IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Revisitando la Argentina. 2001-2013. del "que se vayan todos" a la exacerbacion nacional-popular
Autor/es:
MARISTELLA SVAMPA
Libro:
De la crisis d 2001 al kirchnerismo. Cambio y continuidads
Editorial:
Prometeo
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2016; p. 199 - 224
Resumen:
Explicar cómo fue que los argentinos realizamos el pasaje del ?que se vayan todos? a la exacerbación de lo nacional-popular no es tarea fácil y merecería un largo análisis y una multiplicidad de niveles de lectura. No es lo que haremos aquí, ya que nos abocaremos a abordar solo algunos de sus aspectos, ligados a los cambios en los lenguajes movilizacionales, las disputas en términos de matrices ideológicas y el corrimiento y ampliación de las fronteras del conflicto social. Partimos de la base que si bien los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner estuvieron lejos de apostar a una refundación política, como sostienen sus defensores, su gestión tampoco puede ser interpretada en términos de continuidad lineal respecto de los años ´90. En realidad, las ambigüedades, la tensión entre continuidades y rupturas, en fin, los dobles discursos, constituyen un hilo articulador, en un escenario en el cual paulatinamente se iría afirmando un modelo populista, un peronismo de clases medias. Todo ello posee hondas resonancias en la política argentina.Como es sabido, la tradición nacional-popular remite, para el caso argentino, al Movimiento Justicialista, fundado por Juan D. Perón en 1946. Pero lo ?nacional-popular? es una categoría que reenvía a elaboraciones de Antonio Gramsci. En nuestros análisis, retomamos en parte los aportes de De Ipola y Portantiero respecto de su inflexión en América Latina, ligada a la alternativa populista. Para estos autores, el doble proceso que propone el populismo (constitución del pueblo y construcción de un orden estatal) requiere la inclusión de tres niveles de análisis: el de las demandas y tradiciones nacional-populares, el del populismo como movimiento de nacionalización y ciudadanización de las masas, y el populismo como forma particular del compromiso estatal. En este marco, nos interesa hacer énfasis en la tradición nacional-popular a la cual definimos como una matriz político-ideológica que se inserta en la ?memoria mediana? (las experiencias populistas de los años 30, 40 y 50), y tiende a sostenerse sobre el triple eje de la afirmación de la nación, el estado redistributivo y conciliador, el liderazgo carismático junto a las masas organizadas ?el pueblo?. Asimismo, si bien en términos generales la dinámica de lo nacional-popular se instala en la tensión entre un proyecto nacionalista revolucionario, conducido por el pueblo junto a su líder, y el proyecto de la participación controlada, bajo la dirección del líder y el tutelaje estatal, es ésta última la forma histórica que suele adoptar lo nacional-popular, muy especialmente en su versión argentina. Desde nuestra perspectiva, en la Argentina de la última década pueden establecerse cuatro momentos políticos, que se abren con acontecimientos de fuerte impacto social: en primer momento, la rebelión del 2001, caracterizada por una crisis generalizada y un nuevo ciclo de movilización social, cuyo punto de inflexión es la represión del Puente Pueyrredón (2002); el segundo momento, la asunción presidencial de Néstor Kirchner (2003), que generó un nuevo escenario político, interpelando fuertemente a la sociedad y a las organizaciones sociales movilizadas (la vuelta a la ?normalidad?, la emergencia de un discurso progresista ?desde arriba? y el retorno ?todavía tímido- de lo nacional-popular); y por último, un tercer momento se abre con el conflicto entre el gobierno nacional y lo sectores agrarios (2008), y encuentra una doble inflexión con la aprobación de la Ley de comunicación audiovisual (2009) y la muerte repentina del ex presidente Néstor Kirchner (2010). Caracterizamos este tercer momento (2008-2010) como el de la exacerbación de lo nacional-popular y la tentativa de construcción de una hegemonía. Finalmente, el cuarto momento se abre con el inicio del segundo mandato de Cristina Fernández (2011-2015), da cuenta de nuevas inflexiones de lo nacional-popular, asociado al rol central de las clases medias en la política argentina.