Perspectivas de la juventud latinoamericana en educación y trabajo

JACINTO CLAUDIA

Brasilia

Workshop; II Encontro em Têndencias e Prospeçao, Workshop Internacional de educaçao Profissional: Inserçao dos Jovens no Mercado de Trabalho; 2008

SENAI

El documento examina tendencias recientes en educación y formación para el trabajo de jóvenes, señalando debilidades y lagunas persistentes como: a) la escasez de empleos decentes, lo cual constituye un obstáculo estructural que excede las políticas específicas; b) las debilidades de la trama institucional que interviene en las relaciones entre educación-empleo y que dificultan las posibilidades de mejoramiento del empleo juvenil; c) algunas medidas para promover la inserción laboral juvenil han tenido escasa cuenta la perspectiva de crear trayectorias acumulativas y de reconocer las nuevas relaciones de los jóvenes con el trabajo; d) los programas dirigidos a los más vulnerables difícilmente han abordado perspectivas integrales de atención. La región enfrenta una suma de desafíos muy serios respecto al desarrollo socio-económico, y su integración a un mundo globalizado, así como respecto a la cohesión social, y la gobernabilidad. En este contexto, las políticas y acciones vinculadas a la transición laboral juvenil enfrentan en la región muchos desafíos. Entre ellos: mayor coordinación entre los actores nacionales, efectiva formulación de enfoques integrales y sectoriales, fortalecimiento de las capacidades de gestión e implementación de los actores, consolidación de alianzas público-privadas; superación de las fragmentaciones de las políticas de formación. El enfoque de aprendizaje para toda la vida, tiene gran potencialidad para mejorar las articulaciones y ganar en la construcción  coherente de una educación para el desarrollo. Se trata de tender a sistemas más flexibles, que permitan la diversidad de estudios y opcionalidades (sin constituir circuitos ?de segunda categoría?), pasarelas entre diversos campos de enseñanza o entre una experiencia profesional y  regreso a la formación, y que contemple validación de saberes y competencias adquiridos en la experiencia.  El fortalecimiento de la calidad institucional de los actores que participan en todos los niveles es clave para la coordinación de objetivos. Asimismo, debe propiciarse mecanismos institucionales que estimulen un monitoreo sumativo que permita revisar resultados parciales y obstáculos, para mejorar los procesos, y la calidad de las prestaciones,  y evaluaciones de impacto que sean tomadas efectivamente en cuenta en las formulaciones posteriores.     En el marco de las articulaciones, la voz de los jóvenes debe ser considerada de varias maneras. Por un lado, favoreciendo mecanismos institucionales de participación a través de secretarías de juventud y asociaciones juveniles de diverso tipo. Por otro lado, teniendo presente que cada toma de decisiones debe sustentarse en el conocimiento de las motivaciones y puntos de vista de los propios jóvenes destinatarios de la acción, lo cual trasciende los mecanismos institucionales y da lugar tanto  a los mecanismos informales y espontáneos de participación como a mayor investigación sobre estrategias y perspectivas de los jóvenes. Algunas encuestas sobre juventud en la región han abierto el camino en ese sentido. Organizar circuitos educativos y formativos que acompañen trayectorias de inserción de los jóvenes, que sean al mismo tiempo relevantes y pertinentes  para ellos, pero que también respondan a  las demandas del mercado de trabajo y al desarrollo local y nacional es uno de los mayores desafíos que enfrentan la formación para el trabajo y las transformaciones educativas en la región.