Una vida en la investigación

MARIO RAPOPORT

Rosario

Workshop; 1er Simposio IDEHESI; 2008

IDEHESI-Universidad Católica Argentina

En realidad, esta es mi primera conferencia donde voy a tratar sobre mi mismo, de modo tal que si me ven un poco nervioso es consecuencia de mi poca frecuentación en el tema.Por otro lado, mi vida transcurre por muchas avenidas: nadie se dedica a una sola cosa  y en mi caso son varias las actividades que me han atraído. Quisiera empezar entonces con una de mis aficiones que es la novela policial, porque de alguna manera allí está la raíz de lo que me pasó después.De esas novelas tomé el sentido de la palabra investigador. Un conocido diccionario define al investigador como aquel que se dedica a la investigación científica o policial o, más específicamente, el que hace las veces de detective oficial ó privado.La tarea del investigador debería atraer a todo espíritu aventurero deseoso de descubrir las incógnitas que plantea la vida, la sociedad o el crimen. Sentirse un poco Marlowe, el célebre detective de Raymond Chandler no es en verdad algo extraño para los sufridos personajes que se dedican a la investigación científica en la Argentina.No sólo por los padecimientos propios de una labor estimulante pero peligrosa - los caminos del conocimientos se asemejan a veces a los laberintos de Borges- sino por las mismas condiciones de vida y de trabajo: un duro como Marlowe sobrevivía por el amor a su chica, un científico trabaja por amor a la ciencia y creo que eso define de alguna manera mi perspectiva. Eso y mi propia vida personal: ¿por qué elegí lo que elegí? ¿por qué seguí el camino intelectual que seguí? y entonces encontré otros autores, otros economistas o historiadores, que en realidad estaban explicando lo mismo.