CEUR   20898
CENTRO DE ESTUDIOS URBANOS Y REGIONALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Notas sobre las organizaciones de base territorial en la gestión de programas sociales ante los cambios en el modelo asistencial público: el caso del barrio Las Malvinas de La Plata
Autor/es:
GONZÁLEZ, PABLO; RELLI, MARIANA; PINTOS, PATRICIA; PERDONI, SERGIO
Libro:
Actores, estrategias y territorio. El Gran La Plata: de la crisis de la convertibilidad al crecimiento económico
Editorial:
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2011; p. 299 - 342
Resumen:
En Argentina, como en el resto de los países de la región, la implementación de un conjunto de medidas de corte neoliberal hizo crecer considerablemente la masa de población ?no necesaria? para el funcionamiento del sistema económico. En poco menos de una década, nos encontramos con una enorme cantidad de personas en edad activa que no encuentran un lugar en el mercado de trabajo o lo encuentran intermitentemente o en condiciones de extrema precariedad, lo cual los hace vivir en permanente incertidumbre y dependiendo de las estructuras asistenciales del Estado. El trabajo, además de constituir la fuente de ingresos de la gran mayoría de los hogares, establece la forma de vincular a los individuos entre sí y contenerlos en el seno de la sociedad. Tener trabajo es ser parte de la sociedad, estar integrado con otros y gozar de los beneficios de la vida comunitaria. Por su parte, no tenerlo es quedar afuera de ese conjunto de beneficios, quedar ?desafiliado?. A propósito, Robert Castel afirma que ?existe una fuerte correlación entre el lugar que se ocupa en la división social del trabajo y la participación en las redes de sociabilidad y en los sistemas de protección que ?cubren? a un individuo ante los riesgos de la existencia. De allí la posibilidad de construir lo que yo llamaría metafóricamente ?zonas? de cohesión social. Entonces, la asociación ?trabajo estable / inserción social sólida? caracteriza una zona de integración. A la inversa, la ausencia de participación en alguna actividad productiva y el aislamiento relacional conjugan sus efectos negativos para producir la exclusión, o más bien, la desafiliación. La vulnerabilidad social es una zona intermedia, inestable, que conjuga la precariedad del trabajo y la fragilidad de los soportes de proximidad? (Castel; 1997). A fines de la década del noventa, a la luz de una realidad innegable de incremento de la pobreza y la indigencia en nuestro país, y a partir del llamado de los organismos internacionales a ?luchar contra la pobreza? con acciones asistenciales, se fue consolidando un nuevo modelo asistencial compuesto por una multiplicidad de programas diseñados para atender diferentes tipos de problemas que pudieran ir mostrando (y demostrando) los sectores populares (Merklen; 2005). Vimos nacer dentro de los distintos niveles del Estado una gran cantidad de operatorias focalizadas que intentaron dar una respuesta paliativa ante problemáticas puntuales de sectores que fueron quedando en situación de vulnerabilidad y desafiliación social. Este nuevo modelo asistencial se caracteriza por mostrar una alta fragmentación institucional, falta de coherencia entre los distintos programas, mecanismos individualizados de acceso a los mismos y una persistente ?invitación? a los actores locales para organizarse y actuar en la implementación de las operatorias en el territorio, que funcionan como contrapartes responsables del éxito o fracaso de los mismos. Además de los tradicionales mediadores y punteros políticos, en la disputa por la gestión de los recursos aparecen en escena organizaciones no gubernamentales y organizaciones de base que toman en sus manos la implementación de los programas en el territorio. Algunas de ellas van más allá y, además de darles a los programas un perfil propio a partir de la autogestión, salen a exigirle al Estado más recursos para la puesta en marcha de comedores comunitarios, emprendimientos productivos, culturales, etc., la obtención de los mismos las hace crecer y fortalecerse. A partir del año 2003, con el cambio de gobierno y la asunción de Néstor Kirchner, se aprecia una continuidad en el carácter estructural de la política social, pero con un importante giro en cuanto a las formas de inserción territorial, en el marco de la estrategia política del gobierno y sus intentos de legitimación social. Luego de su paso por la presidencia, y con la asunción de Cristina Fernández de Kirchner a fines de 2007, nos hallamos, entonces, en un contexto de recuperación económica post crisis, con una fuerte presencia de organizaciones sociales y, paralelamente, una gran oferta de programas de atención focalizada, concebidos y puestos en marcha desde años anteriores y redefinidos por el nuevo gobierno. Al observar ese escenario, nos surgieron algunas preguntas referidas a las formas que adquiere el despliegue de los programas en el territorio, es decir, de qué manera llegan los programas a los barrios populares, quiénes son los mediadores, qué consecuencias trae la ?bajada? de recursos a los territorios habitados por sectores sociales ?desafiliados? y, si se manifiestan, y cómo, los cambios observados en los últimos años. A continuación, realizaremos un repaso de la reconfiguración más reciente del modelo asistencial forjado en los ?90 centrando nuestra atención en el período en el que Néstor Kirchner estuvo al frente del gobierno nacional (2003-2007), para luego ir a observar el arribo de los programas sociales al territorio a partir del estudio de un caso concreto, el barrio Las Malvinas de La Plata, provincia de Buenos Aires. El abordaje del estudio de caso tuvo cuatro momentos: 1) en una primera aproximación al trabajo de campo se realizó un reconocimiento del territorio a través de la observación directa y de una entrevista exploratoria realizada a un informante clave, gracias a la cual se identificaron las organizaciones sociales de base territorial con fuerte actividad en el barrio; 2) en un segundo momento se trabajó con entrevistas semiestructuradas a referentes de las organizaciones sociales del barrio. Se elaboró un cuestionario diseñado con el fin de recoger información acerca de las cinco dimensiones de análisis planteadas por el proyecto de investigación marco, a saber: identificación de los actores sociales y sus interrelaciones, las dinámicas de poder, la posición frente a las políticas públicas, las modalidades organizativas internas de las organizaciones y sus formas de inserción territorial. El universo de estudio incluyó a las ocho organizaciones sociales que llevaban a cabo acciones sociocomunitarias en el barrio al momento de efectuar el trabajo de campo (primera mitad del año 2006); 3) el análisis y sistematización de la información relevada se llevó a cabo mediante el tratamiento de las respuestas textuales de los actores en relación con las cinco dimensiones antes señaladas. Esta primera tarea de sistematización reveló la magnitud y complejidad de la información disponible, por lo que constatamos la necesidad de circunscribir el análisis; entonces, avanzamos en la construcción de perfiles de las organizaciones y, paralelamente, en el rastreo y sistematización de las características de los programas sociales que estaban teniendo injerencia directa en el barrio Las Malvinas; 4) por último, intentamos reconstruir la posición de los actores en relación con las políticas públicas desplegadas en el barrio, y dejamos para posteriores avances las restantes dimensiones trabajadas en las entrevistas mencionadas anteriormente.