ILAV   21219
INSTITUTO DE INVESTIGACION EN LUZ, AMBIENTE Y VISION
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Objetivos y alcances
Autor/es:
GALÍNDEZ E., GONZALO G., KIRSCHBAUM C. (EDITOR), NEGRETE J., MELLACE R.
Libro:
Tecnologías para el hábitat, el aprovechamiento energético y el desarrollo productivo en áreas rurales
Editorial:
EDUNT
Referencias:
Lugar: San Miguel de Tucumán; Año: 2010; p. 13 - 17
Resumen:
OBJETIVOS Y ALCANCES E. Galíndez, G. Gonzalo, C. Kirschbaum, R. Mellace, J. Negrete El objetivo general de este proyecto es desarrollar tecnologías y acciones que tiendan al mejoramiento de la calidad de vida de habitantes en áreas rurales pobres de la Provincia de Tucumán. Existe acuerdo entre investigadores e instituciones en entender a la pobreza como un fenómeno de muchas dimensiones, no limitado solamente a la ausencia de dinero o de bienes materiales. Puede reflejar diversas deficiencias o aspectos negativos en la vida, incluyendo la mala salud, la falta de educación, la desnutrición y otros factores como la vivienda deficiente, la violencia y la incapacidad para participar en los procesos políticos. La Argentina es un vasto país con muchas diferencias entre las provincias en función de su riqueza natural, la producción, la capacidad institucional, los niveles de ingresos y los indicadores sociales. Por lo tanto, es importante considerar las diferencias de la pobreza por región y no sólo los promedios nacionales. Según el INDEC en el 2001 las tasas de pobreza eran sustancialmente mayores en el Noroeste (46% en 1998) y en el Noreste (49%), seguido de las regiones montañosas, áridas de Cuyo (36%). Por el contrario, la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y las cinco provincias que constituyen la región rica en recursos de la Patagonia, cuentan con tasas de pobreza menores que el promedio (24% y 22% respectivamente. También se registran diferencias importantes entre las poblaciones rurales y urbanas que tienen una relación con los niveles de pobreza y las condiciones locales. Tucumán no queda excluido de este concepto. Este proyecto intenta mediante desarrollos e innovaciones tecnológicas mejorar la situación de los habitantes rurales. Se pretende llenar el vacío de conocimientos existentes y además concretar la extensión y transferencia a los destinatarios. El objetivo es implementar estrategias que posibiliten superar la exclusión social de los pequeños productores rurales. Se pretende contribuir a desarrollar la participación desde las familias y las localidades. Implica reposicionar y revalorizar desde la mirada propia de sus habitantes y desde la ajena, todo “lo propio” de tres áreas rurales tucumanas (Valle Calchaquí, Trancas y Burruyacu) en la economía, y una mayor presencia de las organizaciones locales y de sus actividades en las instancias de decisión sobre el desarrollo local. Desde fines de 2006, durante un período de aproximadamente tres años se realizaron estudios en diversas áreas: o El registro de indicadores sobre calidad vida, ambiente, trabajo, costumbres y demandas fue una tarea básica para conocer no solo las distintas áreas de trabajo sino en particular opiniones de autoridades, organizaciones y principalmente de los pobladores; o La producción del hábitat construido, investigando las posibilidades y mecanismos para optimizar la utilización de materiales y mano de obra local o El equipamiento de edificios y viviendas es otro campo de interés no solo desde el punto de vista de materiales sino también del acondicionamiento ambiental o El medio ambiente en escuelas es un tema de estudio tanto desde la perspectiva arquitectónica y física sino también de la salud y el aprendizaje o El caso de los pueblos y asentamientos rurales es un aspecto particular que incluye el planeamiento urbano, preservación de edificios y espacios como el equipamiento tomando como tema de análisis y desarrollo el alumbrado público, su control y gestión Estos temas se desarrollaron mediante tres líneas de trabajo coordinadas alrededor de la solución de problemas. 1. Componentes y Sistemas Constructivos en Viviendas y Edificios Comunitarios o Caracterización, ensayo y desarrollo de componentes a partir de materiales locales (tierra, madera, caña, piedra, etc.) e industrializados. o Desarrollo y prueba de sistemas constructivos para viviendas y edificios con tecnologías adecuadas para programas de desarrollo comunitario y/o autoconstrucción. o Investigación del comportamiento de nuevos materiales y técnicas constructivas para distintos tipos de estructuras. o Identificación de patrones tecnológicos y arquitectónicos alternativos para el hábitat y el desarrollo humano en el ámbito rural. 2. Energía y Hábitat o Desarrollo de dispositivos de control del consumo de energía eléctrica en iluminación. o Introducción de tecnologías para aprovechamiento de iluminación natural (lumiductos, ventanas, celosías), sistemas de iluminación artificial, equipamiento de viviendas rurales o Tecnologías alternativas para un uso racional de la energía en la vivienda y pequeñas producciones agropecuarias rurales 3. Desarrollo Rural o Equipamiento para el desarrollo y la producción. Diseño de invernáculos, secaderos de alimentos, hornos, depósitos y galpones, dispositivos y herramientas para producir componentes para la construcción. o Gestión y explotación de la iluminación y señalización para caminos y pueblos rurales o Promoción del turismo rural. Desarrollo turístico y de preservación del patrimonio, publicaciones de manuales para divulgación y capacitación. Diseño de modelos de unidades de alojamiento de turistas en predios de habitantes. Relevamientos y producción de cartografía y folletos sobre zonas de interés. Relevancia del problema Las encuestas recientes del Gobierno en dos provincias—Salta en el Noroeste y Misiones en el Nordeste— nos dan algún indicio de la condición de los pobres rurales. La tasa ponderada de pobreza rural promedio en estas dos provincias es de alrededor del 75%, con una tasa de indigencia de un 35%. En los últimos 20 años la Provincia de Tucumán y el NOA han sufrido un proceso de desindustrialización. En este período Tucumán ha perdido más de la mitad de sus establecimientos y, en consecuencia, se produjo la expulsión de la mano de obra, que tuvo que emigrar o reacomodarse en otros sectores de la economía. Según datos del INDEC, para el año 1995, la actividad industrial generaba el 28% del PBI provincial y sólo empleaba al 10.6% de la población ocupada. El 27% de las familias tucumanas se encuentra por debajo del nivel de pobreza, cuando el promedio nacional es del 19%. Seis de los 17 municipios de Tucumán se encuentran entre los más pobres del país. Los valores inferiores se registran en la Capital (20%) y llegan al 50% de las familias en Simoca. Tucumán presenta indicadores sociales altamente deficitarios. Según los datos del INDEC, la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) correspondiente al año 1991 fue de 26.7%0. Según la misma fuente, en el mismo año la Tasa de Analfabetismo de la Provincia asciende al 4.9%, en contraposición al 3.7% del total de país; el 43% del parque habitacional es deficitario, sólo el 34.55% de las viviendas tiene cloacas y el 36.3% presenta problemas de provisión de agua. En general, encarar las necesidades básicas de los pobres rurales es más difícil debido a las bajas densidades de población en la mayor parte de la Argentina rural y la existencia de poblaciones aisladas y dispersas. Superar los costos normalmente mayores para identificar y prestar servicios a los pobres rurales requiere una mayor dependencia aun de las estructuras de la sociedad civil. Sin embargo, existe un capital social con el que podría contar Tucumán al comenzar el siglo XXI, constituido por los potenciales aportes de una cantidad importante de organizaciones no formales. Entonces el desafío consiste en trabajar para la consolidación de organizaciones de la sociedad civil y redes solidarias como sustento de un desarrollo integral de Tucumán. Impacto social, económico, cultural El sector social destinatario de los estudios son pobladores propietarios o arrendatarios de la tierra donde habitan y producen. En cuanto al impacto social, se espera contribuir al progreso de las comunidades situadas en las áreas geográficas seleccionadas que por sus características particulares, están en condiciones de encarar un plan de desarrollo que debe incluir como complemento obligado, además de programas productivos, acciones educativas, sanitarias, de organización social, de mejoramiento de la vivienda, de provisión de energías, de recreación y deporte. Como impacto económico es indudable que la mejor utilización de la energía actualmente disponible como la posibilidad de nuevas fuentes para el uso doméstico y productivo de la zona, permiten suponer a nivel de la economía rural un gran paso adelante. Como un aspecto más del impacto económico se entiende el trabajo coordinado de los organismos oficiales del gobierno en su intervención en la obra pública, cuyos resultados están centrados en la comunidad, persiguiendo al mismo tiempo la preparación de recursos humanos, universitarios y no universitarios, adiestrándolos para trabajar en forma interdisciplinaria e intersectorial en apoyo de esas poblaciones. Como impacto cultural se entiende el crecimiento de la información existente sobre el tema y la transferencia de los conocimientos, y de la tecnología apropiada para la solución de los múltiples problemas energéticos que plantea la actividad rural. Así también la propuesta de modificar las aptitudes técnicas que demanda el actuar sobre problemas reales, capacitando al recurso humano para la búsqueda y propuesta de soluciones, no tiene por objeto solamente acudir en estas instancias en apoyo de las poblaciones que tradicionalmente han venido afrontando problemas y situaciones que parecen insalvables, sino también influir a través del contacto de los sectores universitarios con esta realidad, sobre la modificación de los programas académicos de formación profesional que impriman un nuevo perfil al egresado. En resumen, el proyecto intenta contribuir a la apropiación por parte de pobladores e instituciones de tecnologías y procedimientos que favorecen la autonomía del desarrollo productivo local. Favoreciendo a su vez la participación comunitaria en el mejoramiento de las condiciones de vida y en el aprovechamiento de recursos naturales y humanos disponibles en las zonas de aplicación del proyecto.