INVESTIGADORES
LONGONI Ana
congresos y reuniones científicas
Título:
Siluetas, fotos, escraches: Políticas visuales del movimiento de derechos humanos desde la última dictadura
Autor/es:
ANA LONGONI
Lugar:
Tilcara, Jujuy
Reunión:
Conferencia; Ciclo Café Cultura; 2008
Institución organizadora:
Secretaría de Cultura de la Nación
Resumen:
En la charla plantearé un recorrido por distintas estrategias creativas desplegadas en el movimiento de derechos humanos desde comienzos de la última dictadura hasta la actualidad, a fin de hacer visible en la sociedad la denuncia de las desapariciones forzadas de treinta mil personas en manos del Terrorismo de Estado. Estos recursos visuales se producen en acciones callejeras, llevados a cabo por numerosos manifestantes que se arriesgan a buscar modos de representar lo irrepresentable del horror. Muy pronto, ya  en sus primeras rondas en 1977, las Madres de Plaza de Mayo esgrimieron en sus manos o portaron sobre sus cuerpos las fotos de sus hijos desaparecidos. Esas imágenes, extraídas del álbum familiar o del documento de identidad, son contundentes en insistir en que cada uno de los desaparecidos (cuya existencia era, como sabemos, negada por el Estado) tuvo una biografía y una identidad, un rostro, un nombre, una familia, una vida previa a la desaparición. La realización de siluetas es la más recordada de las prácticas artístico-políticas que proporcionaron una potente visualidad en el espacio público de Buenos Aires y muchas otras ciudades del país a las reivindicaciones del movimiento de derechos humanos en los primeros años de la década del ’80. Consiste en el trazado sencillo de la forma vacía de un cuerpo a escala natural sobre papeles, luego pegados en los muros de la ciudad, como forma de representar “la presencia de una ausencia”.  Además de considerar las derivas más recientes de estos signos, me detendré en la invención de los escraches, una modalidad de acción directa que los HIJOS generaron desde mediados de los años noventa, como forma de evidenciar públicamente la impunidad de los represores. Algunos colectivos de artistas se involucraron activamente y aportaron lo suyo para lograr una identidad característica a esta práctica, que contribuyó a la revitalización de la lucha por los derechos humanos en el país en los últimos años.