IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El problema de la felicidad en la socieda actual...
Autor/es:
DE ORTÚZAR, M. G
Lugar:
Santa Fe
Reunión:
Congreso; XVII Congreso Nacional de FIlosofía; 2015
Institución organizadora:
AFRA
Resumen:
EL PROBLEMA DE LA  FELICIDAD EN LA SOCIEDAD ACTUAL: ¿CUESTIÓN PRIVADA O ASUNTO PÚBLICO?     Resumen ampliado               Tradicionalmente la reflexión sobre la felicidad ha sido planteada como una tarea exclusivamente  filosófica,  la cual nos remonta a la antigüedad[1]. Sin embargo, en nuestra sociedad actual, el problema de la felicidad no sólo preocupa a los filósofos? Los estudios recientes de la economía de la felicidad, la sicología positiva, la epidemiología política, entre otras disciplinas, han evidenciando ?empíricamente-  que el aumento de ingresos o del mayor poder de consumo (?éxito económico?) no constituye el camino correcto para alcanzar la felicidad. Antes de avanzar en el análisis, detengámonos brevemente en las razones dadas por las citadas ciencias:   1-En primer lugar, desde la economía de la felicidad se ha desafiado el presupuesto clásico de la economía tradicional: la asociación entre riqueza y felicidad. De acuerdo con Easterlin[2], y como ha sido ya analizado en trabajos anteriores[3], no existe correlación absoluta entre el crecimiento económico y la felicidad. La explicación radicaría en el ?ingreso relativo?.[4] Esto es, una vez satisfechas las necesidades básicas, lo que importa es el ingreso relativo y no el ingreso absoluto. Por encima de las necesidades básicas, la privación central para el individuo no es la privación material sino la privación relativa (pobreza relativa); la cual produce ciudadanos de segunda por diferencia de estatus social. (bajo estatus social, relaciones sociales pobres, niñez temprana con stress[5]) Por ejemplo, si tomamos en cuenta el salario observamos que en una sociedad igualitaria los índices de felicidad son mayores que en sociedades donde las diferencias de ingresos son acentuadas (es decir, sociedades desiguales).   2-En segundo lugar,  al examinar el problema de la felicidad la sicología positiva ha dejado de centrarse en el ?interior del individuo?. De acuerdo con  Haidt, los estudios de sicología positiva  sobre la felicidad se centran en la conjunción de: 1-cuestiones genéticas, 2-condiciones de vida (estresantes o no estresantes); y 3-actividades laborales voluntarias en el marco de relaciones sociales (fuertes o débiles). Al igual que la economía, coincide en que la actual búsqueda de la felicidad se encuentra mal guiada, debido a que se orienta al consumo con el fin de adquirir status.[6] Esto genera stress crónico por la búsqueda de prestigio y la competencia por bienes posicionales (aquel que no se puede reproducir porque la condición de su disfrute es que la mayoría esté excluida de él).   3-Por último,  en tercer lugar, Wilkinson[7] sostiene -desde la epidemiología política- que  el éxito material  de la sociedad moderna se transformó en un fracaso social, expresado en la calidad de las relaciones sociales y en la destrucción ecológica ocasionada por los niveles de consumo insostenible[8]. El  éxito material no produjo más felicidad, sino más stress  y nuevas enfermedades vinculadas al mismo (depresión, ansiedad, dependencia a drogas, violencia, entre otras), originadas por  la pobreza de relaciones sociales y la desigualdad de ingresos y jerarquía (determinantes sico sociales[9]). En algunos casos, las preferencias adaptativas y la autopercepción engañosa de la salud impiden al individuo ser consciente de su  propia situación de infelicidad. Por lo tanto, el acceso al conocimiento también es un determinante social clave de la salud (ajuste de las preferencias basadas en la mala información)[10]               Del análisis anterior sobre evidencias empíricas, se desprenden dos reflexiones filosóficas de relevancia para el tema general que nos ocupa, la felicidad[11], y con fuertes implicancias para políticas públicas en el campo de  la salud (sentido amplio)[12]:   A-    La felicidad no se reduce a la prosperidad material, sino que, por el contrario, enfatiza la riqueza sico social del individuo y la comunidad. Por lo tanto, la definición de felicidad supuesta en  la teoría de los deseos o satisfacción de la vida[13], arraigada  en la prosperidad material (ingreso familiar, posesiones, lujos, estándar), supone una falsa correlación entre ingresos y felicidad (ingreso absoluto). Dado que ha sido demostrado que no existe evidencia empírica para esta correlación, y dada la amplia extensión del uso de este tipo de encuestas (GALLUP), resulta prioritario que las mismas sean, al menos, revisadas (Puede pasar que el individuo cree que es feliz, pero muestra signos de sufrimiento o insatisfacción.). En su lugar, se propone la definición de la felicidad  de la teoría de estados emocionales  o bienestar subjetivo[14] De acuerdo a esta teoría, ser feliz es una orientación favorable hacia la condición de nuestra vida y remite a nuestra naturaleza humana evolutiva. Posee como ventaja el centrarse en la riqueza sicológica y social (respeto, amigos, familia, comunidad, elección del tiempo libre, proyecto de vida) y en el ingreso relativo. Esta teoría requiere ser complementada con una lista objetiva de bienestar social.[15]   B-    La felicidad  no es un asunto  privado, tal como tradicionalmente ha sido  planteado desde Kant  hasta nuestros días, por la filosofía liberal. El filósofo de Königsberg rechazaba toda intervención del Estado en materia de felicidad o cuestiones de orden empírico[16]. Bajo el ideal de libertad negativa[17], Kant considera que la intervención del Estado en la concepción de felicidad de individuo es intrusiva, o al menos, paternalista (situación que refleja el rechazo kantiano de la intromisión ?religiosa-feudal? en la vida de los ciudadanos; e inspira su defensa de la ilustración, con la separación de lo público y privado).[18] Dicha tradición continúa en las concepciones de justicia liberal (Rawls, Daniels[19], entre otros) y libertarias (Nozick, Engelhardt, entre otros[20]), las cuáles defienden que sólo el individuo decide cuan buena es su vida (concordante con el juicio de satisfacción con la vida referido anteriormente), y excluyen a la felicidad de las obligaciones del Estado.[21] Sin embargo, por lo expuesto anteriormente 1-3-, considero que la felicidad es un asunto público dada la profunda desigualdad de ingresos, y por ser ésta la causa última que origina la falta de felicidad y bienestar general de la comunidad.               He aquí mi hipótesis central: el problema de la felicidad es un problema social, y se encuentra en la esfera de la justicia por nacer, el mismo, de la fuerte desigualdad existente en la distribución de ingresos. Dado que no es posible que el individuo aislado pueda modificar las circunstancias que ocasionan su propia infelicidad; la intervención del Estado en este tema (desigualdad de ingresos relativos y determinantes sico sociales y estructurales) no implica imponer una concepción de buena vida, sino garantizar las condiciones para que el ciudadano pueda elegir. Y, fundamentalmente, para que no existan ciudadanos de segunda.[22] Esto nos lleva a dejar atrás la libertad negativa propuesta por Kant, y avanzar en las relaciones entre libertad positiva y felicidad. En esta línea, coincido con  Amartya Sen[23] en la importancia de evaluar el grado de libertad positiva de los ciudadanos (capacidad de bienestar), juzgando las oportunidades sustantivas a que los mismos tienen acceso, aún cuando esta evaluación no agote el problema de justicia[24]. Esto implica avanzar, también, en los lineamientos teóricos de justicia y en los criterios de distribución de ingresos[25]  para la construcción de lazos sociales fuertes que tengan en cuenta la problemática del ingreso relativo y los bienes posicionales; por ser éstos temas prioritarios para políticas públicas de salud en sentido amplio (determinantes sico sociales y bienestar general).             El camino de la felicidad no es individual, sino colectivo.                   [1] Uno de los autores más destacados al respecto es, sin dudas, Aristóteles. Véase Aristóteles, Ética Nicomaquea, Libro Primero, IV, México, Editorial Porrúa, 1985 [2] Easterlin, Does economic growth improve the human lot? Some empirical evidence, 1974 [3] ------------------, ?Un análisis de la Paradoja de Easterlin desde la teoría del bienestar subjetivo?, Jornadas de Filosofía, FAHCE, UNLP, 2013. [4] La idea básica nos remonta a Marx un siglo atrás: una casa puede ser grande o pequeña, dependiendo de si las casas alrededor son igualmente pequeñas, entonces se satisface la demanda social. Pero si se levanta un palacio al lado de la casa pequeña, la casa pequeña será vista como una choza. [5] Véase  más adelante, en el punto 3,  determinantes sico sociales (Wilkinson) [6] Véase Haidt, J, The Happiness Hypothesis: Finding Modern Truth in Ancient Wisdom, 2006, Basic Books [7]Véase Wilkinson, R, The impact of inequality, NY, THe NEw Press, 2005;  Véase también Wilkinson, R, Desigualdad; Turner Noema, 2009. [8] Si todos los habitantes del mundo mantuvieran el mismo estilo de vida que disfruta el ciudadano medio occidental, se necesitarían cinco planetas como la Tierra  para obtener los recursos naturales suficientes en términos de energía, comida y agua.  El mantra de una expansión económica constante presupone la existencia de un mundo con recursos ilimitados. [9] En lo que respecta a los denominados ?determinantes sociales de la salud?,  Wilkinson define a los mismos como aquellos factores ambientales y de la estructura social que afectan nuestras vidas y nuestra salud por la interacción del individuo con su medio. El citado autor distingue dos tipos de determinantes: factores materiales (1) y  factores sico sociales. Los factores materiales (1) son condiciones que afectan la salud más allá de si estamos conscientes o no de los mismos. Por ejemplo,  la contaminación ambiental, el envenenamiento, la deficiencia de vitaminas, afectan la salud independientemente de si los sentimos, sabemos o pensamos acerca de los mismos. Estos factores son importantes en países y regiones muy pobres, donde se dan niveles de pobreza absoluta (privación absoluta de necesidades básicas). En estos casos, interviniendo materialmente  mejoramos la salud en forma significativa. Pero, a medida que los países se hacen más ricos, la relación entre el crecimiento económico y la salud se debilita. He aquí la importancia del segundo tipo de determinantes, los factore sico-sociales. Los  factores sico sociales (2)  afectan nuestra salud sólo si estamos conscientes de ellos, ya que suponen sentimientos que dañan la salud. Si bien algunos pueden solucionarse materialmente, la privación central no es la privación material, sino la privación relativa  que produce ciudadanos de segunda. La pobreza relativa se vincula con el estatus social bajo, la relación entre individuos y clases, y la exclusión social. Éstos son los determinantes de la salud más importantes en la sociedad moderna. Los factores sico-sociales afectan la calidad de nuestras relaciones sociales, el grado de control que tenemos sobre nuestras vidas, ocasionando  nuevas enfermedades, y la extensión de enfermedades de los países ricos a los países pobres (enfermedades sico-sociales, cardiovasculares, cáncer, obesidad, drogadicción, etc). Asimismo, dentro de los factores sico sociales, podemos distinguir tres factores de riesgo fundamentales: ·          1-estatus social bajo: hace referencia a los bajos niveles materiales  (diferencias de ingresos) y a la posición jerárquica inferior de subordinación. Esto implica el no control  sobre nuestro trabajo y  sus circunstancias. La emoción central es la vergüenza. El bajo estatus social, el sentimiento de no respeto a su dignidad, genera un tipo de violencia. La misma fue expresada por Adorno en 1950 como ?Reacción bicicleta? (reverencia a los superiores y patadas a los subordinados). Esta violencia genera también discriminación y racismo. Los humillados tienden a humillar, demostrando su superioridad ante otros grupos vulnerables. - En la cultura machista de  sociedades no igualitarias, la desigualdad se traduce en drogadicción, alcoholismo, violencia doméstica. En las mujeres se suma la depresión y el embarazo adolescente; y en los niños el déficit de atención y los problemas de comportamiento. Asimismo, en sus estudios comparativos, muestra cómo mejorando el status de la mujer se mejora el status del hombre. ·          2- relaciones sociales pobres: se refiere a la carencia de amigos y a las relaciones sociales débiles, hecho que se acompaña con falta de participación en la comunidad y la  falta de valoración y respeto.  En un contexto de relaciones jerárquicas el juicio de los otros afecta nuestra seguridad porque nos experimentamos a través del ojo de los otros, produciendo stress crónico, ansiedad, rivalidad  por la necesidad de ser reconocidos. Estos sentimientos no surgen en comunidades cooperativas, basadas en la reciprocidad y ayuda mutua. ·          3- experiencias de niñez temprana: se basa en el stress pre y post natal que nos prepara para el conflicto  o  la cooperación, y  genera consecuentes enfermedades futuras producidas por el bajo peso al nacer. Ej. Diabetes. En contraposición, Wilkinson muestra cómo el desarrollo en los primeros años de vida, apoyado en lazos de contención familiar y social fuertes, junto con la educación, produce una tasa de retorno en el capital social, en el trabajo y la productividad en la economía.  Los procesos sico-sociales citados tienen su base en los problemas materiales de la estructura (desigualdades de ingresos), y éstos se reflejan en la calidad de relaciones sociales contraídas por esos fundamentos materiales. Véase Wilkinson, op. cit, p. 127. Véase-----, ?Bienestar, desigualdades y determinantes sico sociales en la salud?, XVIII Jornadas de Epistemología de las Ciencias Economía, UBA, 2012. [10] Véase  Sen, A, La idea de la justicia, Madrid, 2009, Taurus, p.314; véase Brock, D, ?Medidas de la calidad de vida en el cuidado de la salud y la ética médica?;  en Nussbaum, M; Sen, A, La calidad de la vida, México, FCE; 1996,p.137 [11] La actual discusión filosófica sobre la felicidad gira en torno a tres grandes teorías: 1- hedonista, 2- Teoría de los deseos o satisfacción de preferencias; 3- teoría del bienestar subjetivo/estados emocionales. La primera no es utilizada debido a que el placer constituye un falso concepto de felicidad. (El placer momentáneo no es bienestar). Sin embargo, a partir del análisis anterior, también criticaremos la segunda definición y  presentaremos las  razones que apoyan la utilización exclusiva de la tercera. [12] Sobre el concepto amplio de la salud  véase ---------------, ?Desigualdad Social y Salud?,  VIII Jornadas de Filosofía, FAHCE, UNLP, 2011:_____.  ?Análisis crítico del concepto de enfermedad como criterio de acceso a la atención de la salud: naturalismo vs. normativismo?, Revista Lantinoamericana de Filosofía, vol.  XXXII Nro 1, Otoño 2006,p.p.73-101. Sobre las relaciones entre felicidad, bienestar subjetivo y objetivo, y salud en sentido amplio, véase Nussbaum, M; Sen, A, La calidad de la vida, México, FCE; 1996, p.137. 13 La teoría de los deseos o satisfacción de la vida identifica la felicidad con tener una actitud favorable hacia la propia vida como un todo Véase al respecto el concepto de felicidad en la Enciclopedia de Filosofía de Stanford, http://plato.stanford.edu/ [14]La teoría de los estados emocionales o bienestar subjetivo identifica la felicidad con la condición emocional del agente como un todo ? ej. vitalidad, tranquilidad, confianza, alegría vs. depresión, ansiedad, etc. Véase al respecto el concepto de felicidad en la Enciclopedia de Filosofía de Stanford, http://plato.stanford.edu/ [15] Para una ampliación de este tema véase------------------, ?Un análisis de la Paradoja de Easterlin ??, op.cit,  y Brock, D, op,cit, p. 139, cito éste último: ?Los juicios objetivos sobre la calidad de la vida se hacen con base en una intersubjetividad observable: hechos materiales acerca de una persona (?capacidades funcionales y ambiente) junto con una evaluación socialmente compartida de éstos, específicamente de la forma en que determinan la calidad de vida de la persona.?(p.139). ?Amartya Sen ha sugerido el instrumento formal para entender a estos componentes como vectores independientes, cada uno de los cuales contribuye a una evaluación general del grado en que una persona lleva una buena vida?. (P.140) ?El ideal fundamental (sería su libertad positiva), la capacidad y el ejercicio de la autodeterminación?.(p.176). [16]?Nadie me puede obligar a ser feliz según su propio criterio de felicidad, sino que cada cual debe buscar esa condición por el camino que se le ocurre, siempre que al aspirar a semejante fin no perjudique  la libertad de los demás, para lograr así que su libertad coexista con la de los otros, según  una posible ley universal?. Véase  Kant, Immanuel, Acerca de la relación entre la teoría y la práctica en el derecho político (contra Hobbes), 1964, Buenos Aires: Nova, p.159 [17] Sobre el concepto de libertad en Kant véase:1-Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres,(Buenos Aires: Espasa-Calpe,1946 (Traducción G. Morente); 2-Kant, Crítica de la razón pura Buenos Aires: Losada,1960; 3-Kant,  Acerca de la relación entre la teoría y la práctica en el derecho político (contra Hobbes);Buenos Aires:Nova,1964 ;4- Kant,  ¿Qué es la Ilustración?, México: Fondo de CulturaEconómica;1983; 5-Kant, Crítica del juicio; Madrid: Espasa?Calpe,1984;6- Kant,  La metafísica de las costumbres,Madrid: Tecnos; 1994; 7-Kant, Hacia la Paz Perpetua ,Madrid: Ed. Biblioteca Nueva, 1999. Para una discusión actual sobre Kant véase Bease, I, ?Consideraciones acerca de la concepción kantiana de la libertad en sentido político?, Revista de Filosofía, volumen 65, 2009,25-41; Cfr. Bertomeu, ?Las raíces republicanas del mundo moderno??, en Doménech, A. et al, Republicanismo y democracia, Buenos Aires, Miño y Dávila,2005. Véase también Rossi, A, ?Aproximaciones al pensamiento  político de Inmanuel de Kant?, bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/moderna/cap7.pdf [18] Sin embargo, Kant sostiene un segundo sentido de felicidad (?ser dignos de ser felices?), para el cual existiría un deber de ayuda al prójimo (deber imperfecto) como una cuestión de virtud (perfección de la felicidad propia y ajena-doble finalidad-). En este sentido, la ética kantiana  no se reduce a la ética individual y supera los errores morales del: 1- egoísmo ético (no ocuparse sólo de la propia felicidad) y 2-preferencias del mercado- soberanía del consumidor- Véase al respecto Andreoli, M, El deber de ayudar a otros, Actio 5 de octubre del 2004, http://www.actio.fhuce.edu.uy/Textos/5/MiguelAndreoli.pdf [19] Por ejemplo, en la concepción de justicia en salud de Daniels, discípulo de Rawls, la felicidad del ciudadano se encuentra fuera de las obligaciones de la justicia en salud, debido a que la misma se limita al tratamiento de la enfermedad, entendida ésta desde un enfoque biológico (desviación del normal funcionamiento del individuo). No existe obligación  en el Estado de garantizar la felicidad del individuo, sino sólo su ?normal funcionamiento?. Véase Daniels, N, Just Health Care, Cambridge, Cambridge University Press, 1985. Véase también Daniels, ?Justice is good for our Health?, Boston Review, A political and literary forum, Febr- 2000. Con respecto a Rawls,  y siguiendo aquí a  Carlos Pena, ?uno de los aspectos más notorios de la actual obra de Rawls ?descontada la capacidad casi gimnástica con que hace frente a las críticas?es su defensa del ?liberalismo político? y su abandono del constructivismo kantiano y de otras formas más cercanas a un liberalismo ?comprehensivo?. El liberalismo de Rawls es ?político? no por la índole de su objeto, sino por la modestia de sus pretensiones. ?Político? se opone aquí a ?metafísico?, es decir, a cualquier forma de liberalismo que haga pie en conceptos tan caros a la filosofía como el de verdad, naturaleza o identidad personal. Hacer frente a la pluralidad que exhibe una cultura política democrática ?en la que se oponen ?concepciones filosóficas del mundo? y?diferentes doctrinas morales acerca del bien?? exigiría un tipo de liberalismo que se resignara a ?dejar la filosofía tal como está? . Rawls parece imaginar que la pluralidad que exhibe una sociedad moderna y democrática sólo puede ser encarada, desde el punto de vista público, renunciando a toda pretensión de verdad y aspirando, en cambio, ?a la defensa de ideas e instituciones que toleren cualquier doctrina comprehensiva razonable. Véase  Carlos Pena, ?La tesis del consenso superpuesto y el debate liberal comunitario, en Estudios Públicos,82 (otoño 2001) Véase  Rawls, J. Liberalismo Político. Barcelona: Crítica, 1996- Véase  también Rawls, J. Collected Papers. Harvard University Press, 1999 [20] ?El Estado mínimo es el único estado moralmente admisible". Véase Nozick, Anarquía, Estado y utopía, México, Fondo de Cultura Económica, 1988. Véase también Engelhardt, The foundations of bioethics, Oxford University Press, 1996. [21] Esta posición liberal concuerda con los defensores de la teoría de los deseos o satisfacción de la vida  (felicidad: juicio global sobre la propia vida, actitud favorable hacia la propia vida como un todo), quienes enfatizan la prosperidad material (posesiones, lujo, estándar de vida, ingreso familiar) y el  impacto del ingreso absoluto en la felicidad. [22] De esta manera, nos distanciamos de Kant  y nos aproximamos a  Marx. El distanciamiento de Kant es en dos puntos claves: 1- su concepción de libertad negativa o no interferencia del Estado en la felicidad individual, dejando librada a la benevolencia o caridad la felicidad ajena (como deber imperfecto) ; 2- la diferencia establecida por Kant entre ciudadanos activos y pasivos, propia de su época, lo cual lleva a excluir a mujeres, niños (por incapacidad natural) y a jornaleros (por no ser independientes económicamente, ante la falta de propiedad u oficio).  La aproximación a Marx es obligada dada la importancia de repensar el problema de igualdad de ingresos, relaciones sociales fuertes y trabajo libre, sugerido  en las evidencias mostradas por las ciencias anteriormente citadas,  lo cual nos lleva a establecer nuevas  conexiones entre libertad (positiva) y la felicidad en el marco de las relaciones sociales del capitalismo. Un ejemplo de ello sería la defensa de la renta básica. Véase nota 24 y 25. Sobre las fuentes de Marx, véase  Marx, Karl, Manuscritos: Economía y Filosofía , Alianza Editorial, Madrid 1968., Véase también  Cohen, A, Kart Marx´s theory of history: a defence, Clarendon Press, Oxford, 1988. [23] ?La capacidad es, en efecto, nada más que una perspectiva desde el punto de vista de la cual se pueden evaluar en forma razonable las ventajas y desventajas de la persona?. ?MI escepticismo frente a un entendimiento unifocal de las exigencias de la igualdad (en este caso aplicada a la perspectiva de la capacidad) es parte de una crítica más amplia de una visión unifocal de la igualdad?. Véase  Sen, A, La idea de la justicia, Madrid, 2009, Taurus, p.327 [24] ?La privación relativa desde el punto de vista de los ingresos puede producir la privación absoluta desde el punto de vista de las capacidades. Ej ser pobre en un país rico puede ser desventajoso en materia de capacidad, aún cuando el ingreso absoluto sea alto?. Sen, A, La idea ..., op. cit, p.286 . En este punto hay que reconocer las ventajas y desventajas de cada enfoque. Por ejemplo, el enfoque de las capacidades no es suficiente para evaluar el procedimiento de la libertad/o prioridad de libertad (Rawls)- El mismo Sen sostiene: el razonamiento que confiere un importante estatus a los esfuerzos y las recompensas que deben asociarse con el trabajo, que también sustenta ideas normativas como la de explotación, puede sugerir bases para hacer una pausa antes de insistir de manera exclusiva en la igualad de capacidaes. La literatura sobre la explotación del trabajo industrial y los salarios injustos que reciben quienes hacen el trabajo real tiene una fuerte conexión con esta perspectiva.? Véase  Sen, La idea de la justicia?, op. cit, p. 327  .Véase Cohen, A, op. cit, 1988. [25] ?La Renta básica es una asignación monetaria incondicional. A diferencia de los subsidios más o menos generalizados en el Estado de bienestar, no hay que cumplir una condición previa como ser pobre o estar desocupado para percibirla. En un Estado con renta básica, una persona no precisaría ninguna condición más allá de la de ser ciudadano o residente acreditado, al margen de que trabaje o no? (Raventos). Véase también Daniel Raventós, El derecho a la existencia, Ariel, 1999. De acuerdo a Alex Boso, ?en toda democracia existen una serie de derechos constitutivos que deberían tener una naturaleza universal e inalienable. Me refiero al derecho al sufragio, a la salud, a la educación, a la vivienda, yt ambién al derecho a la renta básica. La RBU no es solamente una política contra la pobreza. ? se trata de una medida que incrementaría la libertad real de buena parte de la ciudadanía. Un ciudadano no es libre si no tiene las bases de su existencia material garantizadas. Una persona que depende de otra para poder sobrevivir, no es una persona plenamente libre. Por ejemplo, la renta básica otorgaría a la mayoría de las ciudadanas y los ciudadanos un poder de negociación que les ayudaría a emanciparse de las dependencias hacia los patronos o los maridos. No tiene sentido hablar de ?ciudadanía? sin considerar las condiciones que han de garantizar la seguridad económica de los individuos que pertenecen a una comunidad política. Si los individuos no pueden articular sus planes de vida, no pueden llevarlos a la práctica de una manera efectiva, la ciudadanía plena resulta impracticable.? Véase Axel Boso, ?Un ciudadano no es libres si no tiene las bases de su existencia material garantizada?,  en  http://www.nodo50.org/redrentabasica/textos/index.php?x=1150