IBAM   22618
INSTITUTO DE BIOLOGIA AGRICOLA DE MENDOZA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Respuesta fisiológica de Vitis vinifera L. cv. Malbec a la radiación UV-B solar en viñedos de altura
Autor/es:
FEDERICO BERLI; RODRIGO ALONSO; RUBÉN BOTTINI
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Encuentro; Segunda Reunión de Fotobiólogos Moleculares Argentinos; 2013
Institución organizadora:
MPI-Muelheim, Univ. Nac. Córdoba, CONICET
Resumen:
Malbec es la variedad de uva más importante en la vitivinicultura de Argentina. En Mendoza, donde se produce el 80% del total nacional, las zonas ubicadas a mayor altitud aumentan la superficie cultivada, ya que en ellas se obtienen uvas con altos contenidos de compuestos fenólicos, responsables de muchas de las características organolépticas deseadas en los vinos tintos. La radiación ultravioleta-B (UV-B; 280-315 nm) que llega a la superficie de la tierra es mayor a medida que aumenta la altitud, y los viñedos de altura reciben niveles de UV-B que si bien incrementan la calidad enológica de las uvas (altos contenidos de compuestos fenólicos), también reducen el tamaño de las bayas y el rendimiento en frutos (1). Estos resultados podrían ser consecuencia de efectos dañinos de este tipo de radiación que producen daño oxidativo y reducciones en el crecimiento vegetativo de las plantas (menor fotosíntesis), o que los mecanismos de defensa de los tejidos hacia la señal de UV-B o contra el daño producido por la misma, re-direccionan el metabolismo para producir compuestos con capacidad antioxidante en vez de metabolitos primarios. Para intentar responder esto, realizamos ensayos a campo durante tres temporadas de cultivo (2008-2011) en un viñedo comercial de Malbec ubicado a 1450 msnm. Las plantas recibieron UV-B solar (tratamiento +UV-B) o se les excluyó este tipo de radiación desde el momento de brotación hasta cosecha (tratamiento -UV-B), mediante la utilización de coberturas con polietilenos transparentes y poliésteres que filtran UV-B, respectivamente. Al inicio del experimento y cada 15 días hasta cosecha se registró el crecimiento de los tejidos vegetativos y analizó la morfología de las hojas, y la integridad y la eficiencia del complejo fotosintético. Asimismo, medimos la capacidad antioxidante, el daño oxidativo, y diferentes mecanismos de protección. Se encontró que la exposición de las plantas a +UV-B redujo la fotosíntesis neta y la conductancia estomática de las hojas, y que esto ocurre principalmente por limitaciones en el intercambio gaseoso y no por daños estructurales a los fotosistemas. También +UV-B disminuyó el área foliar de las plantas reduciendo la fijación neta de carbono y el crecimiento de los tejidos vegetativos. En +UV-B las hojas aumentaron su espesor y acumularon más pigmentos fotoprotectores (compuestos fenólicos que reducen la penetración de UV-B hacia las partes más sensibles) y prolina, incrementando su capacidad antioxidante (ORAC; capacidad de absorción de radicales oxígeno). Los mecanismos de defensa desencadenados por +UV-B redujeron la peroxidación de lípidos (daño oxidativo en las membranas celulares), pero no fueron efectivos en proteger a los pigmentos fotosintéticos. Esto último se observó únicamente cuando los pigmentos fueron expresados por peso seco de hoja, ya que el efecto de +UV-B desaparece al expresarlos por área foliar (las hojas más gruesas en el tratamiento +UV-B producen una concentración, más pigmentos por área foliar, enmascarando el efecto deletéreo directo de +UV-B). También se encontró que los efectos de los tratamientos de UV-B dependen de los diferentes momentos de la ontogenia de los tejidos pero también de otras condiciones ambientales, como la radiación solar total y la temperatura del aire. Los resultados de este trabajo fueron publicados en Physiologia Plantarum.