INVESTIGADORES
ABRAHAM Elena Maria
congresos y reuniones científicas
Título:
Gestión integrada del agua en los oasis irrigados de la provincia de Mendoza, Argentina
Autor/es:
TORRES, E., E. MONTAÑA, L. TORRES, G. PASTOR Y E. M. ABRAHAM
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Otro; V Seminario Internacional CYTED XVII “Un enfoque integrado para la gestión sustentable del agua. Experiencias en zonas húmedas”, organizado por CYTED y Centro de Estudios Transdiciplinarios del Agua; 2005
Institución organizadora:
CYTED y Centro de Estudios Transdiciplinarios del Agua, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires
Resumen:
RESUMEN   En los oasis irrigados de la provincia de Mendoza y en general en todos aquellos ubicados al naciente de la cordillera de Los Andes, se explota agua subterránea en forma intensiva con la finalidad de complementar las dotaciones de agua superficial. Ambas aportaciones compensan el déficit existente entre precipitación y evapotranspiración. Vale decir que en estas pequeñas áreas cultivadas, donde vive más del  95% de la población y que no abarcan más del 5% de los distintos territorios provinciales, las condiciones ambientales naturales han sido modificadas por el hombre, y si bien no pueden ser consideradas como zonas húmedas, existe provisión de agua suficiente para el desarrollo de actividades agrícolas, industriales y urbanas que no son propias de las zonas áridas que las rodean. En el ámbito de la provincia de Mendoza, respecto al aprovechamiento del agua, se encuentran vigentes la Ley de Aguas de 1884 y la Constitución Provincial de 1916. Ambas normas legales advierten sobre la importancia estratégica del agua para la provincia y ordenan su explotación con fines útiles. Existen además otras leyes y normas dictadas por las autoridades competentes referidas expresamente a la temática del agua y tienden a lograr su uso más eficiente. En el artículo 193 de la Constitución de 1916 se enuncia el objetivo de lograr la administración de los recursos hídricos por cuenca. Vale decir que los legisladores que aprobaron esta norma eran consientes que existían apreciables diferencias entre las distintas cuencas hídricas como para propender a esta administración separada. No obstante esto y de acuerdo a criterios modernos de administración del agua se sustenta que el agua es una sola, se encuentre en superficie o en el subsuelo y toda ella forma parte del ciclo hidrológico. En el caso de la legislación mendocina se advierte sin embargo una fuerte inconsistencia en la concesión de derechos sobre las aguas. Esta inconsistencia surge al analizar el artículo 194 de la Constitución, donde se fija que los derechos sobre las aguas superficiales solo se pueden otorgar por ley aprobada por ambas cámaras legislativas, en cambio las concesiones sobre las aguas subterráneas quedan en mano del Honorable Tribunal Administrativo del Departamento General de Irrigación (Ley 322 Art. 26, que fija las atribuciones de dicho Tribunal). Existen por lo tanto distintas jerarquías administrativas para el otorgamiento de las concesiones. Si como se afirma y es de dominio púbico, el agua es una sola, una sola debería ser la norma legal a aplicar para otorgar las concesiones, ya se trate de aguas superficiales o de aguas subterráneas. A partir del año 1970, de intensa sequía en la provincia de Mendoza, se intensifica la perforación de pozos para explotar agua subterránea, llegándose en este momento a una cifra aproximada de 21.000 pozos construidos, de los cuales en la actualidad y según datos provenientes del Departamento General de Irrigación, estarían en funcionamiento solo 10.000 de ellos.  A la diferencia señalada respecto al distinto trato legal de las aguas se le suman otras consideraciones como son: 1) las inversiones para la construcción de las perforaciones ( aproximadamente pesos 840 M) y el mantenimiento de los pozos ( 10% de $ 840 M) recae en manos de los particulares, en cambio las obras para el embalse y distribución de las aguas superficiales tienen una gran participación de fondos del estado; 2) la energía eléctrica para el funcionamiento de los motores que extraen el agua subterránea se encuentra subsidiada, según datos oficiales en el año 2004 el estado aportó pesos 8 M con este fin. Este subsidio llega anualmente a casi todos los usuarios de agua subterránea sin importar la ubicación del pozo dentro de la cuenca; 3) existen problemas graves de contaminación de acuíferos por distintas causas, pero principalmente la debida al gran número de pozos rotos o mal construidos que permiten la comunicación continua entre acuíferos con aguas de distintas calidades químicas; 4) si tal como se afirma en los círculos científicos los glaciares que abastecen de agua a los ríos se encuentran en franco proceso de disminución, es dable esperar que la explotación de agua subterránea se intensificará con el correr de los años; 5) existen grandes superficies irrigadas exclusivamente con agua subterránea que sustentan una economía floreciente vinculada a la nueva vitivinicultura. Todo esto induce a afirmar que en el corto plazo debería fijarse una política clara para el aprovechamiento del agua en Mendoza.