Un nuevo registro de Sclerocalyptus clarazianus (Glyptodontidae, Sclerocalyptini) del Neógeno de Uruguay.

ZURITA, A. E.; RINDERKNECTH, A.

Corrientes

Congreso; 8º Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía; 2002

Asociación Paleontógica Argentina y Universidad Nacional del Nordeste

Resumen. La tribu Sclerocalyptini, una de las  de mayor diversificación específica dentro de los Sclerocalyptinae, es un linaje de  gliptodontes que se extiende desde el Mioceno medio -Edad Friasense- (Scillato-Yané y Carlini, 1998) hasta el Holoceno temprano -Edad Platense- (Carlini y Scillato-Yané, 1999). A pesar de su gran diversificación taxonómica y distribución geográfica,  en el Pleistoceno medio comienza su declinación y quedan representados sólo por  dos géneros: Hoplophorus Lund, 1839 y Sclerocalyptus Ameghino, 1891. Este último género, con una amplia distribución latitudinal, que abarca desde la provincia de Chubut, Argentina (Scillato-Yané et al., 1995) al sur, hasta el Paraguay y Bolivia (Hoffstetter, 1978; Tonni y Scillato-Yané, 1997; Tonni et al., 1999; Carlini y Tonni, 2000) hacia el norte. Por otro lado, la validez sistemática de la mayoría de las  especies del género Sclerocalyptus sigue siendo, al menos, confusa, ya que muchas  de ellas han sido reconocidas por autores como Ameghino (1883, 1887, 1889), Castellanos (1925) y Gervais y Ameghino (1880) a base  de fragmentos de tubos caudales o placas de la coraza dorsal no asociados. En este marco, la especie  mejor caracterizada sin lugar a dudas es Sclerocalyptus ornatus (Owen) Ameghino, 1891, taxón que es frecuente en la Argentina, y con registros dudosos en Uruguay (Barrial Posada, 1875; Ameghino, 1889), en sedientos eólicos  referibles al Plioceno tardío – Pleistoceno medio, esto es, Edad Ensenadense (ver Cione y Tonni, 1999). En  Uruguay, la situación parece ser inversa ya que, además de los escasos registros de S. ornatus (ver Barrial Posada, 1875; Ameghino, 1889), la otra especie presente (y por el momento endémica) es S. clazarianus  Ameghino, 1889. En este sentido, es importante destacar que este último taxón fue reconocido por Ameghino (1889) sobre la base de un fragmento distal de un tubo caudal figurado por Lydekker (1887) y depositado en el British Museum of Natural History con el número 76.  Hasta la realización de este trabajo, constituía la primera y única cita de la especie.  La menor frecuencia de Sclerocalyptini pleistocenos al Este del actual río Paraná-río de la Plata en este país puede tener dos orígenes: el primero puede corresponderse con la falta de prospección del terreno y la poca representatividad de sedimentos ensenadenses; y el segundo, puede estar relacionado con una problemática paleozoogeográfica, hipótesis que se ve apoyada por los escasos registros de esta tribu en zonas geográficamente cercanas al área en estudio, como la Mesopotamia argentina (Noriega et al., 2001) y el sur del Brasil (Bombin, 1976). Dentro de este marco, la presente contribución tiene por objetivo dar a conocer un nuevo registro (el segundo) del Sclerocalyptini Sclerocalyptus  clarazianus  y precisar los caracteres diagnósticos de este taxón.