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Convocado por la Comisión del Centenario del Centro de Corredores de Cereales de Rosario tuve el enorme privilegio de ser el primero en relevar las actas manuscritas que la entidad atesora. Los historiadores regionales vemos en la configuración de los circuitos del mercado una de las posibilidades operativas para definir jurisdicciones regionales. En este caso las actas demuestran que la incidencia de la ciudad puerto de Rosario, en lo que respecta a la actividad del corretaje rosarino, el más importante del interior del país, se extendió a las provincias de Buenos Aires, Córdoba, y Entre Ríos, y dentro de Santa Fe hasta las fronteras del oeste. Las distintas comisiones directivas que siguieron a la que fundó el 3 de noviembre de 1908, adoptaron un criterio de conducción práctico, efectivo y directo, tendiente a no perder de vista las principales finalidades que agrupaban a los socios: la defensa de la palabra dada a sus clientes de defender cabalmente sus intereses frente al centralismo económico y las prácticas monopólicas. Asimismo es fácilmente comprobable la preeminencia de una actitud conciliatoria ante los distintos pareceres internos de los corredores en aras de la unidad, tal como ocurrió en las primeras décadas de su existencia. Sus hombres, que al mismo tiempo participaron intensamente en distintas actividades vinculadas con la producción y el comercio de Rosario, asumieron un protagonismo nacional en las negociaciones sostenidas con los máximos representantes del poder político y económico de la ciudad de Buenos Aires. Su capacidad también fue puesta al servicio de la modernización del sistema de comercialización, bregando incansablemente para dejar atrás las rémoras heredadas del siglo XIX y principios del siglo XX, entre la que se destacaba la falta de inversión en infraestructura productiva, la calidad de los cereales, su almacenaje, el transporte de las cosechas y su tratamiento en el puerto. La historia del Centro de Corredores de Cereales, que los rosarinos tendrán la posibilidad de conocer a través de un libro que se publicará en breve, de cuidada y esmerada edición, abarca un período completo y complejo, que por su introducción excede propiamente el centenario. La historia del país, la región y la ciudad, desde 1878 hasta nuestros días se encuentran reflejadas de una manera amena, sin desmedro de la rigurosidad documental. El Centro de Corredores de Cereales, continúa con la política de sus antecesores, de formación de los nuevos dirigentes del sector, profundizando un legado de gran vigencia.