LITERATURA Y REFLEXIÓN LINGÜÍSTICA

PIATTI, GUILLERMINA

EDULP

Lugar: La Plata; Año: 2015 p. 98

978-987-1985-46-3

     Saber una lengua no es solo conocer su léxico y sus reglas gramaticales. Saber una lengua es comprender y producir textos de variedad tipológica y genérica, adecuados a la situación comunicativa en la que es preciso interactuar. De este modo, la articulación de la gramática, los usos, las funciones en relación con la situación comunicativa, queda plasmada en una unidad de sentido.  La incorporación de los textos literarios, caracterizados por un plus significativo, amplía aún más el horizonte de la competencia comunicativa y cultural de los alumnos.      Precisamente es el texto, considerado de manera multidimensional, el eje de la enseñanza en los cursos ELSE. Los contenidos gramaticales se ven ?en acción? relacionados con la función y la situación comunicativa en la cual se enmarcan dichos usos. Asimismo, la gramática, abordada desde la reflexión lingüística, instrumenta la comprensión y la producción de textos contextualizados que responden a ciertos fines comunicativos.      Por su parte, la literatura cumple con el objetivo comunicacional y agrega, además, un valor estético ausente en otros textos. Considerada como práctica cultural, la literatura puede contribuir con el desarrollo de la competencia comunicativa, particularmente en la consecución de dos objetivos: por un lado, el trabajo sobre la lengua y la reflexión lingüística sobre los usos especiales de la lengua, propios de la literatura, y, por otro lado, el estudio del vínculo de la literatura con el medio social y cultural, lo cual permite la ampliación del horizonte sociocultural de los alumnos extranjeros, inmersos en un contexto que les es ajeno y que precisamente la literatura puede ayudarlos a interpretar. En su rol de lectores, los alumnos acceden a los textos a la luz de su conocimiento previo y simultáneamente, al incorporar nueva información, modifican ese saber anterior.      En este libro proponemos una selección de textos literarios que permiten desarrollar ciertos contenidos gramaticales de menor y mayor complejidad. Hemos comprobado que la reflexión lingüística sobre la literatura por parte de los alumnos constituye una fuerte motivación  para el aprendizaje. Mientras que la enseñanza de la gramática puede instituir una clase asimétrica, donde el profesor es el que sabe y los alumnos los que deben aprender, el acercamiento a la Literatura desde la reflexión lingüística crea una clase más simétrica: las posibilidades de discutir sobre las interpretaciones de los textos provoca auténticas interacciones de intercambio de opinión. Los alumnos leen, reflexionan,  interpretan, incorporan sus saberes previos y a través del diálogo son constructores de su propio conocimiento.