INVESTIGADORES
CATANZARO Gisela Mara
congresos y reuniones científicas
Título:
Imaginación igualitaria y democratización de la democracia. Aportes para un recomienzo de la dialéctica de la representación.
Autor/es:
CATANZARO, GISELA; STEGMAYER, MARIA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Simposio; VI Simposio de la Red Latinoamericana de Estudios sobre imagen, identidad y territorio "Escenarios de inquietud. Ciudades, poéticas, políticas"; 2016
Institución organizadora:
Red Latinoamericana de Estudios sobre imagen, identidad y territorio
Resumen:
¿Qué críticas de la representación y de la violencia son requeridas hoy por un pensamiento comprometido con lo que podríamos llamar una democratización de las democracias existentes? Esta pregunta concierne tanto a los modos de la crítica como a la ponderación de sus objetos, es decir, se interroga por el estatuto de las imágenes sobre las que insiste el movimiento crítico en las actuales sociedades capitalistas y en una coyuntura marcada por la violencia y el debilitamiento de los horizontes igualitarios. Desde la Segunda Guerra mundial, los énfasis teórico-filosóficos se han dedicado a alertar sobre los riesgos totalitarios actuantes en las pretensiones de representabilidad plena tanto del sujeto, como de los otros y de la comunidad. En efecto, la desnaturalización de los fundamentos ideológicos allí involucrados, emprendida por la deconstrucción derridiana, los teóricos de la comunidad desobrada, o por un culturalismo radical, por nombrar algunos exponentes de una diversidad de impulsos críticos que coinciden en este punto, nos han advertido sobre el autoritarismo subyacente a las formas de reconocimiento que presuponen figuras identitarias cerradas, ya dadas y autosuficientes. Más allá de los matices que pueden establecerse entre cada una de estas posturas, podría afirmarse de ellas que comparten el supuesto derridiano de que no hay democracia sin deconstrucción de estas figuras. Ahora bien, esto querría decir al menos dos cosas. Una: que si pretendemos proseguir la crítica en lo que concierne a la fraternización democrática, debemos plantear con Derrida que si "el hermano no es jamás un hecho" también, de modo correlativo, sin la posibilidad de figurarse un "semejante" no hay sociabilidad democrática posible. Los esfuerzos del pensamiento democrático contemporáneo se cifran entonces no solo en la deconstrucción incesante de las violencias de la representación sino también en una suerte de persistencia dialéctica capaz de llevar adelante una crítica de la deconstrucción siempre que ésta tienda a unilateralizarse en un polo, en este caso, el de los peligros o el potencial totalitario que arrastra la representación. Dicho de otro modo, se trata de no olvidar que según el modo tradicional de pensar el vínculo entre fraternidad y democracia, los límites a la representabilidad del otro son también límites a la posibilidad (democrática) de tratarlo como un igual. Es decir, si la representación vacila también vacila el principio democrático de la igualdad. Podría afirmarse que tanto la apuesta de Derrida como la de Butler en "Dar cuenta de sí mismo" apuntan, en este sentido, a una doble crítica. Avanzan, sin duda, en la crítica de la representación del sí mismo y del otro pero no descuidan, por decirlo así, la necesidad de pensar, en el otro polo de la dialéctica entre representación e irrepresentabilidad radical, el peligro que arrastra para una democratización de las democracias el abandono de la necesidad de una figurabilidad del semejante que sirva como el soporte precario (sujeto a crítica) de una imaginación igualitaria.