IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Hombres, poder y conflicto. Estudios sobre la frontera colonial sudamericana y su crisis
Autor/es:
EMIR REITANO; PAULO POSSAMAI
Editorial:
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación UNLP
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2015 p. 368
ISSN:
978-950-34-1235-0
Resumen:
Qué papel ha jugado la frontera en la Historia Colonial Americana? Desde un primer momento la frontera fue parte de la conquista y colonización de América consolidándose la misma de las formas más diversas según las regiones del continente. Es así que coexistieron en la historia varios tipos de frontera: una frontera permeable, pensada como un área regional y otra más rígida delineada en torno a una línea divisoria de dos mundos diversos. Esto nos lleva hacia una interpretación mucho más amplia y compleja sobre el concepto ?frontera? por los amplios factores que engloba. Este concepto tiene su origen a partir de los enfoques de Turner, para quien, el término, era elástico y definía una frontera permeable como un espacio abierto a la expansión. La concepción turneriana de la frontera fue retomada en nuestra historia regional por diversos autores en función de la historia americana. Al respecto Diana Duart señaló Las fronteras internas fueron esos espacios marginales, en donde gente de distintas culturas interactuaba en el marco de condiciones particulares y se desarrollaban instituciones específicas... en América Latina se desarrollaron, desde los inicios, distintos tipos de fronteras dadas por el factor humano, la tipología espacial y la actividad económica...En tal sentido también debe admitirse que la frontera modeló el funcionamiento de la política, la sociedad y la economía. De este modo la frontera era un lugar donde existía el contacto y se cruzaban las más variadas influencias culturales, económicas, sociales y políticas. Debemos considerar también que la conformación de la frontera estaba directamente relacionada con el proceso histórico que daba origen a su formación. Así podemos afirmar que no existía un tipo único de frontera sino que adquiría sus propios ribetes de acuerdo a dónde se originaba. En la actualidad muchas investigaciones se encuentran debatiendo sobre la problemática de las fronteras desde varias perspectivas y todas ellas nuevamente diversificaron el paradigma tradicional. Estas investigaciones tuvieron en cuenta las peculiaridades organizativas desde distintos puntos de vista, no sólo el político y económico sino también cultural, religioso, étnico y lingüístico. Bajo esta perspectiva el concepto de frontera adquiere una forma mucho más amplia y se nos revela como una frontera de límite, de confín, de algo mucho más difuso y cambiante. Así, la frontera, genera un espacio en ocasiones poco definido, extenso, claramente permeable y poroso que permite no sólo fenómenos de exclusión y segregación sino también de inclusión e integración a ambos lados de sus propios límites. Dentro de ese espacio se pudieron generar nuevos y fluctuantes consensos surgidos, en algunas ocasiones, a partir de tensiones y conflictos. Muchos autores nos preguntamos acerca de las múltiples formas que asumieron las tensiones, las rivalidades, las negociaciones y las solidaridades a través de las cuales se manifestaron todas estas transformaciones. Nos preocupan cuáles fueron los intereses en pugna y los medios utilizados para zanjar las diferencias en cada uno de los conflictos, como también qué estrategias predominaron para su resolución y qué papel jugó la violencia, entre otros aspectos. El libro que el lector tiene en sus manos intenta desentramar algunos aspectos todavía oscuros sobre la frontera y se estructura en función a estas ideas. La obra se caracteriza por aglutinar a un grupo de autores heterogéneos desde el punto de vista de su nacionalidad y su formación, sin embargo todos ellos examinan a partir de sus divergentes miradas las diversas problemáticas generadas en la frontera lusoespañola. De este modo, la obra intenta romper barreras entre las diversas producciones historiográficas del Brasil e Hispanoamérica.La introducción temática nos desvela con un extenso trabajo de Juan Marchena quien indaga en larga duración las repercusiones que tuvieron los conflictos hispanolusitanos de la península en el plano americano, desde el Amazonas hasta el Río de la Plata. Así este trabajo permite adentrarnos en el otro plano del libro que analiza la guerra en la frontera; en primer lugar hacia el sur rioplatense y luego, en un segundo bloque, se traslada el análisis hacia la frontera norte de la región platina.Cabe destacar que para llevar a cabo nuestro trabajo ubicamos al área rioplatense, como parte constitutiva de una extensa área de frontera hispanolusitana e indígena. En lo que respecta a las relaciones hispanolusitanas en el área rioplatense podemos observar que la misma fue un espacio de constantes intercambios entre españoles y portugueses. Luego del Tratado de Tordesillas el área rioplatense quedó definitivamente signada como una región de frontera. La imposibilidad de establecer una longitud terrestre y señalar exactamente el lugar donde pasaba la línea imaginaria de Tordesillas dejó definitivamente establecida la región como área de frontera entre las coronas peninsulares. En esta región las relaciones entre súbditos de ambas coronas se dio de forma demasiado particular. Estos individuos percibían la realidad de frontera como lo cotidiano, muy alejado de las perspectivas geopolíticas de las respectivas coronas. De este modo, entendiendo al Río de la Plata como espacio de frontera en el mundo tardocolonial, podemos comprender mejor el arribo de españoles y portugueses que llegaban a la región con la idea de asentarse y ejercer su ocupación, como integrantes de la comunidad dentro del ámbito rioplatense. Siguiendo con la idea de permeabilidad de la frontera, un tercer plano del trabajo se aboca a las fronteras en movimiento. Entendiendo a la frontera como ese lugar permeable abierto en el que interactúan todas las sociedades, la hispanocriolla (con sus propios conflictos internos), la portuguesa y la indígena, se generó dentro de este mundo un complejo mosaico étnico en donde las coronas peninsulares tuvieron que idear diferentes modelos de control y organización.Por último la historiografía, memoria e identidad cierra el libro con su estructura temática singular. Los estudios hechos bajo esas perspectivas nos permiten percibir cómo la construcción de las fronteras sigue siendo vista y sentida por los historiadores y sus lectores. Eso es muy importante, pues si la demarcación de las fronteras supuso problemas diplomáticos y prácticos en el período colonial, el esfuerzo por demarcarlas fue mucho más intenso después de la creación de los estados nacionales que sucedieron a los dominios ultramarinos de España y Portugal en América y que buscaron, en los tratados entre las dos coronas, establecer las fronteras de los nuevos estados. Todavía hoy algunas fronteras siguen en litigio en nuestro continente y, por eso, algunos de los trabajos aquí presentados siguen generando controversias.Somos conscientes de que éste es un aporte que no da por terminada la temática de la frontera sino que abre nuevos interrogantes. Pretendemos de este modo abrir un espacio para el debate y lograr que nuevas investigaciones salgan a la luz, tal vez con diferentes abordajes teóricos y metodológicos dentro de una temática tan compleja en la que aún quedan muchos aspectos por visualizar.