IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
La interpelación de una histórica preocupación: la alternativa pedagógica
Autor/es:
SOUTHWELL MYRIAM
Lugar:
Còrdoba
Reunión:
Simposio; Encuentro Internacional Giros Teóricos; 2015
Institución organizadora:
Facultad de Filosofía y Humanidades - Univ. Nac. de Córdoba
Resumen:
Una referencia frecuente del tiempo (largo) en que vivimos es la menciòn a una crisis de la educación. Si me permiten una mirada de historiadora de la educación, ese ha sido un ?latiguillo? (un ?estribillo? diría Gramsci) constante desde toda la segunda mitad de siglo XX y el tiempo que se abrió luego con el nuevo milenio. No voy a hacer un cuestionamiento al uso generalizado de la noción de crisis ?que podría hacerse y tensar el anàlisis hacia la idea de que todo está en crisis entonces nada está en crisis- sino más bien señalar que la crisis de la educación es una concepción que está ligada, en cierto sentido, al surgimiento de la democracia. Nunca hay crisis de la educación en sociedades totalitarias, no hay crisis de educación en las sociedades teocráticas ni en la sociedad dictatorial. En los países o contextos con dictadura no hay reflexión educativa. La crisis de la educación es el precio que pagan las democracias por la incertidumbre que asumen, en términos de poder político, moral y social. Cuando una democracia afirma que no hay poderes en sí y que son las mujeres y los hombres quienes asumen el poder, no puede entonces imponer a la educación una dirección única, una trayectoria que sea la misma para todos. Yéndonos siglos atrás y a contextos autoritarios los padres que no educaban a sus chicos correctamente eran considerados disidentes y, en las sociedades totalitarias, incluso se les podía retirar sus hijos, ya que la educación era considerada como un objetivo común, cosificado, indiscutible e indiscutido. Entonces, en cierta forma, no solamente hay que aceptar sino también reivindicar que hay y que haya crisis de la educación. Eso quiere decir que nadie detenta la verdad educativa, que nadie sabe ni puede imponer en lugar nuestro aquello en que debemos educar a nuestros hijos y lo que tenemos que hacer de y con nuestros alumnos. La cuestión de la crisis de la educación está fundamentalmente ligada a nuestra visión democrática. En algunos momentos, incluso preferimos volver a las certezas del pasado generando una visión mítica y restauradora del pasado.