Hacer historia es hacer política

MUDROVCIC, MARÍA INÉS

Lucha Armada en la Argentina. Anuario 2010

Ejercitar la memoria editores

Lugar: Buenos Aires; Año: 2010; p. 134 - 144

Historia, memoria y política: el desafío para una historia reciente María Inés Mudrovcic Universidad Nacional del Comahue-Conicet Hacer historia reciente es hacer política, quien pretenda  lo contrario, quien crea que el  historiador es un buscador de verdades, aunque las entienda como provisorias o probables, se habrá equivocado de oficio. No es que al historiador no le interesen las verdades –como que el 14 de julio de 1789 se tomó la Bastilla o que el 24 de marzo de 1976 comenzó el denominado “Proceso de Reorganización Nacional”- pero éstas constituyen las herramientas más primitivas de su tarea, si es que no quiere ser confundido con un mal filósofo. El historiador se ocupa del sentido de las acciones humanas, del decir y del hacer de hombres y mujeres del pasado, no de su “verdad” ([1]). Y es en este punto en que historia reiente y política convergen. Así fue concebida en la antigua Grecia donde el historiador era un ciudadano encargado de recordarles a sus otros partisanos las grandes gestas del pasado. Historia, memoria y política coexistían en una relación no problemática A ningún ateniense se le hubiese ocurrido que cuando Herodoto escribía sus historias dejaba de ser un “ciudadano comprometido” para pasar a ser un “analista crítico”. ¿Qué pudo haber ocurrido para que hoy, en ciertos ámbitos en Argentina, pueda concebirse un divorcio entre ser historiador y ser ciudadano? [1] .  Koselleck lo señala claramente. El problema no es el “hecho de que una guillotina de cierto peso le separó la cabeza del tronco” sino determinar si “Luis XVI fue asesinado, o bien ajusticiado o directamente castigado”, Futuro pasado. Para una semántica de los tiempos históricos, Paidós, España, 1993, p. 174.