INVESTIGADORES
ALIOTTA Salvador
congresos y reuniones científicas
Título:
TRAZAS BIOEROSIVAS SOBRE SUSTRATOS DUROS EN UN AMBIENTE COSTERO
Autor/es:
FARINATI, ESTER; SPAGNUOLO, JORGE O.; ALIOTTA, SALVADOR
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; 9º Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía; 2006
Resumen:
Así como los restos duros de organismos son susceptibles de ser colonizados y bioerosionados, también las plataformas rocosas y los cantos rodados pueden ser afectados por la actividad de organismos que perforan, incrustan o anidan sobre los mismos. En el sector exterior de la costa norte del estuario de Bahía Blanca, litoral comprendido entre las ciudades de Punta Alta y los alrededores de Pehuén Có, se presentan estructuras bioerosivas preservadas en cantos rodados de arcilitas limolíticas calcáreas y en fragmentos de areniscas limolíticas que se encuentran tanto dispersos en la playa como integrando el material que constituye cordones conchilíferos de edad holocena. El análisis de las trazas fósiles generadas por la actividad de organismos sobre sustratos duros constituye el objetivo de este estudio. Los rodados de arcilitas limolíticas calcáreas cuyos tamaños varían entre 2 y 7 cm de eje mayor, presentan perforaciones de hasta 1 mm de diámetro, en forma de cilindros verticales (Trypanites); perforaciones en forma de clavas con abertura superficial de 2 a 7 mm (Gastrochaenolites); galerías cilíndricas sinuosas de hasta 6 mm de diámetro (Maeandropolydora) y raspaduras o roeduras superficiales con disposición paralela, separadas entre sí, de 3 a 5 mm (Radulichnus). Una característica habitual, presente sobre este tipo de litología, son los óxidos de hierro y manganeso que se distribuyen sobre la superficie de los rodados, ya sea alrededor de pequeñas perforaciones o asociados a microfisuras. En tal sentido, las dendritas de manganeso (pirolusita dendrítica) constituyen formas arborescentes originadas por la precipitación del material infiltrado junto con el agua de mar en las discontinuidades superficiales de las rocas. Otra distribución frecuente, en especial en torno a Trypanites, es la fibrorradiada que en algunos casos exhibe aureolas de óxidos de hierro en tonos pardos claros que señalan variaciones en las condiciones óxido-reductoras. Los fragmentos aplanados, que conforman bloques de carácter prismático, de hasta 20 cm de lado mayor y 4 cm de espesor máximo, están integrados por areniscas limolíticas con cementación calcárea. En ellos la icnodiversidad es menor ya que sólo se presentan perforaciones atribuidas a Gastrochaenolites. Desde un enfoque etológico, algunas trazas constituyen la búsqueda de refugio (Domichnia) como Gastrochaenolites, Trypanites y Maeandropolydora mientras que Radulichnus representa la actividad combinada de pastoreo y alimentación (Pascichnia). Desde el punto de vista ecológico, dichas trazas señalan la actividad de organismos endo y epilíticos que colonizaron el sustrato cuando este conformaba antiguas plataformas rocosas. La historia tafonómica indica que a medida que avanzó el proceso transgresivo que afectó al área, las plataformas se habrían fragmentado y sus restos fueron transportados hacia sectores más someros por la acción de olas de tormentas. Los sustratos rocosos que generaron los restos bioerosionados habrían actuado como superficies de omisión, permitiendo la acción bioerosiva durante períodos de baja tasa de sedimentación. Tal como Bromley y Asgaard (1993) adjudican a una determinada icnofacies los fragmentos desprendidos de un acantilado en las costas de la isla de Rhodas, del mismo modo, la asociación de trazas fósiles presentes en rodados sueltos en playas y fragmentos en cordones conchilíferos holocenos, de gran extensión areal y continuidad lateral podría asignarse a la icnofacies de Trypanites. Esta icnofacies se caracteriza por perforaciones y galerías, producidas por organismos suspensívoros así como raspaduras generadas por pastadores (Bromley y Asgaard, 1991; Taylor y Wilson, 2003) y corresponde a fondos duros litorales con escasa tasa de sedimentación que fueron removidos por la transgresión holocena. De este modo, los fragmentos desprendidos y transportados por la acción de olas de tormenta durante el Holoceno habrían sido depositados en el sector supramareal como material integrante de los cordones litorales. Asimismo, actualmente se presentan en el ambiente intermareal formando parte del sedimento de las playas. Bromley R.G. y Asgaard U. 1991.Ichnofacies: a mixture of taphofacies and biofacies. Lethaia 24:153-164. Bromley R.G. y Asgaard U. 1993. Two bioerosion ichnofacies produced by early and late burial associated with sea-level change. Geologische Rundschau 82:276-280. Taylor P.D. y Wilson M.A. 2003. Paleoecology and evolution of marine hard substrate communities. Earth Science Reviews 62:1-103.