INVESTIGADORES
GIRAUDO Alejandro Raul
capítulos de libros
Título:
Serpientes amenazadas de la Argentina: una revisión crítica
Autor/es:
GIRAUDO, ALEJANDRO R; ARZAMENDIA, VANESA
Libro:
Manejo de Fauna Silvestre en la Argentina. Conservación de especies amenazadas
Editorial:
Dirección de Fauna Silvestre. Secretaría de Ambiente de la Nación
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2011;
Resumen:
Las especies amenazadas son aquellas que tienen una elevada probabilidad de extinción o que se aproximan a dicha  situación de continuar las presiones directas sobre éstas o sus hábitats. Partiendo de esta definición revisamos las categorías de amenaza de las serpientes argentinas mostrando ejemplos en donde cambios taxonómicos (deficiencias linneanas), vacíos en el conocimiento sobre la distribución de las especies (deficiencias wallaceanas), o sobre aspectos bio-ecológicos (deficiencias haeckelianas) generan sesgos en las asignaciones de sus categorías de conservación. La evaluación argentina del 2000, analizó 130 taxones categorizando 3 En Peligro, 5 Amenazados, 27 Vulnerables, 15 Insuficientemente Conocidos y 80 No Amenazados. Actualmente hay 134 taxones de ofidios con las siguientes modificaciones: 26 Vulnerables (una fue sinonimizada), 78 No Amenazados (dos sinonimizadas) y 6 No Evaluados. Se muestra que las especies amenazadas deben ser enunciadas como hipótesis, analizando científicamente la información cuantitativa y/o cualitativa, lo que permitirá rechazar o no su inclusión como tal explicitando la metodología, definiciones, el grado de incertidumbre y calidad de la información utilizada. Como en todos los esquemas hipotéticos-deductivos se pueden cometer errores de tipo I (rechazar una hipótesis nula verdadera) y de tipo II (no rechazar una hipótesis nula falsa), el de tipo II implica afirmar que una especie no está amenazada cuando sí lo está, lo que podría implicar su extinción sin acciones de conservación, por lo que se sugiere utilizar el principio de precaución ante la duda. La categorías de amenaza de las especies deberían basarse en información e interpretaciones científicas sobre la bioecología y tendencias poblacionales en relación con modificaciones antropogénicas, evitando o minimizando la influencia de factores políticos, sociales y económicos, que sí deben ser considerados en las gestiones sobre conservación de las especies amenazadas.