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Los plásticos son usados para la fabricación de envases para alimentos debido a sus propiedades, entre ellas, resistencia mecánica y ligero peso. Los envases plásticos permiten retardar o prevenir el deterioro del alimento debido a factores externos como el oxígeno, luz y microorganismos. Esto permite almacenar alimentos sin alterar su calidad y mantenerlo bajo perfectas condiciones higiénicas. Los polímeros empleados para estos envases contienen, en general, aditivos tales como pigmentos, plastificantes, lubricantes, estabilizantes y antioxidantes, necesarios para mantener la calidad del mismo y mejorar el aspecto del envase final. Según datos bibliográficos, existe una potencial migración de estos aditivos desde el envase al alimento contenido en él, la cual es favorecida por las características físico-químicas del alimento y el tiempo de contacto con el envase plástico.1 Este fenómeno es de particular importancia al considerar que algunas de las sustancias lixiviadas son tóxicas, tal como es el caso del Cadmio, el cual es empleado como aditivo o catalizador en los procesos de producción del polímero. La toxicidad de este metal es elevada, aún en bajas concentraciones.2El contenido de Cd2+ en polímeros puede variar en un amplio rango de concentraciones, encontrando niveles entre los mg kg-1 y en el orden de los vestigios. Las metodologías analíticas para determinación de metales por espectrometría de absorción o emisión atómica requieren de digestiones ácidas de las muestras y posterior dilución, permitiendo este procedimiento la puesta en solución del analito. Pero este tratamiento de muestra disminuye inevitablemente la concentración del analito en solución, lo cual exige el uso posterior de técnicas analíticas de detección altamente sensibles y en muchos casos costosas. Una alternativa para la determinación de metales a niveles en el orden de los vestigios involucra métodos de preconcentración mediante procedimientos de extracción con solventes y reactivos orgánicos adecuados. En este sentido, en los últimos años los Líquidos Iónicos a Temperatura Ambiente (RTIL) se presentan como una alternativa al uso de solventes orgánicos convencionales.3Los RTIL son sales líquidas eléctricamente neutras cuyos cationes son orgánicos y los aniones inorgánicos. Sus aplicaciones se amplían hacia diversas ramas de la ciencia como una alternativa a los solventes orgánicos tradicionales, debido a sus excepcionales propiedades físico-químicas, tales como baja presión de vapor, estabilidad química, gran capacidad extractiva, posibilidad de reciclado, etc., lo cual los hace además, compatibles con el ambiente.En el presente trabajo se propone el empleo del RTIL hexafluorofosfato de 1-butil-3-metilimidazol, el cual fue utilizado como medio para extracción y preconcentración de Cd2+ complejado con el reactivo quelante 2-(5-bromo-2-pirilazo)-5-dietilaminofenol (5-Br-PADAP) dado que el mismo forma sistemas bifásicos con soluciones acuosas. Posteriormente, el contenido de Cd2+ preconcentrado en la fase de RTIL fue analizado por medio de un sistema de inyección en flujo acoplado a la espectroscopía de absorción atómica con llama (FIA-FAAS). La metodología analítica propuesta fue aplicada para la determinación de Cd2+ a niveles de ng g-1 en diversos polímeros utilizados comúnmente para la fabricación de envases en la industria alimenticia. Esta metodología permitió una evaluación del contenido de Cadmio presente en diversos plásticos y un estudio comparativo fue desarrollado basado en esta metodología.

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