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Las políticas públicas de inspiración neo-desarrollista que vienen siendo desplegadas desde el orden federal en la Argentina de la pos-convertibilidad vienen construyéndose a partir de una agenda de demandas sociales históricas y novedosas. En la encrucijada que representa la emergencia de nuevos actores sociales y la búsqueda de respuesta a sus demandas espacio y temporalmente situadas, la economía solidaria aparece como un núcleo significativo que nutre diversidad de políticas públicas, inspiradas desde diversas áreas del estado. Sin embargo, las políticas públicas que llevan adelante este tópico relativamente novedoso ignoran, desestiman o subestiman las relaciones de poder previas y circunscriptas a las decisiones tomadas en el marco de las burocracias estatales. Considerando lo anterior, en este artículo exponemos diversidad de concepciones en torno al poder -diversidad que lejos de naturalizarlo evidencia el hecho social que implica esta capacidad y estrategia-, para luego construir un estado de situación referido a las políticas inspiradas en la economía solidaria y plantear la necesidad de evaluar el papel del estado en el diseño y ejecución de políticas públicas que consideren efectivamente el saber local y la sustentabilidad, no ya como mera expresión de deseos, sino dirigidas a respetar los intereses de los más desfavorecidos.