INVESTIGADORES
CASTAGNARO Atilio Pedro
congresos y reuniones científicas
Título:
Utilización de extractos de Fragaria ananassa como agrobiocida para el manejo de la antracnosis de la frutilla.
Autor/es:
GRIGNOLA, J.; MAMANÍ, A.; FILIPPONE, P.; CASTAGNARO, A.; DÍAZ RICCI, J.
Lugar:
Tucumán, Argentina
Reunión:
Simposio; II Simposio Argentino-Italiano de Bacterias Lácticas.; 2004
Institución organizadora:
Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) y PROIMI (Planta de Procesos Industriales Microbiológicos).
Resumen:
La antracnosis, causada por hongos del género Colletotrichum, es la enfermedad que afecta más negativamente el cultivo de la frutilla. Su control, que involucra grandes cantidades de agroquímicos de síntesis, produce un impacto negativo en la salud humana y ambiental. En ese sentido, el objetivo general del presente trabajo es la evaluación de un extracto de hojas de frutilla en su capacidad de ser utilizado para la formulación de agrobiocidas de origen natural, para el manejo de la enfermedad de la antracnosis. La hipótesis que subyace consiste en el aprovechamiento de los mecanismos de defensa propios de los vegetales. Los objetivos específicos fueron investigar en plantas de frutilla var. Pájaro: i) su efecto fungicida directo, ii) su potencialidad como inductor de la respuesta defensiva y si la eventual respuesta es a) local o b) sistémica. El extracto se obtuvo a partir de hojas de  plantas sanas de Fragaria ananassa var. Camarrosa homogenizadas en metanol 80% (EM), cuya actividad antifúngica y antibacteriana “in vitro” había sido previamente caracterizada. El EM seco fue diluido en H2O hasta obtener una concentración del 5%, que al no presentar efecto fito-tóxico, fue la concentración usada en la investigación. Los ensayos de infección se llevaron a cabo con una cepa virulenta de C. acutatum, inoculando las partes aéreas de la planta con una suspensión de 104 conidios /mL. El EM fue capaz de detener completamente el proceso infeccioso cuando fue aplicado en forma conjunta con el patógeno y hasta 24 hs. después de la inoculación. Sin embargo, cuando se aplicó con un retraso de 2 y 7 días posteriores al hongo, la enfermedad se manifestó, aunque con una menor intensidad que en los controles positivos (plantas que no recibieron  ningún tratamiento con EM). Esto en alguna medida indicaba que a pesar de que el hongo había penetrado y por lo tanto no era accesible al efecto directo antifúngico del EM, éste de alguna manera interfería en el normal desarrollo de la enfermedad. Este efecto inductor fue puesto de manifiesto cuando no se observaron síntomas de enfermedad al aplicar el EM y al cabo de dos días previos a la inoculación con el patógeno, la planta tratada fue lavada extensamente con agua destilada.  Del mismo modo, pudo comprobarse el carácter sistémico de la respuesta defensiva desencadenada por el EM, cuando éste fue aplicado 2 y 7 días previos a la inoculación en sólo una hoja y sin embargo el patógeno no pudo progresar en el resto de la planta.