ISHIR   22111
INVESTIGACIONES SOCIO-HISTORICAS REGIONALES
Unidad Ejecutora en Red - UER
congresos y reuniones científicas
Título:
“Procesos étnicos identitarios y conflictos territoriales. Documentos oficiales y narrativas orales ¿Qué y para qué?”
Autor/es:
CAROLINA CRESPO Y ALMA TOZZINI
Lugar:
Trevelin - Chubut
Reunión:
Congreso; Octavo Congreso de Historia Social y Política de la Patagonia Argentino-Chilena. “Las fuentes en la construcción de una Historia Patagónica”.; 2009
Institución organizadora:
Instituto de Estudios Históricos Sociales; el Centro de Estudios Históricos Regionales Nacional Patagónico y el Departamento de Historia de la Universidad Nacional del Comahue; el Centro Nacional Patagónico yla Universidad de Los Lagos, Puerto Montt, C
Resumen:
En este trabajo nos proponemos reflexionar metodológicamente acerca del trabajo que con distintas fuentes realizamos asiduamente en nuestra tarea investigativa. Más especialmente analizaremos un trabajo conjunto que nos llevó a analizar en forma combinada documentación oficial de distintos niveles y agencias, con narrativas y testimonios orales recogidos en la actualidad, durante nuestro trabajo de campo. Interesadas en indagar de qué manera actuales procesos étnicos identitarios entran en confrontación con otras formas de categorizar a ciertos grupos - ya sea por las agencias estatales, sea por diversos grupos sociales –, nos abocamos a indagar en el origen y el proceso de producción de determinadas categorías que durante años definieron a las familias con las que trabajamos en Lago Puelo, Prov. de Chubut. Especialmente hicimos foco en documentación (expedientes de tierras, expedientes judiciales, ordenanzas y resoluciones municipales, actas, denuncias policiales, informes de la DGByP, comunicados de partidos políticos, etc.) que nos fuera útil para reflexionar acerca de la forma en que el Estado tipificaba a estas familias en el proceso de uso, tenencia y regularización de la tierra ocupada. En este proceso pudimos dar cuenta de cómo se han ido construyendo en las diferentes etapas y niveles de agencias estatales involucradas –nacional, provincial, municipal- distintos tipos de categorizaciones para ordenar a los “otros internos”, máxime en el proceso de reclamo de regularización territorial; y como dichas categorías se volvían definitorias para el acceso o denegación de la tierra. Así, pudimos ver de qué manera los procesos étnicos identitarios que recientemente emergen en la esfera pública en la Comarca Andina del Paralelo 42°, intentan demarcar -sea en confrontación con las definiciones estatales, sea tomándolas y resignificándolas, pero en permanente diálogo con las mismas- quienes pertenecen y quienes “son de afuera”, a la vez que desenmascaran antiguos sentidos de pertenencia silenciados, y lugares compartidos de subordinación. En este sentido, podemos decir que las fuentes no fueron utilizadas para “reconstruir” una etapa de la historia del pueblo, o de alguna familia en particular; sino, por el contrario, se constituyeron en la mirilla necesaria para comprender por un lado, antiguas alterizaciones en relación con actuales procesos identitarios que generan nuevas alianzas entre grupos anteriormente considerados “diversos”. Por otra parte, comenzar a desandar las “molestias” que dichas auto marcaciones generan en ciertos sectores que quedan prendados de los ordenamientos estatales que han venido operando hasta el presente. De esta forma, el trabajo con fuentes oficiales nos fue útil a la hora de entender críticamente históricas y actuales adjudicaciones/asunciones identitarias, así como los conflictos que generan entre diversos sectores sociales que no reconocen como legítimos los actuales procesos, máxime porque ponen en tela de juicio marcaciones “clásicas” gestadas desde sectores de poder. Asimismo, conjugamos dicho análisis con testimonios y narrativas orales que de sus propias historias y trayectorias de vida, realizan los sujetos con los que trabajamos. El objeto no fue “suplir” con los relatos orales los vacíos de las fuentes escritas; ni mucho menos acudir, luego de los datos obtenidos oralmente, a otras fuentes escritas, para “corroborar” aquello que los informante cuentan, historizan o relatan. La conjunción de ambos tipos de fuentes responde, antes bien, a la premisa de que tanto historia, mitos y relatos, representan formas de producción de conciencia social, que en tanto tales, orientan diversas formas de acción histórica (política, social, ritual) en el presente. No son pocos los autores que apuntan la necesidad de entender a la historia tanto como proceso sociohistórico, cuanto conocimiento y uso vernáculo de dichos procesos. Es decir, lo sucedido y lo que la gente relata, conoce y comunica acerca de dichos procesos entendiendo ambas cosas no como contrapuestas, sino como inexistentes la una sin la otra, y entendiendo que la historia se va haciendo, también, mientras se va narrando. Es en este sentido de diálogo crítico que trabajamos con ambos tipos de fuentes, intentando desentrañar las posiciones sociales que ambas adjudican para los sujetos implicados, así como las agentividades que, a partir de procesos recientes de reivindicación territorial desde lo étnico, intentan subvertirlas.