INVELEC   23402
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOBRE EL LENGUAJE Y LA CULTURA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
PANEL PLENARIO: Potencialidades epistémicas de la escritura en la formación docente continua
Autor/es:
PADILLA CONSTANZA
Lugar:
La Plata, Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Jornadas Internacionales Escritura y Alfabetización; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional de La Plata
Resumen:
El objetivo de esta presentación es considerar el lugar central que ocupa la escritura epistémica en el Postítulo Especialización Docente de Nivel Superior ?Alfabetización en la Unidad Pedagógica?, como un camino alternativo de transformación de las prácticas docentes. Este Postítulo se enmarca en un Convenio suscrito entre 11 Universidades Nacionales, el Ministerio de Educación de la Nación y 16 provincias argentinas, con la coordinación académica de Mirta Castedo (UNLP) y el asesoramiento general de Delia Lerner (UBA).En relación con este Postítulo, cabe preguntarse qué lugar ocupa la escritura en la práctica profesional docente y cómo se la utiliza en la formación continua.Cros y Barré de Miniac (1993) descubrieron en una investigación sobre escritura profesional que los docentes franceses eran los que menos escribían en comparación con otros profesionales como médicos, arquitectos y asistentes sociales. Según estas autoras, la relación de los docentes con la escritura es conflictiva, ya que muchos de ellos no han establecido un lazo con la misma porque la relacionan con los saberes consagrados o con modos de escritura literaria muy sofisticados.En cuanto a los procesos de formación profesional, Cros (2011) señala que el desarrollo creciente de talleres con la modalidad de análisis de las propias prácticas, desde hace dos décadas, ha ido favoreciendo el trabajo con una escritura ?formadora o profesionalizante? que permite aprovechar tres funciones de la misma: epistémica, heurística y comunicativa. La primera permite tomar distancia sobre lo escrito, volverlo objeto de reflexión, con vistas a producir una transformación del pensamiento, pero a la vez, conduce a hacer emergentes preguntas inesperadas, numerosas hipótesis interpretativas, a veces, contradictorias de gestionar (función heurística). Por su parte, la función comunicativa permite pasar del escrito centrado en el escritor al texto centrado en el posible lector (Flower, 1979), pero también, de la escritura privada, que ayuda a generar, ordenar, aclarar y relacionar las propias ideas, a la escritura pública (Carlino, 2006) que expone estas ideas a los colegas pero también nos expone en nuestra propia imagen profesional. Es la escritura comunicativa la que nos enfrenta con las múltiples posibilidades de interpretación de nuestro escrito, con una negociación de sentidos que nos exige afinar nuestro control sobre cada enunciado que vamos expresando, a partir de una toma de distancia y evaluación constante de nuestra práctica docente. En este mismo sentido, apunta Delia Lerner:La escritura hace visible lo que se dice, genera un objeto material (el texto) e instaura así una distancia específica entre el sujeto y ese objeto que ha producido -una distancia que no existe en la oralidad- (Lerner, 2010: 24)De allí la importancia fundamental de destinar tiempos específicos para las prácticas de escritura en los espacios de formación continua:Escribir es imprescindible para quienes asumen la docencia como profesión, es decir, como una práctica que requiere previsión, reflexión, intercambio con colegas, comunicación y discusión de experiencias, estudio constante de aportes teóricos que contribuyen a enriquecerla y profundizarla (Lerner, Stella y Torres, 2009: 139)En tal sentido, esta función comunicativa de la escritura nos abre nuevos horizontes, tanto a nosotros mismos como a los que comparten esta comunidad de prácticas (Cros, 2011), en la medida en que permite generar diferentes puntos de vista y buscar nuevos argumentos para sostenerlos o modificarlos. En esta dirección es que cobra relevancia el planteamiento de la dimensión epistémica de la argumentación, en tanto ?recurso privilegiado de mediación en los procesos de construcción de conocimiento? (Leitão, 2007: 3), ya que los procesos de revisión de las propias perspectivas permiten transformaciones cognitivas, a la vez que las formas autorreguladoras del pensamiento posibilitan la reflexión sobre los límites del propio conocimiento.La instancia de formación docente continua desarrollada en el Postítulo citado se sostiene en una modalidad semipresencial que apunta a aprovechar las potencialidades epistémicas de la escritura. Esta modalidad implica que su implementación se desarrolla a partir de un número limitado de encuentros presenciales y de un trabajo intenso y sostenido en las aulas virtuales de una plataforma que impone el desafío de ejercer la práctica epistémica de la escritura, en la modalidad digital e interactiva, a través de foros y de trabajos prácticos grupales; es decir, promueve el aprendizaje colaborativo en entornos virtuales, buscando aprovechar algunas de sus ventajas tales como la comunicación interpersonal, el fácil acceso a materiales para su puesta en discusión y para la construcción de significados comunes en los grupos de trabajo (Díaz Barriga y Morales Ramírez, 2008-2009).Son especialmente los foros los que permiten transitar el pasaje de la escritura privada o solo centrada en el destinatario-docente, a la escritura cuyos destinatarios son los compañeros docentes del aula virtual que pueden apoyar, cuestionar o aportar una nueva mirada a las participaciones de cada uno, además de las intervenciones de los tutores que van orientando el proceso de lectura y análisis de los diversos materiales que proporciona el Postítulo (material bibliográfico de diversas fuentes teóricas, registros de clases y material audio-visual de situaciones áulicas o de conferencias).Estos materiales son analizados, a partir de diversas consignas que priorizan una lectura reflexiva y articulada constantemente con la propia práctica docente. En este sentido, si bien todas las aulas de docentes, directivos y supervisores comparten la mayor parte de los materiales, hay también materiales y consignas específicas, de acuerdo con el rol que cada uno cumple en la institución educativa.Este trabajo sostenido en esta instancia de formación continua es posible porque el tiempo didáctico no se limita a los encuentros presenciales sino que se potencia en función de la organización de los cronogramas diarios y de los encuentros de los grupos de docentes en el espacio escuela.En esta oportunidad, consideramos algunos extractos de la participación en los foros de un grupo de un aula de docentes que permite apreciar, desde la propia voz, cómo van valorando esta instancia de formación y cómo van articulando las lecturas que les propone el Postítulo con la propia experiencia docente, la cual va resignificándose y retroalimentándose a medida que avanza el cursado. Al mismo tiempo explicitan la toma de conciencia acerca de la necesidad de la lectura y escritura formativas o profesionalizantes (Cros, 2011).Por su parte, los modos de intervención de los tutores son fundamentales, por cuanto ante todo valoran los aportes que van produciendo las docentes y a la vez las invitan a revisar, profundizar en algunas reflexiones y pensar en posibles modos de intervención en las propias aulas. Además de promover el trabajo epistémico con la propia escritura, alientan a los docentes a interactuar con los aportes de sus compañeros, a través de la escritura comunicativa. En tal sentido, valoran especialmente los progresos alcanzados por los docentes, tanto en el incremento de las participaciones como en la calidad de las intervenciones. Al respecto, ponen especial atención en ayudar a saltar la valla de la exposición de la propia imagen, pero a la vez solicitan la elaboración cuidadosa de las participaciones, para pasar de la escritura privada a la escritura pública.En síntesis, la escritura epistémica en el marco de un proceso de formación continua solo se entiende desde la interacción dinámica con la lectura profesional y con la discusión entre los pares y tutores: leer para escribir y escribir para compartir y/o disentir permiten revisar, mirar con renovados ojos las propias prácticas profesionales y tomar distancia para hacerlas objetos de análisis colectivo.