IDIHCS   22126
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Cuatro claves para leer América Latina
Autor/es:
MARISTELLA SVAMPA
Revista:
NUEVA SOCIEDAD
Editorial:
Nueva sociedad
Referencias:
Lugar: Buenos aires; Año: 2017 p. 50 - 64
ISSN:
0251-3552
Resumen:
A partir del año 2000, América Latina ingresó a un nuevo ciclo político y económico caracterizado por un novedoso escenario transicional, caracterizado por el protagonismo creciente de los movimientos sociales, por la crisis de los partidos políticos tradicionales y de sus formas de representación, en fin, por el cuestionamiento al neoliberalismo y la relegitimación de discursos políticamente radicales. El cambio de época tomó un nuevo giro con la emergencia de diferentes gobiernos que, apoyándose en políticas económicas heterodoxas, se propusieron articular las demandas promovidas ?desde abajo?, al tiempo que valorizaron la construcción de un espacio regional latinoamericano. Frente a ello, no pocos autores alentaron grandes expectativas de cambio y escribieron con optimismo acerca del ?giro a la izquierda?, la ?nueva izquierda latinoamericana?, el ?posneoliberalismo?, entre otros tópicos.Para designar a estos nuevos gobiernos se impuso como lugar común la denominación genérica de progresismo, la cual si bien tendría el defecto de ser una categoría demasiado amplia, permitiría abarcar una diversidad de corrientes ideológicas y experiencias políticas gubernamentales, desde aquellas de inspiración más institucionalista hasta las más radicales, vinculadas a procesos constituyentes. Más aún, en una América Latina diezmada por décadas de neoliberalismo y ajustes fiscales, el progresismo fue emergiendo como una suerte de lingua franca, común a diferentes países, más allá de la diversidad de experiencias y los horizontes de cambio. Dicho arco abarcaría entonces desde el Chile de Patricio Lagos y Michele Bachelet, el Brasil del PT, con Lula Da Silva y Dilma Roussef, el Uruguay bajo el Frente Amplio, la Argentina de Néstor y Cristina Kirchner, el Ecuador de Rafael Correa, la Bolivia de Evo Morales, la Venezuela de Chávez-Maduro, hasta el fallido gobierno de Fernando Lugo en Paraguay, incluso el sandinista Daniel Ortega en Nicaragua. La hegemonía del progresismo estuvo ligada al nuevo boom de los commodities. En este texto definimos la actual fase de acumulación que atraviesa América Latina bajo el concepto de Consenso de los Commodities, cuya caracterización parte del reconocimiento de que, a diferencia de los años ´90, las economías latinoamericanas se vieron enormemente favorecidas por los altos precios internacionales de los productos primarios (commodities), lo cual se vio reflejado en las balanzas comerciales hasta los años 2011-2013. En este contexto, todos los gobiernos latinoamericanos, más allá del signo ideológico, apostaron a las ventajas comparativas y habilitaron el retorno de una visión productivista del Desarrollo, negando o buscando escamotear los crecientes conflictos ligados a las implicancias (daños ambientales, impactos socio-sanitarios) de los diferentes modelos de desarrollo. Con el correr de los años, el cambio de época fue configurando un escenario conflictivo en el cual una de las notas mayores es la (re)articulación entre tradición populista y paradigma extractivista. Categorías críticas como la de (Neo)extractivismo, Maldesarrollo, Nueva Dependencia, Populismos del siglo XXI, y otras, de tipo propositivo, como Autonomía, Estado Plurinacional, Buen Vivir, Bienes Comunes, Derechos de la Naturaleza, Etica del Cuidado, Posextractivismo, atraviesan los debates intelectuales y políticos, así como las luchas sociales de la época, planteando modos diversos ?sino antagónicos- de pensar la relación entre economía, sociedad, naturaleza y política.Para dar cuenta de estos escenarios en disputa, presentaré algunas líneas de cuatro debates que, si bien atraviesan la historia latinoamericana de los últimos siglos, han vuelto a constituirse en claves importantes para leer el escenario político actual, bajo el ciclo progresista (2000-2016). El primer eje se refiere al avance de las luchas indígenas y nos convoca a pensar acerca de la expansión de las fronteras de los derechos de los pueblos originarios. El segundo alude al cuestionamiento de la visión hegemónica de desarrollo, sobre todo, a la luz de la expansión del extractivismo, en sus diferentes modalidades. El tercero nos inserta en el plano geopolítico, y remite a dos cuestiones, por un lado, la reactualización de la figura de la Dependencia, categoría faro del pensamiento crítico latinoamericano, por otro lado, al alcance efectivo del regionalismo latinoamericano desafiante. La última clave, remite al retorno de los populismos infinitos en América Latina. Sin duda, estos debates no son las únicas claves políticas-ideológicas, pero la interrelación y dinámica recursiva que se estableció entre ellos, han jugado un rol preeminente en la reconfiguración del escenario político-social a nivel regional.