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Los mamíferos fósiles exhumados del Valle de Tarija (Bolivia) son motivo de estudio desde hace más de 400 años. Este clásico yacimiento paleontológico está ubicado en los alrededores de la ciudad homónima, a unos 170 km al norte de la frontera con la Argentina. Históricamente ha sido considerado, por diferentes autores, de Edad Ensenadense, Ensenadense-Bonaerense o Lujanense, correlacionándolo con el esquema cronoestratigráfico propuesto para la región pampeana de Argentina. Si bien diferentes técnicas de datación de los sedimentos portadores de esta fauna indican edades desde 0,7 a 0,027 Ma, una reciente (y aún preliminar) revisión taxonómica, tanto de antiguas colecciones de Bolivia y Argentina, como de nuevas colecciones depositadas en el Museo Nacional Paleontológico-Arqueológico (Tarija, Bolivia), permite referir sin dudas este conjunto de mamíferos al Pleistoceno medio-Holoceno temprano (ca. 0.5-0.0008 Ma; edades Bonaerense-Lujanense). Sin embargo, la presencia de restos de Arctotherium angustidens Gervais y Ameghino (AMNH 117433), fósil exclusivo del Piso/Edad Ensenadense en la región pampeana, podría estar indicando una mayor antigüedad. Desde una perspectiva paleofaunística, es destacable la alta frecuencia de restos de Gomphoteriidae y Equidae y, en menor proporción, de Hidrochoeridae y Tapiridae. Estos dos últimos taxones se encuentran restringidos en la actualidad a climas cálidos y húmedos. A su vez, la casi totalidad de los registros de Glyptodontidae está representado por restos atribuibles únicamente a Glyptodon Owen. Esto contrasta claramente con lo observado en la región pampeana, en donde los Glyptodontidae están más diversificados. En síntesis, la asociación paleofaunística exhumada del Valle de Tarija muestra diferencias significativas con aquella típicamente pampeana.

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