Validación de la técnica no invasiva para la determinación de metabolitos de cortisol en materia fecal de Alouatta caraya.

CANTARELLI VI; KOWALEWSKI M; PEREZ RUEDA A; PONZIO MF

Córdoba

Congreso; XXII CONGRESO Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios.; 2015

ALPZA

La cuantificación de glucocorticoides circulantes como parámetro de estrés, es una herramienta útil para el monitoreo y mejoramiento del bienestar animal tanto en zoológicos como en vida silvestre. En primates, el principal glucocorticoide es el cortisol, que aparece en heces en forma de conjugados. Esto permite la aplicación de la técnica no invasiva evitando la manipulación, el estrés y los riesgos asociados con la captura de individuos. En este trabajo nos propusimos realizar la validación bioquímica y fisiológica del inmunoensayo enzimático (EIA, cortisol R4866, Department of  Population Health and Reproduction, Coralie Munro, UC Davis, CA, USA) utilizado para la determinación de metabolitos de cortisol en materia fecal de Alouatta caraya. Las pruebas de paralelismo realizadas sobre las muestras fecales de 0,5 y 1 gr, extraídas con metanol al 80%, arrojaron resultados negativos. Se determino que el metanol interfería en la unión hormona-anticuerpo, procediendo a desecar los extractos antes del EIA, obteniendo así curvas de desplazamiento paralelas a la de estándares de cortisol (r2=0,98). Los extractos desecados se recuperaron en buffer fosfato (1:6). Los porcentajes de recuperación de concentraciones conocidas de estándares de cortisol, agregadas a una dilución seriada de un pool de muestras de materia fecal, fueron de 68,7±18,02%. Las concentraciones hormonales obtenidas se correlacionaron con las concentraciones esperadas (r²=0.96; p<0,01). A fin de establecer la validez biológica, se analizaron mediante EIA muestras recolectadas de cuatro individuos (dos machos y dos hembras) del Zoológico de Corrientes, antes y después de la administración exógena de ACTH (5 U.I./kg), para la inducción de la actividad corticoadrenal. Los niveles de metabolitos de cortisol encontrados después de la inyección fueron tres veces superiores al basal. Por otro lado, en tres de los cuatro animales se presentó un pico excretorio de gran magnitud aun antes de la administración de ACTH que pudo deberse a la gran concurrencia de público el día anterior. Los resultados obtenidos proveen evidencias suficientes de la especificidad del EIA utilizado. Se observó variación en las concentraciones máximas excretadas (4591,8 y 27420,6 ng/g en los machos y de 9516 y 8936,4 ng/g en las hembras) así como también en el tiempo de aparición en heces (~20-100 horas post-inyección), que puede reflejar diferencias individuales en la respuesta al estrés, preferencias en la dieta y en la ingesta de líquidos. La disponibilidad del método validado en el presente trabajo, constituye una herramienta útil para estudiar más profundamente la fisiología del estrés en el carayá.