Presentación Producir y consumir cultura en la América Latina del siglo XXI

JAVIER GUIAMET; DIEGO LABRA

Apropos. Perspektiven auf die Romania

Universität Hamburg

Lugar: Hamburgo; Año: 2021

La difundida traducción al español de mass culture como «cultura de masas» fueimpugnada por Néstor García Canclini (García Canclini 1990), quien advierte queesta sugiere erróneamente que los viejos «nuevos medios» son «propiedades delas masas», cuando en realidad se está hablando de una «cultura para las masas»(239; destacado nuestro). En su lugar, se podría hablar de «cultura masiva», untérmino que está presente en la bibliografía (Papalini 2014), pero que no terminade ser consensuado. De una u otra forma, eso de lo que se habla, de la culturacreada y difundida a escala industrial para ser consumida por un público masivo, esconsiderado un fenómeno decisivo del cambio de siglo XIX al XX. Aunque ciertastransformaciones de la circulación literaria y la prensa son rastreables a los milochocientos, la consolidación de dinámicas de mercado en torno a distintas ofertaspara el ocio y la proliferación de las técnicas de reproducción en serie para laproducción de artefactos culturales resultan características ineludibles de la culturaen el siglo pasado.En ese sentido, un primer punto a pasar en limpio es que la cultura masiva, para lasmasas, se vinculó directamente al desarrollo y modernización del mercadocapitalista. Un rasgo que, desde el comienzo, alimentó interpretaciones sobre elfenómeno que lo asociaban a instrumentos de dominación totalizante sobreaudiencias pasivas (Parker 2011), las cuales han sedimentado un sentido comúntodavía presente. ¿A quién no han retado durante la infancia por pasar demasiado tiempo delante del televisor? ¿Quién no ha sido instado alguna vez por un adulto(un padre, una madre, un docente) a dejar los videojuegos, las historietas, las redessociales y dedicar el tiempo en actividades de mayor provecho