INVESTIGADORES
IÑIGO CARRERA Nicolas
capítulos de libros
Título:
La semana de enero de 1919 en Argentina
Autor/es:
NICOLÁS IÑIGO CARRERA
Libro:
Masacres obreras y populares en América Latina
Editorial:
Universidad de Magdalena
Referencias:
Lugar: Santa Marta; Año: 2011;
Resumen:
El hecho se produjo en un momento ascendente de la lucha de los obreros, medido por los crecientes grados de unidad en la acción de sus cuadros y el establecimiento de alianzas con fracciones sociales no obreras, tanto a nivel mundial como en Argentina. La situación económica más favorable, junto con las nuevas condiciones políticas que había traído la llegada de Yrigoyen al gobierno, permitieron un incremento del movimiento huelguístico. Pero ese proceso pronto chocó con sus límites y el gobierno se encargó de suprimir la rebelión. Lo que comenzó como una huelga de obreros metalúrgicos de la empresa Vasena y de los marítimos, por reivindicaciones específicas, devino huelga general con movilización, acompañada de manifestaciones callejeras. Casi inmediatamente las manifestaciones derivaron en choques callejeros de los manifestantes con la fuerza armada del gobierno (policía), y más tarde, con la fuerza armada del estado (ejército y marina), y la huelga en huelga política de masas, en la que las direcciones sindicales y políticas de la clase obrera resultaron superadas. En las acciones callejeras parecen observarse uno de los rasgos del motín, espontáneo, quizás motivado por el odio y el deseo de venganza. Sin embargo, el hecho no puede reducirse en manera alguna a esa caracterización: existen en él rasgos insurreccionales. La huelga política de masas desarrollada en la Semana de Enero de 1919 constituyó el momento más alto del ciclo de la lucha de la clase obrera que se inició en el siglo XIX y se extendió hasta el primer año de la década de 1920. Aunque en Buenos Aires la huelga general presentó algunos rasgos de insurrección de pequeñas escaramuzas, no fue una insurrección definida de acuerdo con los criterios teóricos clásicos, que enfatizan el elemento consciente, sistemático, previamente organizado y planificado, para conquistar el poder político. La clase obrera argentina no encontraba para ello las condiciones objetivas ni su experiencia le permitía, en ese momento, construir las condiciones subjetivas. Con su derrota, sin duda, se consolidó la tendencia a la penetración de las luchas obreras en el sistema institucional, con la legitimación y legalización de los intereses inmediatos como asalariados de algunas de sus fracciones y capas. La diferencia en el número de bajas de las fuerzas armadas en defensa del orden establecido y las del campo popular, y las múltiples referencias a la “víctimas inocentes”, registradas por todas las fuentes de la época permite completar la caracterización del hecho: la respuesta del régimen de dominación a la huelga política de masas fue una masacre, pero la Semana de Enero de 1919 de ninguna manera puede reducirse a esta última caracterización.