Arritmia ventricular paroxistica en un caballo inducida por disturbios hidroelectroliticos

BARRENA CHIANTELASSA JP, OLGUIN S, FERREIRA V, MIRANDA RP, TRIGO P

Buenos Aires

Conferencia; XXIV Conferencias de Veterinaria Equina; 2013

Las anormalidades electrolíticas son importantes causas de arritmias, los niveles de electrolitos deben ser chequeados en animales con arritmias. Caballos exhaustos, con alteraciones gastrointestinales o falla renal, son sospechosos de tener importantes desbalances en las concentraciones plasmáticas de potasio (K), calcio (Ca), sodio (Na) y magnesio (Mg) debido a su importante rol en la génesis de arritmias (Van Loon y Patterson). El objetivo del trabajo es describir un caso de muerte súbita en un caballo con lesiones miocárdicas diseminadas y arritmia ventricular establecida. Se presento en consulta un equino macho Silla Argentino por dificultad en la micción. Luego del examen clínico y estudios complementarios se diagnosticó atonía vesical con píelonefritis. Comenzó tratamiento antibiótico, lavaje vesical por uretrostomía perineal, fluidoterapia y dieta. Durante la internación se auscultó una arritmia y se indicó interconsulta con cardiología para realizar examen cardiovascular, electrocardiograma, ecocardiografía y monitoreo Holter. El examen cardiovascular confirmó la presencia de arritmia, y el ECG confirmo el ritmo ideoventricular acelerado, que resolvió a ritmo sinusal con fluidoterapia y suplementación electrolítica.En la ecocardiografía los espesores parietales, diámetros camerales y la contractilidad fueron normales. Las válvulas auriculoventriculares tenían ecotextura, ecogenicidad y motilidad normal. La válvula aorta presento ecotextura levemente alterada y ecogenicidad aumentada. Con el Doppler color se observo un mosaico de colores en la aorta durante la diástole. El diagnóstico ecocardiográfico fue insuficiencia aórtica leve. En el monitoreo Holter realizado luego de instaurar el tratamiento de sostén presento arritmia sinusal con frecuencia mínima de 27 latidos por minuto (lpm) y máxima de 37 lpm. Días más tarde se produjo el deceso en forma espontánea mientras el animal pastaba, hallándose en la necroscopia extensas áreas de fibrosis miocárdica, infartos corticales en ambos riñones y abundante sedimento urinario. En estudios pos mortem en equinos clínicamente sanos y con arritmias, se han observado fibrosis miocárdicas en frecuencia variable de 15% ? 80%. En un estudio de 2076 caballos saludables, ponis y burros, 14,3% tenían fibrosis miocárdica. La mayoría de los informes de corazones equinos con fibrosis miocárdica han descrito los corazones afectados de lesiones concurrentes de arteriosclerosis en las arterias intramiocárdicas. En el caso expuesto la presencia de extensas áreas de fibrosis miocárdicas no se correlaciona con alteraciones ecocardiograficas en la contractilidad y por los resultados hallados en la bibliografía no estarían directamente relacionadas con la aparición de arritmias. La respuesta casi inmediata a la fluidoterapia y suplementación electrolítica con reversión completa de la arritmia ventricular confirma el desequilibrio electrolítico como causa primaria del disturbio eléctrico.