IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El espionaje policial de DIPPBA al movimiento obrero en Berisso: los agentes cifrados
Autor/es:
RAIMUNDO, MARCELO; BRETAL, ELEONORA; VENERO, FELIPE; GHIGLIANI, PABLO; SALVATORI, SAMANTA
Lugar:
La Plata
Reunión:
Jornada; III Jornadas de Trabajo de la Red de Estudios de la Represión; 2017
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Resumen:
Uno de los principales objetivos de nuestro proyecto de investigación, ?Archivos policiales e historia social del trabajo. El archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y el estudio de la clase obrera en el Gran La Plata (1957-1976)?, es la reconstrucción y análisis de las tareas de control, inteligencia y represión del movimiento obrero en una región determinada, a partir de la documentación existente en la Comisión Provincial por la Memoria. El elemento o factor gremial fue, desde su creación, uno de los ejes que estructuraron los grupos de trabajo abocados a tareas de inteligencia de la DIPPBA. Las enumeraciones de lo que en teoría debía ser informado y actualizado es un indicador del espíritu omnicomprensivo del organismo, al menos en el período que nos ocupa: entidades gremiales, dirigentes, cantidad de afiliados, estadísticas laborales, conflictos, empresas, etc. Los encargados debían traducir estos insumos en informes y/o inteligencia. Sin embargo, es evidente que reunir semejante masa de información era una tarea que demandaba recursos que estaban muy por encima de sus posibilidades. Por ello, uno de nuestros intereses analíticos es el contraste entre las aspiraciones definidas en la documentación doctrinaria del organismo y las actividades efectivamente desplegadas en el territorio. En este caso, el foco estará puesto en la actuación de los informantes policiales.Metodología de trabajoCon este horizonte, diseñamos una base de datos para agregar y procesar la documentación producida para el Departamento ?B? de la Central de Inteligencia, responsable de la actualización del panorama gremial de las jurisdicciones, conservada en el archivo bajo la denominación Mesa B. Cargamos el material archivado en la subsección Factor Gremial, serie Carpetas (por jurisdicción), que reunía los legajos de gremios o empresas. Muy sintéticamente, una vez ingresada la información de referencia básica de los legajos, el software desarrollado comienza con la clasificación del documento según tipo documental (desagregados en tres niveles que conforman un total de 76 categorías); el recorrido se cierra con la clasificación opcional en un árbol de temas de investigación (compuesto por 8 ejes, desglosados en dos niveles adicionales). Aunque la carga de cada tipo documental posee especificidades, en términos generales comprende la fecha de su elaboración, el productor institucional, la persona firmante, la procedencia y el destino del documento, el asunto en los casos de los memorándums de inteligencia, los organismos que solicitan la información (si los hubiere), etc. Al momento, hemos cargado 15 legajos correspondientes a la localidad de Berisso para el período 1957-1976. Cinco de ellos referidos a los gremios en los que se organizaban los trabajadores de los frigoríficos (Sindicato Personal de la Carne, Sindicato de Obreros y Empleados del Frigorífico `Armour´, Sindicato obreros y empleados del frigorífico Swift, Sindicato de Obreros y Empleados Industria de la Carne "Swift y Armour"), lo que no es sorprendente dado que la propia reglamentación de la central especificaba la necesidad de registrar en legajos especiales información minuciosa de las industrias vitales. El resto incluye a la Asociación Obrera Textil, el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (S.E.T.I.A.), la Comisión Interna Establecimiento "The Patting Knitting" (textil), la Cooperativa Argentina Textil de Trabajo, la Unión Tranviario Automotor, la Asociación Trabajadores del Estado, el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales, la Unión Gastronómica, el Sindicato Taller Naval (S.U.P.E.) y el Gremio de la Construcción. En total suman 1643 documentos. El grueso de los mismos pertenece a la industria de la carne (69,26 %), seguida muy de lejos por textiles (3,28 %) y municipales (2,41 %). Es esta la base documental de la presente propuesta. La DIPPBALa DIPPBA fue construyendo su estructura de inteligencia y especificando sus labores a lo largo de los años, expandiéndose territorialmente mediante la conformación de delegaciones, que debían operar en las Unidades Regionales y cumplir con todas las misiones propias de la Central. Para 1959, contaba con 8 delegaciones: Morón, Lanús, San Martín, San Nicolás, Junín, Mar del Plata, Azul, Bahía Blanca. Cada una de estas delegaciones tenía su propia estructura - Jefe, 2° Jefe, Departamentos A, B, C, D, Búsqueda y Fichero y archivo-, subordinada, a su vez, en el orden administrativo a los Jefes de las Unidades Regionales. En aquellos distritos en los que no había Unidades Regionales -como era La Plata, Berisso, Ensenada, Magdalena, entre otras- eran los Jefes de las Comisarías los encargados de designar a un oficial para ejercer las funciones de subdelegado de la Central, de modo análogo al de las delegaciones.El Jefe de la Central dirigía a su vez un servicio de confidentes integrado por una compleja gama de informantes clasificados siguiendo esquemas elaborados por organismos de inteligencia policial extranjeros, y que se encontraban vinculados a los agentes de informaciones o de reunión. Según la Reglamentación de 1957 se trataba de personas con actuación ?en distintas esferas sociales y de trabajo, que merezcan confianza, para que en forma y tiempo oportuno suministren información sobre tópicos de actualidad política, financiera, social, gremial, etc.?. Debían mantenerse en contacto directo con el Jefe de la Central y eran identificados por siglas para garantizar el anonimato. Los informantesContamos en la base con 203 informes rubricados por informantes identificados alfanuméricamente, todos ubicados entre 1960 y 1966. Si cada sigla correspondiera a un individuo distinto, serían 49 los involucrados en la producción de esta documentación. El 66.83 % de los informes pertenece, desde luego, al sector de la carne, seguidos por municipales (17.24 %) y textiles (10,34 %). No hay ninguno en los legajos de UTA y ATE. El 25 % lleva la firma de más de un informante (varios llevan hasta tres firmas y en total conforman 20 combinaciones de agentes distintas). Sólo 8 informantes suscriben 10 o más informes, destacándose tres de ellos por la cantidad de apariciones: Z3, Z2 y B3, quienes rubrican 41, 36 y 23 informes respectivamente. Z3 y Z2 aparecen en general firmando informes colectivos, es más, participaron juntos, solo ambos o con otros agentes, de la elaboración de 28 documentos (sólo 14 informes llevan por única rúbrica la de Z3 y 9 la de Z2). B3, en cambio, aparece en un sólo informe colectivo del sector textil, y los 20 restantes elaborados individualmente pertenecen todos al sector de la carne. El de B3 es el único caso en el que se observa cierta correspondencia entre informante y sector; aunque debe tenerse en cuenta que todos ellos se ubican dentro de un corto lapso de tiempo: 8 meses. Esta es la regla general, salvo el caso de Z3, del cual contamos con informes que llevan su rúbrica a lo largo de 5 años y medio. Los tipos documentales predominantes son los informes de inteligencia sobre asambleas, seguidos en cantidad por informes sobre reuniones, elecciones y panfletos. En menor medida, también informaron sobre conflictos (debe tenerse en cuenta que muchas asambleas en realidad tienen lugar en medio de conflictos), actos y homenajes, despidos y suspensiones, y ocasionalmente elaboraron lo que en la jerga era denominado como panoramas fabriles y/o sindicales.Los perpetradores como problemaCon esta base documental, y el foco en los informantes, pretendemos avanzar en la conceptualización y caracterización del amplio rango de agentes englobados bajo la noción de perpetradores. Creemos que para esta tarea es necesario aún densificar el registro empírico, y por ello la decisión metodológica de agregar con un criterio espacial la información existente en los legajos de la Mesa B, que hasta el momento han sido utilizados generalmente para estudios de caso sobre el mundo del trabajo. Del material doctrinario se desprende que el universo de informantes era heterogéneo. Creemos que la identificación de los vínculos que mantenían con la institución policial y entre ellos mismos (sorprende la cantidad de informes colectivos elaborados por grupos de agentes diversos), los modus operandi que utilizaban en el ejercicios de sus tareas, las diversas vías usadas para acceder a la información, las nociones que empleaban en la redacción de sus informes, etc., puede enriquecer la discusión sobre el problema de los perpetradores, en particular, del segmento que compartía capilarmente el territorio con los sujetos de la espía.