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Ernesto Quesada en la Nueva Revista de Buenos Aires( 1881-1885) al reseñar el libro En viaje(1881-1882) de Miguel Cané califica sus escritos como ?calaveradas de gran señor? Considera que es un libro de viajes escrito por quien no tiene el fuego sagrado de los viajes. Continúa en este aspecto una línea crítica que ya había iniciado Paul Groussac al reseñar el libro de Cané. Sin embargo, el relato de viajes de 1884 no es el primero en que Cané dé cuenta de su contacto con el Viejo Continente. Estos se han iniciado en 1870, cuando como muy joven cronista de La Tribuna anuncia su partida y su compromiso de enviar al periódico( en ese momento uno de los de mayor tirada de Buenos Aires) sus crónicas de viaje. Cané cumple su promesa y las mismas convivirán a lo largo de 1870 con la publicación de las cartas de Lucio Mansilla de su excursión a los ranqueles. Estas dos crónicas ponen de manifiesto la mirada bifronte que ha tenido la cultura argentina al tiempo que permiten indagar el modo cómo un joven Cané entra en contacto por primera vez con un mundo frente al cual mantiene una equilibrada admiración, sin por ello dejar de advertir el aspecto oscuro de la modernidad ( Crónica del 21 de noviembre de 1870). En relatos posteriores, estas representaciones se modificarán. Nuestro trabajo se propone estudiar el primer contacto de Cané con el Viejo Continente, convulsionado en ese momento por la Guerra Franco prusiana de la que el viajero toma nota, señalar cuáles son esas primeras impresiones de un autor que más tarde dará otras, que contrastaremos para clarificar su aprehensión del mundo europeo. Trabajaremos con las ?Crónicas? de ese primer viaje( todavía no editadas en su integridad) señalando los estereotipos representativos así como la posibilidad de escapar de los mismos Realizaremos un trabajo comparativo con los relatos de viaje de Cané más conocidos y transitados por la crítica.