Sedimentos gasíferos en el subsuelo de los puertos de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires.

BRICEÑO, WILSON; ALIOTTA, SALVADOR; FARINATI, ESTER

Actas del XVI Congreso Geológico Argentino

Asociación Geológica Argentina

Año: 2005; p. 283 - 288

INTRODUCCION La zona del estuario de Bahía Blanca, ubicada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Fig.1), posee una gran importancia desde el punto de vista comercial, dado que es la puerta de salida de muchos productos de la región, tales como cereales, derivados de la industria petroquímica y aquellos generados por la actividad pesquera. Las transacciones utilizan como nexo el Complejo Portuario de Ingeniero White, el cual se encuentra asentado sobre el sector norte del canal de acceso. Dicho canal se indica en las cartas náuticas con el nombre de canal Principal, su orientación es noroeste-sureste y su profundidad de navegación es mantenida por medio de dragados periódicos a 13,6 m. Desde el punto de vista morfológico el área se halla surcada por numerosos canales de marea de aspecto sinuoso. Estos se emplazan en grandes planicies constituidas por sedimentos limo arcillo arenosos depositados en el último proceso transgresivo-regresivo postglacial que afectó a la región (Aliotta et al., 1998). Los canales son retrabajados por un régimen de marea semidiurno, cuya amplitud media en Ingeniero White es de 3 m. Las condiciones de reflujo y flujo respectivamente (Nedeco-Arconsult, 1983). La dominancia del reflujo produce un transporte de material arenoso como carga de fondo hacia la boca del estuario (Aliotta, 1987; Aliotta y Perillo, 1987). En sectores costeros, especialmente en bahías y estuarios, la existencia de sedimentos gasíferos en el subsuelo no resulta un hecho extraño. En distintas partes del mundo muchos trabajos tratan sobre ?shallow gas? bajo el lecho marino (Davis, 1992; Fader, 1991; García-Gil et al., 2000a; Hempel et al., 1994; Karisiddaiah y Veerayya, 1996; Papatheodorou et al., 1993; Pikrill, 1993; Taylor et al., 2000), aunque los primeros trabajos referidos a esta temática corresponden a Schüler (1952), quien los estudió en registros de ecosonda de la Bahía Eckernförde y Kiel (suroeste del Mar Báltico). Con respecto a la costa Argentina, Parker y Paterlini (1990) describen sedimentos gasíferos en el Río de La Plata y establecen su distribución areal, Aliotta et al. (2000) los determina en el Golfo San Matías y Bujalesky et al. (2004) en el canal de Beagle. Para la zona del estuario de Bahía Blanca, Aliotta et al. (2002) son los primeros en mencionar acumulaciones de este tipo. El gas somero es detectado en los registros sísmicos debido al enmascaramiento acústico de la información estratigráfica subyacente, cuyo efecto es conocido actualmente con el nombre de ?turbidez acústica? (Wever y Fielder, 1995). El presente trabajo tiene por objeto ampliar el conocimiento sobre la existencia y distribución del gas somero y sus formas de presentación en los registros sísmicos, referido en particular a la zona interna del estuario de Bahía Blanca (zona portuaria), analizando su correlación con la geología del subsuelo.