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El requerimiento proteico de los conejos está en función de la edad y el estado fisiológico. Las necesidades de proteína son relativamente altas en las primeras etapas de crecimiento. Durante los primeros 21 días de vida, el gazapo cubre las necesidades de proteína a través de la ingestión de la leche materna (12-14 % PB de alta digestibilidad). Pasado este periodo, la satisfacción de las necesidades de proteína del gazapo en crecimiento dependen más del alimento sólido suministrado que de la leche materna. Animales en crecimiento requieren un 15-16 % de proteínas. En las primeras etapas después del destete las necesidades de proteínas son altas, no sólo para cubrir las necesidades de crecimiento sino también para producir la renovación y mantenimiento de las mucosas que permitan prevenir enfermedades infecciosas del sistema digestivo, que representan el 71% del total de las enfermedades que afectan al conejo 1, 2. Aunque se han estudiado los efectos del tipo de alimentación sobre el ritmo de crecimiento y la productividad del conejo a través de la medición de varios parámetros de la canal y el peso de las distintos cortes surgidos de un despiece comercial3, es nula la información sobre valores hematológicos, bioquímica sanguínea y productividad de conejos alimentados con dietas normo e hipoproteicas4. El objetivo del trabajo fue estudiar el efecto de una dieta hipoproteica sobre el crecimiento, rendimiento, conformación, despiece de la canal y parámetros bioquímicos y hematológicos representantes del metabolismo proteico de conejos para carne en su fase de engorde. Los conejos (n= 24), con distintos grados de cruzamiento entre raza Californiana y Neocelandesa fueron destetados con 30 a 34 días de edad, pesos corporales de 730-770g. y separados aleatoriamente en dos grupos (G1 y G2). El G1 fue alimentado con un pienso formulado a base de granos de cereales y algunos de sus subproductos, de manera de que su porcentaje de proteína bruta (PB) fuera de 12,2%, el G2 fue alimentado con balanceado comercial con 17% PB. Se realizaron controles semanales de peso vivo de los animales, se estimó el consumo semanal de alimento y recolectaron muestras sanguíneas cada 15 días hasta el final del ensayo (95-100 días de edad). Los índices productivos (crecimiento, rendimiento, conformación, despiece de la canal) mostraron diferencias estadísticas significativas entre los animales del G1 y del G2 (p< 0,05). El contenido de urea en plasma fue el único parámetro bioquímico que mostró diferencias estadísticamente significativas entre las dietas (Cuadro 1). En conclusión los resultados obtenidos permiten afirmar que los índices productivos resultarían más sensibles a una restricción en el nivel de proteína en la dieta de conejos que los parámetros bioquímicos y hematológicos.