INVELEC   23402
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOBRE EL LENGUAJE Y LA CULTURA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Círculos de tiza. Notas sobre exilio y enfermedad en Reynaldo Arenas, Virgilio Piñera y Severo Sarduy
Autor/es:
DENISE LEÓN
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; Primer Programa Académico del Festival de la Palabra; 2015
Institución organizadora:
Universidad de San Juan de Puerto Rico
Resumen:
P { margin-bottom: 0.21cm; }La propuesta que se presenta a continuación en torno a la obra de tres poetas cubanos, implica poner en diálogo un corpus de poemas con mi trabajo de investigación desde hace ya varios años en torno a las fronteras inestables del territorio de las escrituras de laenfermedad..Territorio cuya valoración cultural implica poner establecer cruces entre distintosdominios. ¿La escritura de la enfermedad forma parte de la literatura? ¿Implica una determinada política de lo literario? ¿Se corresponde, en todo caso, con un pliegue más dentro de ese abanico de las ?escrituras del yo? -con su equipamiento de prácticas retóricas-, o nos arroja, con diferentes grados de indeterminación, a otros dominios hasta volver imposible la delimitación defronteras? P { margin-bottom: 0.21cm; }El filósofo italiano RobertoEspósito plantea una serie de tesis inquietantes en torno al concepto de persona, concepto que funciona como referencia ineludiblede los discursos filosóficos, éticos y políticos que reivindicanel valor de la vida humana en cuanto tal. Para Espósito, el paradigma personalista no consigue reunir en un único bloque de sentido espíritu y carne, razón y cuerpo, derecho y vida porque se constituye en torno a una barrera que desde el originario significado teatral la separa del rostro sobre el cual se posa. Resulta significativo para mi investigación sobre las escrituras de la enfermedad contrastar esta concepción extendida de persona que define a la persona como un absoluto señor de sí mismo y de sus actos (Jacques Maritain 1948), es decir si ejerce pleno dominio sobre su ingente parte animal, con las escrituras de la enfermedad que ponen de relieve todo eso que la concepción personalista deja fuera de lo humano. Dentro del paradigma personalista en el que estamos acostumbrados a movernos y expresarnos, como bien distinguió Helmuth Plessner, el hombre no ES un cuerpo sino que TIENE un cuerpo, es decir que lo posee y puede hacer con él lo que quiera. En situación de enfermedad, queda claro que esta suposición es absolutamente ilusoria. Pensemos solamente en la famosa cita de Pájarosde la playa deSevero Sarduy: Basta con que el cuerpo se libere del protocolosocial para que se manifieste su verdadera naturaleza: un saco depedos y excrementos. Un pudridero.