INVESTIGADORES
DAVILA Federico Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
El relleno distal de la cuenca de Manatiales en la Precodillera normendocina y su implicancia en la evolución del antepaís andino temprano
Autor/es:
REYNA, G., DÁVILA, F.M., HOKE, G.H.
Reunión:
Congreso; Congreso Geologico Argentino; 2011
Resumen:
Al N de Mendoza, la cuenca de antepaís andina temprana está representada por los depósitos sinorogénicos Miocenos Inferior-Medio expuestos de N a S desde la localidad de Manantiales hasta el río Tunuyán. La cuenca de Manantiales (CM) tiene sus principales afloramientos en la Cordillera Frontal, su origen ha sido asociado a la carga tectónica-topográfica de la Cordillera Principal, y su frente de deformación se situaría entre los corrimientos de La Ramada y El Espinacito (Jordan et al., 1996; Cristallini y Ramos, 2000). Desde el Mioceno tardío, la cuenca fue exhumada, cuando los principales corrimientos migraron al E, hacia la Precordillera normendocina (Cristallini y Ramos, 2000). Según este modelo evolutivo, la etapa de subsidencia de la CM correspondería a un relleno de antefosa proximal en la Cordillera Frontal y de depozona distal en la Precordillera. A la fecha, no obstante, se desconocen depósitos sinorogénicos de comprobada edad Miocena Inferior en la Precordillera normendocina. En la región del arroyo Riquiliponche (32°7´-32°21´SL - 69°6´-69°W), al NE de la localidad de Uspallata, han sido cartografiadas unidades asignadas al Mioceno sensu lato por correlaciones litoestratigráficas (Cortés et al. 2001). Estas apoyan en discordancia angular sobre el Triásico Superior del Grupo Uspallata y es sobrecorrida por la Fm. Alojamiento de edad paleozoica. Se compone por ~300 metros de estratos de origen lacustre, eólicos y fluvial de bajo gradiente depositados dentro un paleoambiente aluvial distal. Las paleocorrientes hacia el E y la composición de los clastos (mayormente triásicos) sugieren un área fuente al oeste. Esta sucesión está intercalada por ~25 m de brechas andesíticas, gruesas, masivas, matriz soportadas y que poseen mala selección. El espesor de las capas de brechas es ~2 m y sus bases muestran contactos netos, no erosivos a levemente irregulares que pueden ser seguidas por varios kilómetros. El tamaño promedio de los clastos es ~0.5 m y el tamaño máximo promedio de ~1 m. Los bloques de gran tamaño se distribuyen aleatoriamente y encuentran ocacionalmente agrupados hacia el techo de las capas (clastos protruidos). La matriz es mal seleccionada, formada por fragmentos de rocas volcánica de tamaño arena gruesa hasta sabulítica y por fango intersticial. La mala selección, las texturas angulosas y el presencia de matrices fangosas son típicas de flujos de detritos dominados por mecanismos cohesivos (Postma, 1986) y reología viscosa-laminar (Pierson y Costa 1987). Las relaciones entre espesores y tamaños máximos, y la presencia de clastos protuidos, es consistente con depósitos de flujos de detritos cohesivos (Nemec y Steel 1984). La composición andesítica oligomíctica del depósito, tanto de sus clastos como de su matriz; conjuntamente con la consistencia en las edades obtenidas en clastos recolectados en distintos niveles (Reyna et al., este congreso) indicaría que se trataría de flujos piroclásticos (e.g., Fisher y Schmincke, 1994). El registro estratigráfico de la región de estudio permite certificar la presencia de facies distales y extender los límites de la CM hasta la Precordillera mendocina. La sedimentación aluvial fue interrumpida por un evento volcánico de gran magnitud a los 19,64 ± 0,54 Ma (Reyna et al., este congreso), posiblemente asociado con los eventos reportados para la Fm Farallones más al O. Al E de la región de estudio. En la zona del bolsón de Jocolí y la sierra de las Peñas, datos cartográficos (Hoja 3369-II, Mendoza) y columnas estratigráficas confeccionadas a partir de información de subsuelo (pozo YPF.SJ.SP.es de Peñas–1) sugieren la presencia de un Terciario incierto ubicado entre el Mioceno superior y el Paleozoico, el cual se compone por la facies aluviales distales (barreales) comparables con los horizontes expuestos en Riquiliponche. A diferencia del area de estudio, no se describieron horizontes volcanogénicos en estas dos últimas regiones. Al SO de la ciudad de Mendoza, la Formación Mariño (Biondi, 1936; Rolleri y Criado Roque, 1970) expone una ponente sucesión de estratos de origen eólicos interdigitados con facies de barreales y paleosuelos correlacionables en edad (Cerdeño et al. 2006) y litología con los horizontes que subyacenten a la brecha andesítica de la región de Riquiliponche. Esto permitiría sugerir que el sistema de antepaís distal del Mioceno Temprano-Medio de la CM se habría extendido dentro del límite Precordillera-Sierras Pampeanas. Sin embargo, la gran potencia de las unidades en regiones alejadas del eje cordillerano, sugieren que mecanismos alternativos de subsidencia complementaron con la carga topográfica principal de la Cordillera. Algo semejante fue también sugerido >300 kilómetros al N por Dávila et al. (2007) a los ~29º LS. Futuras reconstrucciones paleogeográficas de la CM limitando facies proximales y distales, permitirán realizar y ajustar las curvas flexurales y estimar con mayor precisión las cargas tectónicas generadas durante la deformación Miocena temprana.