IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Formas de lo político en la escuela
Autor/es:
MYRIAM SOUTHWELL
Libro:
Entre Generaciones: exploraciones sobre educación, cultura e instituciones
Editorial:
Homo Sapiens
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2012; p. 49 - 70
Resumen:
La dimensión sobre la que quisiera ocuparme en esta oportunidad es la cultura y la socialización política de los jóvenes que asisten a la escuela, aspecto que es abordado por ambos proyectos. Partimos del hecho ?explorado ya por muchos trabajos- de que la formación política fue parte constitutiva de la enseñanza en la escuela media desde sus orígenes, pero también que muchas de las características de aquella configuración de origen, parecen tener menos eficacia en los últimos años. Por cultura política entendemos ?siguiendo a Jacobsen y Aljovín de Losada (2005)- una perspectiva de cambio y continuidad que privilegia símbolos, discursos, rituales, costumbres, normas, valores y actitudes de individuos o grupos para entender la construcción, consolidación de los grupos de poder y las instituciones pero también su desmantelamiento. La cultura política se observa en distintas dimensiones de la escuela, pero nos concentraremos aquí en un solo aspecto: las posiciones que los docentes y directivos desarrollan acerca de la participación estudiantil y el vínculo intergeneracional que ello genera. [1] Un análisis más pormenorizado ?que no es intención de este escrito- requeriría problematizar la eficacia ?y fundamentalmente, la univocidad o previsibilidad- de la formación política brindada por la escuela media, también en el pasado.  Algunas indagaciones de colegas con los que me he formado y tesistas que trabajan conmigo en la actualidad, dan indicios de que esa afirmación debería ser sometida a un cuidadoso análisis. Sólo para dar algunos ejemplos, la indagación colectiva dirigida por la Dra. Adriana Puiggrós que dio por fruto el libro Dictaduras y utopías en la Historia Reciente de la Educación Argentina  y la tesis de doctorado en curso de Isabelino Siede, ?Modalidades de enseñanza de los derechos humanos en el sistema educativo argentino: entre prescripciones formales y experiencias escolares?, abren productivos interrogantes hacia aquél supuesto. [2] Hemos trabajado la noción de posiciones docentes en otros trabajos: Southwell Myriam, ?Docencia, tradiciones y nuevos desafíos en el escenario contemporáneo? en José Yuni (Comp.) Formación docente. Complejidad y Ausencias, 2009.  Southwell Myriam (2007) ?Interpelaciones y construcción de identidad en la esfera educativa: una mirada post-estructural a las concepciones de justicia de docentes argentinos? en Giros Teóricos, Editorial Comunicarte, Córdoba. ISBN 978-987-602-069-5. Se trata de indagar la posición que los docentes construyen ante situaciones y sujetos de manera activa, contingente, no previamente ?cartografiada? ni estable, que se produce en la relación y no de modo previo y que genera también una posición (contingente y no previamente establecida) en aquellos con quienes se vincula. La opción teórica y metodológica de estudiar las posiciones que construyen activamente el sujeto docente es tributaria de una serie de movimientos conceptuales que revisaron y reformularon los presupuestos del determinismo (economicista o sociológico, por ejemplo) y del estructuralismo que se hallaban en los fundamentos de la construcción de dicha tradición. A partir de esa perspectiva, pueden incorporarse análisis acerca de cómo los docentes se apropian de, disputan, reformulan y negocian los sentidos de las políticas públicas, dejando atrás perspectivas que suponían que las regulaciones del trabajo docente son muy definitorias y que las definiciones estatales sobre ellas explican suficientemente lo que sucede en el mundo escolar. La idea de posición docente es tributaria ?aunque no análoga- de la de posición de sujeto (Laclau y Mouffe, 1985) y, en ese sentido, implica considerar a los sujetos docentes en su pluralidad, heterogeneidad y complejidad, lo cual requiere descartar la posibilidad de plantearlos como una entidad homogénea y anclada en fundamentos lineales, ahistóricos y de validez trascendente (Cherryholmes, 1998). Así, la idea de posición docente a la que aquí aludimos se compone de la circulación de sentidos y de los discursos que regulan  y organizan el trabajo de enseñar, y se refiere específicamente a los múltiples modos en que ?en ese marco- los sujetos enseñantes asumen, viven y piensan su tarea, y los problemas, desafíos y utopías que se plantean en torno de ella.