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Al intentar comprender al cuerpo, el género y la sexualidad, la teoría queer se ha caracterizado desde sus inicios por la crítica de toda mirada sustancialista que no atribuya protagonismo a los marcos simbólicos y la dimensión discursiva (Butler, 2007). Tal es así que, bajo la que ha sido catalogada como una mirada híper-construccionista, el cuerpo adquiere espesor material desde la potencia productiva de un entramado discursivo de amplio alcance. Esta perspectiva teórica que centraliza a la dimensión de lo discursivo como espacio desde el que los cuerpos adquieren inteligibilidad social y política encuentra a Judith Butler como principal exponente, quien a su vez orienta gran parte de su conceptualización a partir de la teoría productiva del poder foucaultiana. De todas maneras, es posible trazar una divergencia teórico-epistemológica dentro del campo de los estudios queer con respecto a esta propuesta construccionista del estatuto ontológico de los cuerpos sexo-generizados. Lorenzo Bernini (2015) llama teoría queer antisocial a esta otra genealogía posible que alberga a pensadores como Guy Hocquenghem (1972/2009), Leo Bersani (1995) y Lee Edelman (2014), entre otros. El problema de la sexualidad es abordado por ambas vertientes a partir de consideraciones que hacen lugar al psicoanálisis, al que le confieren un lugar diferencial en la discusión. Al tomar distancia de la perspectiva foucaultiana, en la que el sujeto es connotado exclusivamente en términos discursivos, los autores del espectro teórico queer antisocial retoman el concepto freudiano de pulsión para ubicar elementos de la sexualidad que exceden los límites de lo discursivo. De esta forma es posible tensar ambas propuestas teóricas y problematizar sus respectivas concepciones de la sexualidad como parte del interés por examinar el lugar de la materialidad y la significación en el estatuto ontológico del cuerpo. Este trabajo propone una aproximación a la categoría de sexualidad a partir de la apropiación que Butler hace de la teoría productiva del poder foucaultiana en contrapunto con la perspectiva que delinea la teoría queer antisocial. Asimismo, teniendo en cuenta los aportes de la propia Butler que complejizan esta discusión en torno a la disputa materialidad/significación, se propone un abordaje de la misma a partir de prisma ontoepistemológico que ofrecen los nuevos materialismos (Barad, 2007; Bennett, 2009). De este modo, se delinean conclusiones acerca de la potencia de los insumos conceptuales que ofrece este escenario teórico actual para elaborar intersecciones entre miradas que hagan justicia tanto a la materialidad y sus procesos como a la dimensión ético-política que encuentra su lugar en el campo discursivo.