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Tal como lo ha planteado Antonio Manuel Hespanha, existe una experiencia relacional común a todos que es la familia. En ese espacio, las relaciones suelen ser armónicas, pero generalmente no están libres de conflictos que pueden ser generados por un amplio abanico de razones y problemas. En este avance de investigación se focaliza la atención en uno, cual es el de la violencia física y psicológica practicada en el seno de las familias, generalmente ejecutada por el esposo varón. En el ámbito hispanoamericano, el tema de la violencia familiar viene desarrollándose ampliamente. En esa literatura se enfatiza en la relación no igualitaria entre los miembros de la familia dado que, el pater familias se encontraba en la cima del poder de esa unidad, asimilada a una república en miniatura. El único capacitado para llevar adelante el buen gobierno de la misma era el marido, y la esposa, que de por sí se encontraba en la posición de súbdito, cargaba el estigma de su natural imbecilidad. En ese contexto tradicional, los castigos y las muertes sufridas por las esposas, parecen encuadrarse dentro del derecho de corrección que decían poseer los varones a los efectos de encauzar las conductas femeninas desviadas.En este trabajo se propone ahondar en las condiciones económicas y socio ambientales donde ocurrieron hechos de violencia, tomando para ello, una serie de casos de familias procedentes tanto de la ciudad como de la campaña de Buenos Aires, para el período comprendido entre 1780 y el primer gobierno de Juan M. de Rosas. En ese sentido pensamos que se puede profundizar en las causas de la violencia y, al mismo tiempo, evidenciar la respuesta de la justicia de la época frente a tales hechos. De la extensa serie de causas judiciales iniciadas por denuncia de malos tratos, homicidio de la esposa, golpes y heridas, etc., se han seleccionado algunos pocos, muy representativos del conjunto a los fines de esta ponencia