desde la propia subalternidad busca reafirmar su identidad frente a siglos de colonialismo aun imperantes.