INVESTIGADORES
LONGONI Ana
libros
Título:
Traiciones. La figura del traidor en los relatos acerca de los sobrevivientes de la represión
Autor/es:
LONGONI, ANA
Editorial:
Norma
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2007 p. 220
ISSN:
987-545-423-0
Resumen:
Una de las preguntas que subyacen en este libro es en qué ha contribuido la literatura al debate colectivo sobre las prácticas de la militancia revolucionaria de los setenta y al procesamiento del trauma social causado por la última dictadura argentina. Una respuesta posible: la literatura pone en texto, manifiesta en su propia materialidad, las dificultades sociales para procesar lo ocurrido. Ello se vislumbra, en particular, en torno al tratamiento sobre los detenidos-desaparecidos sobrevivientes (reaparecidos) y a los límites colectivos de volver audible su testimonio, su voz. En ese tópico me centro aquí, poniendo en relación y contrastando tres textos ficcionales con los testimonios de los sobrevivientes. Estas voces, que a fines de los setenta habían adoptado la forma de la denuncia en organismos internacionales y ante los medios, y en los ochenta fueron cruciales en instancias judiciales (como en Juicio a las Juntas en 1985), hoy se inscriben en géneros escritos diversos que van desde el testimonio colectivo o individual al ensayo sociológico. Focalizo mi análisis en tres novelas: Miguel Bonasso terminó de escribir Recuerdo de la muerte en 1983 y publicó su primera edición en 1984; Rolo Diez publicó en México Los compañeros, también en los años ochenta y luego la reeditó en La Plata en 2000; Liliana Heker publicó El fin de la historia en 1996. Elegí centrarme en un universo acotado a apenas tres textos porque encontraba en ellos un estatuto semejante entre la ficción y el testimonio, del que se desprendía un pacto de lectura ambiguo. Y esa ambigüedad tiene que ver, a mi entender, con la mediación que el autor o la autora proponen sobre las voces de sobrevivientes de los campos de concentración argentinos, desaparecidos reaparecidos cuyos relatos son la base de las historias relatadas en clave de ficción. Estos textos ponen en circulación masiva determinados relatos (y juicios de valor implícitos o explícitos) acerca de lo ocurrido dentro de los campos de concentración y exterminio que a veces refuerzan el estigma de traición que pesa sobre los sobrevivientes por el hecho mismo de haber sobrevivido cuando la inmensa mayoría de los secuestrados fueron exterminados. Lo que intento en mi trabajo es disociar la fuerte estigmatización del sobreviviente como necesariamente traidor, delator, colaborador. En los textos analizados, las ?traidoras? se deslizan a la condición de putas. El sometimiento sexual de las prisioneras es calificado como seducción, provocación, estigma o destino inmodificable de su género. Esta condición de ?putas? es atribuida exclusivamente a las mujeres, nunca a los hombres cuya ?traición? tiene siempre un signo de conversión ideológica o moral, nunca ?al menos nunca en estos textos- de entrega sexual. Los relatos de vínculos amorosos entre torturadores y secuestradas han recibido allí tratamientos escandalosos, voyeuristas y sensacionalistas.