IAL   21557
INSTITUTO DE AGROBIOTECNOLOGIA DEL LITORAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Efecto residual de labranzas verticales en el sistema radicular de un cultivo de soja
Autor/es:
FINELLO, MARIANO; RAMOS, JULIO CÉSAR; CÉCCOLI, GABRIEL; INVILDERIED, HORACIO
Lugar:
Rosario
Reunión:
Congreso; V Congreso de la Soja del Mercosur. I Foro de la Soja Asia-Mercosur; 2011
Institución organizadora:
Asociación de la cadena de soja Argentina (AcSoja)
Resumen:
En
las últimas décadas, en la región Pampeana Argentina se produjo un
cambio importante del uso del suelo el cual estuvo asociado con el
incremento del área cultivada con soja, lo que alteró las condiciones
biofísicas de los suelos de esta región (Alzugaray et. al., 2008). La
introducción de cultivares de soja resistentes a glifosato ha
predominado en la siembra directa (SD) (Vilche et al., 2006). Sin
embargo, se ha observado que algunos suelos pueden densificarse debido
a, la consolidación natural de las partículas y el tráfico de
maquinarias. La compactación del suelo por pasaje de rodados agrícolas
se ha transformado en un problema de importancia mundial, debido a: i)
el uso de tractores, equipos de labranza, cultivo y cosecha cada vez de
mayor tamaño; ii) el incremento en la intensidad de uso del suelo; iii)
en algunas regiones la puesta bajo cultivo de áreas marginales, de
menor aptitud agrícola (Taboada et. al., 2008). A este inconveniente se
le suma la baja capacidad de regeneración de la estructura de los
suelos limosos, característicos de la región pampeana, particularmente
cuando ésta se encuentra deteriorada presentando una mayor
susceptibilidad a formar estructura masiva con encostramiento
superficial y pérdida de la porosidad estructural (Pilatti
& Orellana, 2000).Cuando la resistencia mecánica del suelo es
mayor a 3 MPa (Micucci & Taboada, 2006), las plantas tienen una
menor capacidad para explorar el suelo debido a que la longitud total
del sistema radical disminuye aproximadamente 50 % dependiendo de la
especie (Bennie, 1996). Además se
disminuyen los espacios libres del suelo dificultando la capacidad de
almacenar agua y el intercambio gaseoso con la atmósfera
(Queiroz-Volatan et. al., 2000). La elevada resistencia mecánica afecta
principalmente el proceso de expansión celular (Benguogh et. al.,
1995). Esta restricción mecánica se puede reducir con una labor
vertical profunda, capaz de soltar mecánicamente el suelo (Taboada,
1998). Así es posible preservar la cobertura vegetal, minimizar los
efectos negativos sobre los agentes formadores de bio-canales y lograr
una mayor exploración radical (Martino, 1998). Por esto el objetivo de
este trabajo fue determinar el efecto residual de labranzas verticales
en suelos compactados sobre el crecimiento radical y el rendimiento de
un cultivo de soja.El experimento se desarrolló en el campo
experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza (UNL),
sobre un suelo Argiudol típico Serie Esperanza, del Centro Norte de la
Provincia de Santa Fe (60° 42.217´ O, 30° 57,065´ S). Se seleccionó
un lote manejado en siembra directa continua con presencia de
compactación. Para el escenario comparativo a la compactación en siembra
directa se realizó una labor vertical inicial con paratill con dos
años de antelación a las mediciones realizadas en este trabajo, de esta
manera se evaluó su efecto residual. La superficie de ensayo fue 0,5
ha-1. Se definieron cuatro tratamientos con dos factores y
dos niveles por factor: fertilización con superfosfato triple (A: 130
kg/ha y B: 70 kg/ha) y laboreo inicial (PA: paratill con dos años de
antelación a una profundidad de 30-35 cm y SD: siembra directa). El
cultivo de soja se sembró el 6 de diciembre de 2010, con una sembradora
de dos surcos a una densidad de siembra de 75 kg/ha o 21 semillas/metro
lineal a 52 cm de distancia entre surcos. La variedad utilizada fue RA
725. La cosecha del cultivo se realizó el día 14 de abril de
2011.Luego de la siembra se procedió a la colocación de tubos de
acrílico a razón de tres por tratamientos. Los mismos fueron situados
en la línea de siembra con una inclinación de 45° con respecto al nivel
del suelo para permitir la correcta medición . La toma de muestras se
realizó semanalmente con la utilización del minirizotron a 15, 25 y 35
cm de profundidad.
Las
imágenes tomadas fueron analizadas con el software Image-Pro Plus 3.0
para la determinación de la densidad longitudinal de raíces (cm/cm2).
A cada grupo de datos se le determinó su correspondiente modelo
estadístico. A cada uno de estos modelos se le cálculo el área bajo la
curva para utilizarlo como base de la comparación entre tratamientos y
profundidades de muestreo. El área bajo la curva se utilizó como base
del análisis ya que sintetiza los valores máximo y mínimos de la
longitud lineal radical como así también su estabilidad en el tiempo.
Con muestras no disturbadas de suelo se determinó densidad aparente y
resistencia a la penetración en el horizonte superficial previo a la
siembra (Tormenta et al., 1999). La cosecha se efectuó manualmente y se
colectó al azar dos metros de surco de cada parcela. Se dispone de
información proveniente de una estación meteorológica ubicada en la
Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza (UNL).El área bajo la curva
del crecimiento radical del cultivo de soja fue diferente en los
distintos estratos entre y dentro de los tratamientos. A los 15 cm de
profundidad se observó un mayor desarrollo radical en los tratamientos
PA respecto de los tratamientos SD. A su vez, el desarrollo radical fue
mayor en PA-B respecto de PA-A. El mayor desarrollo en los
tratamientos PA se debe a la mejor aireación, menor resistencia a la
penetración y menor densidad aparente dentro del espesor originada por
el paso del implemento. Esta nuevas condiciones propician en el
ambiente edáfico una mejor condición para el desarrollo biológico en el
mismo (Alzugaray et. al., 2008). Dentro
de cada sistema de implantación los tratamientos más fertilizados
tuvieron un menor desarrollo radical. A los 25 cm de profundidad los
valores de desarrollo radical se presentan de manera irregular debido a
la transición de horizontes sub superficiales. A los 35 cm de
profundidad el tratamiento que presentó mayor desarrollo radical fue
SD-A, seguido por SD-B, PA-B y PA-A. A esta profundidad se originó una
situación inversa con respecto al estrato superior (15 cm), donde los
tratamientos sobre SD presentaron una mayor exploración radical con
respecto a los de PA. En estos estratos la permanencia de los bio-poros
creados por la estabilidad que genera la SD establece mejores
condiciones físicas y flujos preferenciales de la actividad
biológica.Existe un efecto residual de la labor vertical en los
primeros centímetros del suelo puesto que en los tratamientos PA la
densidad longitudinal de raíces fue mayor en el estrato superior con
respecto a los estratos sub-superficiales como así también en los
indicadores físicos. Contrariamente a esto los tratamientos SD
presentaron un mayor desarrollo radicular en los estratos
sub-superficiales respecto a su estrato superior. La baja residualidad
apreciada en los horizontes sub-superficiales es debida al alto
contenido de arcilla de los mismos, característicos de los suelos del
centro de Santa Fe, que luego de sucesivos procesos de humedecimiento y
desecación retoman su conformación original previa a la labor. Esto
concuerda con lo encontrado por Puricelli
& Legasa (1973), en los suelos de la Pampa Ondulada, donde las
experiencias con subsolado muestran que el efecto en el horizonte B
textural no persiste por más de 2 años por el elevado contenido de
arcillas expandibles.
Con
respecto a la materia seca total de los tratamientos, no existen
diferencias significativas entre las pertenecientes a SD siendo estas
las menores. El mayor volumen de materia seca lo presentó PA-B, seguido
de PA-A. Esto se debe a que la distribución de nutrientes en el suelo
es heterogénea en el espacio y el tiempo. Para nutrientes de limitada
movilidad como el fósforo, la distribución es a menudo estratificada,
con altas concentraciones en los horizontes superficiales de suelos
formando compuestos con la materia orgánica (Iyamuremye
& Dick, 1996). Por esta razón, el mayor desarrollo radical
observado en los tratamientos PA en los estratos superficiales, aumenta
la absorción de nutrientes (Harper
et. al., 1991). Esto ocasiona una menor absorción de fósforo por parte
de los tratamientos de SD que trae como consecuencia, una disminución
en el crecimiento del cultivos a través de reducciones en el desarrollo
y expansión foliar (Cromer et al., 1993) y reducciones
en la fotosíntesis foliar a saturación lumínica (Jacob & Lawlor,
1991). La caída en las tasas de expansión foliar y fotosíntesis foliar,
reducen a nivel de cultivo la intercepción de la radicación y la
eficiencia de conversión de la radiación interceptada en biomasa,
respectivamente. Como consecuencia, la materia seca a R8 de los
tratamientos sobre SD presentan valores inferiores a los de PA (Tabla
1). El mayor volumen de materia seca del tratamiento PA-B por sobre el
de PA-A se debe a un mayor desarrollo de pelos radicales por parte del
primer tratamiento debido a que la densidad de pelos radicales se
encuentra altamente regulada por la disponibilidad de fósforo,
aumentando significativamente en raíces que crecen en suelos con menor
disponibilidad del mismo (Ma et. al. 2001). La mayor densidad
longitudinal de pelos radicales facilita la absorción de nutrientes
aumentando la superficie de absorción de la raíz y permiten una mayor
exploración del volumen del suelo (Bates & Lynch, 1996).
Los
rendimientos de los cultivos no siguieron la misma tendencia que el
desarrollo de la materia seca. Los mismos no presentaron diferencias
significativas debido a que durante el período crítico sufrieron un
severo estrés hídrico que no permitió expresar las buenas condiciones
del cultivo alcanzadas durante los estadios vegetativos determinadas
por buenas condiciones hídricas previas. El rendimiento del cultivo de
soja se encontró correlacionado positivamente al desarrollo radicular
alcanzado a la profundidad de 15 cm y negativamente al desarrollo que
alcanza a 35 cm de profundidad , esto se debe a todo lo dicho
anteriormente.
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