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Resumen:96horasdanza. Construcción de posiciones político-colectivas Narrar una sucesión de hechos resulta ser al menos complejo, en tanto que los mismos no siempre se presentan de manera lineal, sino mas bien de forma desordenada y superpuesta. Este pretende ser el relato de la construcción de un ciclo y su consecuente organización.El Ciclo Noventa y seis horas Danza, organizado por un grupo de artistas y trabajadores de la danza con el respaldo de ACIADIP (Asociación de Coreógrafos, Intérpretes y Afines de Danza Independiente Platense) se realizó los días 18, 19, 20 y 21 de agosto en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina. Y su singularidad reside tanto en los modos de construcción como en una convicción político-colectiva sostenida desde el hacer.Dicho ciclo resulta ser significativo en tanto se presenta como resultado de grandes debates en torno al lugar de la cultura, el arte y los artistas frente a un nuevo gobierno. Si bien el grupo organizador -todos trabajadores de la danza en carácter de bailarines, coreógrafos o educadores- es un grupo heterogéneo podemos destacar la participación desde tres grandes vertientes. Por un lado quienes comenzaron a ser partícipes de los debates de TOC (Trabajadores organizados de la cultura, como agrupación de artistas emergente frente a un cambio de gobierno); por otro lado quienes ya eran parte de ACIADIP, convocados por las mismas inquietudes; y por último quienes no estaban ni en TOC ni en ACIADIP pero que se acercaron a estos encuentros, en principio de reflexión y reuniones de debate, para tomar posición, mantener y promover el lugar de la danza en la ciudad.Las primeras acciones fueron reuniones con representantes del municipio, en éstas se preguntaba sobre los proyectos para el área y los reconocimientos de festivales que ya eran reconocidos en la ciudad y que se realizaban de manera autogestiva (Estos fueron el Festival Danzafuera, el Festival Diagonales y el ECART como encuentro de investigadores). En esta instancia ya comenzaron a surgir contratiempos y contradicciones ya que también nos encontrábamos mirando hacia el pasado, y preguntándonos cuál habia sido el respaldo real de la gestión anterior,para con estos eventos que creíamos como valiosos espacios de formación y producción escénica y académica.Los meses fueron transcurrieron y las respuestas se evidenciaban en políticas que no colaboraban con sostener y promover espacios para el arte ya existentes en la ciudad, sino parecían ser todo lo contrario, es en este sentido que nuestra posición se ubicó en un contexto que denominábamos como ?explotado?.Los primeros debates, al interior del grupo organizador, se dieron en términos de qué postura tomar. El municipio nos ofrecía algunas de las salas, pero no un presupuesto para la puesta en marcha.Luego de largos debates, que hoy consideramos fueron necesarios en la construcción de una posición político colectiva, se decidió pensar en un ciclo ideado, organizado y realizado de manera autogestiva, buscando promover espacios culturales independientes e incentivando a los artistas locales.El ciclo recorrería diferentes espacios y salas de la ciudad con propuestas escénicas, mesas de diálogo y talleres desde la diversidad de estilos y temáticas en danza.La organización decidió que de un 100% recaudado, el %30 quedaría para los espacios, el %10 para a organización y el %60 para artistas.El ciclo fue tomando forma y nos lanzamos a una gran maratón de cuatro días de danza en la ciudad. Se recurrió a los medios de comunicación que acompañaron y difundieron la propuesta por un lado y por otra a la difusión de dos posiciones claves ?La potencia de lo colectivo? y la expresión ?La ficción que nos salva?.Interesa entonces, luego de este breve relato, poder contar detalles y mostrar elementos que dan cuenta de un hacer, de una concreción que lleva en sí misma postulados político-colectivos encarnados en el decir, el movimiento y la acción.