INVELEC   23402
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOBRE EL LENGUAJE Y LA CULTURA
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
La Patagonia: Viajeros al confín de los infortunios
Autor/es:
BENITES, MARÍA JESÚS
Libro:
Historia Crítica de la Literatura Argentina
Editorial:
Editorial EMECÉ
Referencias:
Lugar: Buenos Aires ; Año: 2012;
Resumen:
El navegante Juan de la Cosa firma, en el año 1500, un portulano que será la primera representación cartográfica del Nuevo Mundo. Las líneas que trazan la ruta oceánica unen dos mundos: uno profusamente ilustrado y otro que aún no ha terminado de definirse. Hacia el sur, el trazado se pierde y el último lugar geográficamente identificable es el de las costas de Brasil. El recorrido culmina en ese punto, matizado por un color verde penetrante y auspicioso. Los viajes de exploración que se emprenden a lo largo del siglo XVI intentan delinear esos contornos incompletos. La búsqueda de nuevas rutas y la necesidad estratégica de un paso que una océanos, implica alejar los barcos del mundo conocido para protagonizar travesías selladas por la desventura en geografías inhóspitas. Esa  sucesión de viajes, realizados entre los años 1520 y 1584, conforma un corpus que denomino  escrituras imperiales de los confines, expresión que involucra la idea de un espacio lejano y  próximo, un espacio que es recorrido, un viaje que se presupone como acto de apropiación. Los confines remiten al límite de cualquier territorio, a esa línea imaginaria que lo separa, divide y distingue del resto. Pero, además, el término es paradigma de palabras como confinar y confinamiento. Confín posee así una doble acepción: la de lindar un territorio con otro y, la más interesante, la de estar desterrado en un paraje asignado previamente. Este artículo recorre una serie de relatos que representan el espacio ausente del mapa, aquel que da continuidad a las líneas que se fugan en el ángulo izquierdo del portulano, a un territorio que parece resistirse a definir su geografía: la Patagonia argentina. Los textos seleccionados se adscriben, de manera general, a la categoría de ?relación?, es decir a ?la narración o informe que se hace de alguna cosa que sucedió?; entendida en estos términos, la relación posibilita la inclusión de aquellos textos que responden a un pedido oficial de escritura, como de los que surgen de la propia necesidad de referir las peripecias de la travesía.  Las escrituras imperiales de los confines se proyectan en relatos de viajes en los que converge tanto el carácter informativo, destinado a un posible marco oficial de circulación, como el contexto particular en que se producen. Se suman otros parámetros que hacen a su especificidad: un itinerario delineado y referido durante el desarrollo de la travesía y el gesto descriptivo que acompaña, con distintos matices, al hilo de la narración.    Las travesías por las costas patagónicas se hallan, asimismo, determinadas por el recorrido en un barco. A diferencia de aquellos que sólo recorren el espacio caminando, el navegante establece con el navío una proyección de sí mismo. En una geografía desolada, la embarcación se constituye en elemento esencial, ya que no sólo es un medio que colectiviza la experiencia del viaje sino que en la mente y escritura de los viajeros se configura en albergue, en el refugio que brinda la protección necesaria ante la adversidad. La Patagonia, espacio de indefinición y misterio, donde el límite marcado por de la Cosa hace presuponer nuevas rutas y puertos, es, durante el siglo XVI, escenario de infructuosos intentos colonizadores y viajes signados por el infortunio.