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INTRODUCCIÒN En las últimas décadas el gran desarrollo del conocimiento articulado a la tecnología, permitió el avance sustancial de los diagnósticos por imágenes. El progreso de estas técnicas fue clave para estos procedimientos y el screening de patologías serias. No obstante, permitió que más personas estén expuestas a radiación ionizante (RI) por práctica médica que por cualquier otra actividad humana. Asimismo, las dosis para un mismo examen difieren ampliamente entre distintos centros, indicando su pobre manejo. Se sugiere que el exceso de estas prácticas podría aumentar en consecuencia el riesgo carcinogénico acumulado. El empleo de las radiaciones ionizantes en el ámbito médico sólo cuando realmente es necesario y usando la mínima dosis posible para la finalidad pretendida, dio origen al principio ALARA (del inglés ?As low As Reasonable Achievable?: tan baja como lo razonablemente posible), el cual constituye el objetivo prioritario de autoridades, sociedades científicas y profesionales de la radiología. El objetivo de este trabajo fue evaluar el grado de concientización del riesgo de las RI, que tienen los profesionales que operan con ellas y determinar el estado de situación en nuestra región con el propósito de detectar entornos plausibles de mejoras. MATERIALES Y MÉTODOS: Se realizó una encuesta semi-estructurada, anónima y no vinculante, a través de la cual se recolectaron datos referentes a conceptos claves de Protección Radiológica (PR), que permitieron indagar el cumplimiento de criterios y principios básicos asociados a prácticas médicas que utilizan RI. El estudio fue ejecutado sobre tres poblaciones: 56 médicos, 52 técnicos y 51 pacientes. Cada una de ellas respondió a un cuestionario diseñado de manera específica considerando el área particular de análisis. RESULTADOS: El análisis comparativo entre médicos y técnicos demuestra un mejor dominio en los médicos en cuanto a los criterios de PR (χ2=35,09; p