INVESTIGADORES
ALIOTTA Salvador
congresos y reuniones científicas
Título:
Sedimentos gasíferos someros del subsuelo marino del estuario de Bahía Blanca: un riesgo geológico para obras ingenieriles costeras
Autor/es:
ALIOTTA, SALVADOR; SILVIA SUSANA GINSBERG; VECCHI, LAURA; MARTA E. MINOR SALVATIERRA
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; XIV Reinión Argentina de Sedimentología; 2014
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Sedimentología
Resumen:
El estuario de Bahía Blanca, ubicado al sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Fig.1), posee una gran relevancia económica a nivel nacional e internacional, debido a la existencia de su gran complejo portuario, constituido por los puertos de Ing. White, Galván, Rosales y Belgrano. Todos ellos localizados sobre la costa norte del canal Principal, en el cual se ubica la vía de navegación y acceso a los puertos. Geológicamente, el área se caracteriza por ser una costa baja, con extensas planicies de marea limo arcillo arenosas, surcadas por numerosos canales meandrosos, de diversos tamaños y profundidades. El canal Principal posee una profundidad máxima de 22 m, aunque en el tramo más interno la misma es  mantenida por dragado en los 13,5 m. En diversos sectores costeros del mundo, especialmente en bahías y estuarios, la existencia de gas somero (shallow gas) en sedimentos del subsuelo no resulta un hecho extraño. En la costa Argentina, Parker y Paterlini (1990) describen sedimentos gasíferos en el Río de La Plata, Aliotta et al. (2000) los determinan en el Golfo San Matías y Bujalesky et al. (2004) en el canal de Beagle. Para la zona del estuario de Bahía Blanca, Aliotta et al. (2002) mencionan por primera vez acumulaciones de este tipo. El presente trabajo tiene por objeto ampliar el conocimiento geológico y distribución de las acumulaciones del gas somero en sedimentos del interior del estuario, en particular en el área que involucra al complejo portuario Ing. White-Galván. Por medio de una embarcación oceanográfica se llevaron a cabo relevamientos sísmicos utilizando un perfilador de 3,5 KHz. Para la emisión-recepción de las señales acústicas se emplearon cuatro transductores, logrando una potencia máxima de 10 kw. Como fuente de energía se utilizó un equipo Geopulse Transmiter 5430 a. La adquisición y procesamiento de los datos se realizó en formato digital por medio de un programa específico. La amplia distribución de las acumulaciones de gas somero en los sedimentos del subsuelo del sector portuario de Bahía Blanca constituye un rasgo geológico relevante, debido a que el mismo es considerado como un importante factor de riesgo geológico. Precisamente, toda obra de ingeniería ligada a la actividad portuaria y/o industrial en un área costera, podría resultar afectada seriamente debido a que el gas disminuye sensiblemente el esfuerzo de corte de los suelos, modificando su poder soporte y provocando el hundimiento o deslizamiento del mismo. Otro peligro asociado al gas somero se relaciona con las tareas vinculadas a toda perforación que se realiza en el subsuelo. Es por ello que las empresas internacionales de perforación concuerdan sobre la realización de estudios preventivos con sísmica de alta resolución. Saber sobre la existencia de algún depósito de gas poco profundo disminuye los riesgos de accidentes durante las tareas a realizarse. El origen de estas concentraciones de gas se vincula con el último ascenso del nivel marino durante el Holoceno medio. Tal evento sepultó materia orgánica de génesis continental bajo sedimentos transgresivos-regresivos  limo-arcillosos de escasa permeabilidad. Las propiedades físicas de los sedimentos depositados habrían provocado el aislamiento de la materia orgánica, condición necesaria para mantener la anaerobiosis, que luego permitió, por efecto de bacterias, la generación del gas metano, también llamado gas de los pantanos. Las burbujas de gas se hallan ocupando los intersticios del material sedimentario, reduciendo así su densidad y por lo tanto su impedancia acústica. Dicho aspecto incide directamente en la disminución de la capacidad portante del terreno, debido a que su presencia provoca una importante disminución del esfuerzo de corte del suelo. Este hecho puede comprometer seriamente cualquier obra ingenieril costera que no se halle debidamente asentada sobre un sustrato rocoso, que, de no ser así, podría causar una desestabilización en la misma por hundimiento de la fundación. El análisis de la prospección sísmica posibilitó establecer la distribución areal de las concentraciones gasíferas en el subsuelo del frente marítimo vinculado a los puertos de Galván e Ing. White. Esta zonificación amplía el conocimiento geológico del subsuelo marino del estuario y aporta información relevante para la diagramación y desarrollo de futuros emprendimientos ingenieriles sobre la franja costera. Los resultados obtenidos definen que hacia el sureste y suroeste del complejo Portuario, la concentración del hidrocarburo disminuye de manera gradual. La turbidez acústica generada por la presencia de gas se interrumpe de manera saltuaria, permitiendo identificar la estratificación del subsuelo a través de "ventanas acústicas" de diversos tamaños. En cambio, al noroeste de puerto Galván los materiales gasíferos se interrumpen abruptamente, lo cual posibilita la determinación de reflectores horizontales-subhorizontales con elevada continuidad lateral. Generalmente, en los límites entre los sedimentos gasíferos y no gasíferos, se observan configuraciones sísmicas progradantes, asociadas a la colmatación de paleocanales. Probablemente, estos cursos habrían conformado parte de la antigua cuenca hídrica del arroyo Napostá. El nivel de base, previo a la transgresión marina holocena, se hallaría en una cota inferior a la actual.  En su llanura de inundación de suave pendiente, los sedimentos finos conformaron una estratificación paralela de alta continuidad. Por otro lado, en este estudio fueron correlacionados los perfiles sísmicos con datos litológicos de perforaciones profundas existentes en el sector. Así, se establece que el basamento acústico  corresponde a un limo arcillo arenoso con nódulos de tosca. Al mismo se lo correlaciona con la  Fm Pampiana, de edad plio-pleistocena, de amplia distribución en el subsuelo marino del estuario. La secuencia sismoestratigráfica suprayacente corresponde a un limo arcillo arenoso, con una notable disposición paralela de los reflectores. Esta facies se vincula al ambiente fluvio-estuarial originado en el Holoceno temprano (pre transgresión postglaciaria). La secuencia superior se compone de materiales arcillo limo arenosos, caracterizados por reflectores con elevada respuesta acústica, aunque con una configuración poco definida. Estos sedimentos fueron depositados durante el proceso transgresivo-regresivo, que a partir del Holoceno medio afectó a toda la región de Bahía Blanca.