IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Una historia de espíritus: lengua, política y secularización en el siglo XIX
Autor/es:
JUAN ANTONIO ENNIS
Lugar:
La Plata
Reunión:
Jornada; Jornada de investigadores. Proyecto H768 Genealogías urbanas, construcción de ciudadanía y tensiones de lo político en la relación entre literatura latinoamericana y procesos de secularización en los s. XIX y XX-XXI; 2019
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata
Resumen:
El trabajo propone un repaso del lugar de la noción de "espíritu" [Geist] en relación a la lengua o la comunidad de sus hablantes en un corpus textual construido a partir de una serie de textos canónicos para el proceso de emergencia y afianzamiento de las ciencias del lenguaje en la Modernidad, a partir de la perspectiva ofrecida por lo que del Valle ha dado en llamar una historia política de la lengua, y tomando especialmente en consideración el modo en el cual la proliferación de esta noción en el corpus resulta relevante para el estudio del desarrollo de las lenguas y sus saberes en la modernidad desde la perspectiva de la secularización. Así, si la gramática prescriptiva que tanto la filología de Wolf como la de Schlegel y Bopp desdeñaban procuraba disciplinar una práctica, la gramática descriptiva que promueven la filología y la lingüística moderna, por el contrario, obtiene su objeto al abstraerlo del contexto de uso. Esto no es solamente un modo de descartar los azares de la praxis, sino también una forma de producir el objeto que apunta a la producción de una realidad, de una existencia autónoma que otorga consistencia a la comunidad de sus depositarios. Este nuevo objeto juega un papel central en la formación de la nación como representación colectiva secularizada, que refuncionaliza en sus modos de representarse elementos provenientes del universo de la religión sobre todo cristiana, como el espíritu, el alma, la sacralidad y la santidad. Allí donde el purismo trabaja en pos de la sacralidad de la lengua, de separarla del uso profano (v. Lescasse), donde instituciones como las Academias de la lengua pueden pensarse contribuyendo a la secularización de estucturas de disciplina hasta entonces monopolizadas por la Iglesia (Medina 78), aquellos filólogos, filósofos y lingüistas en las antípodas del purismo o el casticismo académico, trabajarían aún sobre nociones de sacralidad y espiritualidad fundadas en un análogo dispositivo secularizador. Si la retórica tradicional, si la gramática prescriptiva consagrada por las academias monárquicas implicaban en buena medida una dimensión pragmática, una teoría y una disciplina del uso de una competencia restringida a un círculo privilegiado, la historización de la lengua ?como ha visto Tuska Benes (2008, p. 115)? trasciende ese ámbito para ofrecer una representación de la lengua materna como herencia común, tan inalienable como intangible (es nuestra historia, nuestra herencia, dirá Grimm, cfr. Ennis, 2015b). Para convertirse en objeto de la ciencia y en sujeto de la construcción política de una nueva figura de la soberanía, la lengua debe sustraerse a la agencia de sus depositarios y detentores. Involucrada en un proceso de secularización que no implica la abolición de las estructuras de lo religioso sino su transformación, la lengua debía asimismo, sin dejar de reconocer su sostén en la sociedad que hacía uso de ella, ser sustraída y situada en un espacio trascendente: allí estaba la noción del espíritu (de la historia, del pueblo, de la lengua misma) para reponer el lugar vacante.