IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Los ochenta en América Latina. Más allá de ?transiciones? y de ?pérdidas?
Autor/es:
ALEJANDRO SCHNEIDER
Editorial:
Ediciones Imago Mundi
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2019 p. 226
ISSN:
978-950-793-320-2
Resumen:
El presente libro tiene como objetivoofrecer una mirada histórica sobre América Latina durante la década de 1980.Los trabajos que lo integran, a pesar de las distintas estrategiasmetodológicas empleadas, objetos analizados, escalas y problemas abordados,permiten de manera conjunta discutir un momento reciente de la región nodemasiado atendido por parte de los historiadores durante mucho tiempo. Esta delimitación profesional, o si se quieredisciplinar, sin embargo, no debe entenderse como una declamación que intentareivindicar una porción de la historia como propia. Nada de eso. Afirmar quelos capítulos que integran este volumen están escritos por historiadores, tienecomo fin advertir los últimos avances que han comenzado a registrarse por partede esta comunidad académica en el estudio de un período que, en términosgenerales, ha estado dominado por la ciencia política, la economía y en menormedida la sociología. Las razones de la preeminencia de estas disciplinas en lainterpretación de la década del ochenta han sido varias. Los politólogos fueronquienes estaban en mejores condiciones para enunciar las preguntas que sedeseaban responder por ese entonces, vinculadas al problema que conllevaba elfin de los gobiernos dictatoriales, el advenimiento de regímenes democráticos ylas medidas de tipo institucional que pondrían fin a la violencia políticareinante. Esta cuestión pasó a ser reconocida como un punto central de lasdenominadas «transiciones» latinoamericanas por parte de una literaturadedicada a los años ochenta. Del lado de los economistas en tanto, la cuestiónera otra. Desde sus perspectivas, el principal interrogante de América Latinapasaba por dilucidar los «problemas de desarrollo» que experimentaban suseconomías, asociados a la caída de sus actividades productivas y del bienestarsocial de gran parte de la población. A raíz de este diagnóstico, enunciadodesde distintos focos de producción académica y aún técnica, comenzó acaracterizarse a los ochentas como una «década perdida», debido a la escasadistribución de la riqueza, un progresivo aumento de la desocupación y lasdificultades financieras y fiscales que afrontaban los Estados a raíz del pagode la deuda externa. De tal forma ambas nociones, la de «transiciones» y la de«década perdida», hacia mediados y fines de los años noventa del siglo pasado,gozaban de un amplio predicamento entre intelectuales, académicos y políticos ala hora de caracterizar a los ochenta. Frente a este panorama dominado por laspreguntas y preocupaciones de la ciencia política y la economía, desde hace variosaños se asiste a un nítido cambio de perspectiva en el campo de las cienciassociales y humanidades gracias a un mayor involucramiento de los historiadores enel campo de lo que muchos han denominado como la ?historia reciente?