Mapa geomorfológico de la región comprendida entre el valle del río Pico, cordón del Cherque y lago Fontana, Cordillera Patagónica y Precordillera del Chubut

ESCOSTEGUY, L.D.; DAL MOLIN, C.; GEUNA, S. E.

Puerto Madryn

Congreso; XXI Congreso Geológico Argentino; 2022

Se presentan los resultados del mapeo de la Hoja Geológica 4572-I y 4572-II, Gobernador Costa, provincia del Chubut (Escosteguy et al. 2021). Al oeste dominan las estribaciones orientales de la Cordillera Patagónica Septentrional, en la que prevalece un paisaje montañoso con grandes lagos, que fue modelado por una intensa actividad glaciaria que actuó principalmente durante el Pleistoceno. Hacia el este, en el dominio de la Precordillera del Chubut y la Patagonia extra andina, sobresalen importantes cordones serranos y extensas planicies glacifluviales, donde predominó un modelado por acción fl uvial y de remoción en masa. La distribución de las geoformas (Fig. 1) permite diferenciar cuatro unidades geomorfológicas.La primera unidad geomorfológica, la más occidental, se caracteriza por un alto relieve cordillerano, abrupto y labrado en rocas duras, resistentes a la erosión; en el mapa, se observa como un área con predominio de paisaje montañoso labrado en volcanitas jurásicas y plutonitas cretácicas. Se observan rocas aborregadas, morenas, lagos y los picos más altos de la zona que superan los 2000 m s.n.m. Si bien en esta unidad predominan las geoformas de erosión, en gran medida glaciaria, también hay geoformas de acumulación, como las morenas que se ubican en el fondo de los valles, en los sectores más elevados de la cordillera. Estas morenas serían el registro del último estadio glaciario, la evidencia más moderna de la presencia de hielo en forma de glaciares alpinos. Se hallan los rastros de la máxima altura de englazamiento, de entre 1200 y 1400 m, por debajo de esa altura, muestran formas aborregadas, surcos, estrías, y marcas semilunares, como se observa alrededor de los pequeños lagos glaciarios.La segunda unidad geomorfológica, situada al norte de la comarca, en el sector de Río Pico, representa la huella de una enorme lengua glaciaria, un extenso valle en ?U? de rumbo oeste-este. Este valle representó la principal descarga oriental de la glaciación, junto con los valles de los ríos Cisnes (en territorio chileno) y Senguer. El valle del río Pico tiene la particularidad de haber albergado un enorme paleolago de origen glaciario, cuyo tamaño fue de 50 km de largo por 25 km de ancho, con 300 m de profundidad aproximadamente. En esta gran cuenca se puede diferenciar un sector central profundo con extensas planicies glacilacustres, y otro periférico, más elevado, con numerosos cordones concéntricos muy bien conservados de morenas terminales laterales y frontales. Están evidenciando registro de avances y retrocesos de los glaciares, acontecidos principalmente durante el Pleistoceno. Los depósitos de las distintas etapas fueron separados de acuerdo a sus posiciones relativas, desde los más antiguos, cuyo registro alcanza los sectores más externos y orientales, hasta los más modernos, más internos y proximales a la cordillera. El arco morénico Baguales, siendo el primero, cronológicamente el más antiguo, es el de registro más fragmentario. Las morenas frontales se encuentran al este del arroyo Cherque a una cota de 1300 m s.n.m., las morenas laterales se sitúan en la loma Baguales, entre 1300-1400 m s.n.m., en el límite con Chile, y alrededor de la cuenca del lago Fontana en una cota similar. El arco morénico Cherque, siendo el segundo cronológicamente, se encuentra bien conservado y por lo tanto es el de mayor extensión y tamaño. Sus morenas generan un desnivel que alcanza los 16 m, a una cota máxima de 1300 metros. En este estadio, los glaciares avanzaron hasta el arroyo Cherque. Sus planicies glacifluviales forman un tapizado subhorizontal que va disminuyendo en espesor y en granulometría hacia el este. Al norte de la cuenca del lago Fontana se encuentran algunos relictos de morenas laterales que se habrían depositado en el mismo estadio. Los arcos morénicos Tremenhau y Las Mulas, dispuestos de forma concéntrica, entre 950 y 1150 m s.n.m., son de menor ancho y altura que los precedentes. Puede observarse la morfología externa de lomadas y depresiones (relieve hummocky), particularmente en el Drift Las Mulas, aunque también es visible en los remanentes de Tremenhau mejor preservados de la erosión. Las planicies glacifluviales del Tremenhau están bien conservadas y ocupan grandes extensiones. En el sector del arroyo Frías son frecuentes los bloques erráticos en la zona fronteriza, entre los Grupos Río Frías y El Arenoso de Gendarmería Nacional, algunos de tamaño excepcional, de hasta 120 m3. El arco morénico Jaramillo, fue generado por un lóbulo alimentado por la coalescencia de varios glaciares, lo que dio origen a cordones largos, angostos y reducidos en espesor, dispuestos sobre rocas aborregadas de volcanitas jurásicas. Tienen muy buen desarrollo al este de los lagos Nº 1 y Nº 2, y al noreste de la laguna Vilchez. Más hacia el oeste y al pie de la cordillera, se distinguen los depósitos morénicos del Drift Las Pampas, en forma de morenas terminales y de fondo, y planicies glacifluviales muy disectadas.La tercera unidad geomorfológica corresponde al conjunto de serranías de mediana altura que se disponen en la mitad oriental de la hoja. La faja serrana tiene una orientación general SSO-NNE, e incluye a los cordones del Cherque, Apeleg, Payaniyeu, entre otros. En este sector el paisaje, de rocas volcánicas y sedimentarias, fue modelado esencialmente por la acción fl uvial con redes de drenaje dendríticas a subdendríticas y procesos de remoción en masa. En algunos sectores conforman badlands. La última unidad geomorfológica, situada al sureste de la comarca, en el sector extra andino, es una extensa llanura de suave pendiente hacia el este y sureste. Está formada principalmente por planicies glacifluviales, generadas durante el primer y segundo estadio glaciar, y por terrazas y planicies aluviales.En algunos sectores de la comarca, el paisaje es volcánico, formado por coladas y cuellos volcánicos. La remoción en masa se manifiesta especialmente en deslizamientos rotacionales, favorecidos por las condiciones litológicas y morfológicas. En esta región patagónica el viento es un agente modelador muy importante, con una dirección predominante oeste a este. Se genera deflación de material fino principalmente al este de los lagos y bajos; por otro lado, se han observado formas de acumulación menores, tales como dunas vinculadas a planicies y terrazas aluviales.